Una vez que ya ha anunciado la creación de dos impuestos, a las energéticas y a la banca, el Gobierno apunta al resto del Ibex, al que amenaza con otro impuesto a sus beneficios "suplementarios" e "históricos", en palabras de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. "Queda mucho por hacer", ha advertido Díaz.
De la sugerencia de Sánchez al anuncio de Díaz, que se dirige a las empresas del Ibex que quedan sin gravar por estos sobreimpuestos: constructoras, telecos, farmacéuticas, siderúrgicas, entre otras, a las que se suma Inditex.
Lo ha dicho con claridad meridiana en un receso del Debate sobre el Estado de la Nación la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo: "Queda mucho recorrido todavía, las empresas cotizadas en bolsa con muchos beneficios, digamos que históricos, tienen que contribuir también en este momento en nuestro país".
Esto se hará "poco a poco, paso a paso". "Lo que antes no era posible, hoy lo es, y es muy bueno para el país. En materia de ingresos públicos vamos avanzando, hemos conseguido el impuesto energéticas; hoy damos un paso más con el de las entidades financieras", ha subrayado la vicepresidenta.
Díaz también ha avanzado más medidas para las empresas de hidrocarburos. A su juicio, "uno de los causantes de la mayor inflación tiene que ver con los hidrocarburos. Nosotros también hemos propuesto limitar los márgenes empresariales de estas empresas vinculadas a los hidrocarburos, iremos poco a poco por el bien del país, queda mucho por hacer, seguramente en septiembre y octubre tendremos que tomar nuevas medidas en nuestro país", ha avisado.
A Díaz las medidas que ha anunciado Sánchez le parece que "se acercan mucho a lo que necesita nuestro país, sobre todo en materia tributaria", y ha insistido en que habrá más: "Soy consciente de que vamos a tener que tomar muchísimas más medidas", medidas que ha señalado que "facilitan el debate presupuestario".
Poco antes, en su primera intervención en el Debate sobre el Estado de la Nación, Sánchez apuntaba al resto de empresas: "Se habla a menudo de los beneficios caídos del cielo, pero en realidad no son tales, los sobrebeneficios no caen del cielo, salen del bolsillo de los consumidores que pagan los recibos y este Gobierno no van a permitir que el sufrimiento de muchos sea el beneficio de unos pocos".
El mensaje de Sánchez es muy similar al de Díaz, aunque su concreción es por el momento menor. El presidente ha apelado a la responsabilidad de las empresas y ha planteado una recomendación: "Pedimos a las grandes empresas que hagan lo mismo [que el Gobierno], que cualquier beneficio suplementario derivado de esta situación lo reinviertan en los trabajadores consumidores... que no engorden las cuentas de beneficios ni lo sueldos de altos directivos".
Según ha explicado, el coste de los dos Reales Decretos-leyes de medidas contra la guerra, de más de 15.000 millones, equivale a lo que se está recaudando de más [por la inflación].
A su juicio, la empresas "incorporan afortunadamente cada vez más criterios de estabilidad, hacen gala de su compromiso social, con el medio ambiente y la gobernanza. Es el momento de probar el compromiso social de las grandes empresas, de demostrar que trabajan para crear valor para sus accionistas y para la sociedad. La mayoría necesita el compromiso social de las grandes empresas". "No haremos como el PP en la anterior crisis, ser débil con los fuertes y fuerte con los débiles.
Así, el presidente ha avisado: "Cuando sea preciso elegir, lo haremos de quienes más lo necesitan".
Golpe a los dividendos
"Que los efectos de la crisis de la guerra no recaigan sobre todo sobre los más vulnerables como en la crisis anterior", ha insistido Sánchez, que ha apuntado de nuevo a las empresas en lo que respecta a los salarios.
En este sentido, ha planteado que el Gobierno va a seguir subiendo el SMI, cuando Díaz ha planteado que se suba ya por segunda vez este año para suavizar los efectos de la inflación. Y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha planteado a patronal y sindicatos que el Gobierno quiere actualizar el salario medio sobre el que se calcula el alza, con lo que se quiere incrementar por encima de los 1.065 euros comprometidos antes de que acabe la legislatura.
Y respecto al pacto de rentas que busca el Gobierno y que molesta a patronal y sindicatos por considerar que lo mezcla con su negociación salarial, de naturaleza bilateral, Sánchez ha lanzado un aviso a navegantes y lo ha llamado "pacto de dividendos y rentas". Esto es, tras ofrecer a los sindicatos más impuestos a las empresas, señala ahora a los dividendos empresariales, como avanzó Vozpópuli. Tanto patronal como sindicatos han mostrado malestar por que el Gobierno no les haya consultado las medidas que viene anunciando.
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