El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha dado la razón a las tesis del expresidente del Cataluña, Carles Puigdemont. Si bien su decisión es la respuesta a la cuestión prejudicial formulada sobre la inmunidad de Junqueras, el resultado tiene efectos sobre el otro líder independentista fugado en Bélgica. Tal y como sostenía Puigdemont, no era necesario acudir a Madrid -donde sería detenido- a jurar la Constitución para recoger el acta de eurodiputado y por tanto la inmunidad.
Atendiendo al criterio del TJUE sobre Junqueras, Puigdemont era inmune desde que las urnas le dieron el escaño de eurodiputado. Junqueras se encontraba entonces en prisión provisional y no pudo acudir a hacer el trámite ante la Junta Electoral Central. Ahora está condenado en firme a 13 años de cárcel. Pero Puigdemont se encuentra fugado en Bélgica.
La decisión del TJUE le abre la puerta a la inmunidad, si bien este organismo aún no se ha pronunciado de forma directa sobre su caso. Va en contra de lo que proclamaban las autoridades españolas y del parlamento europeo, según las cuales, la inmunidad solo se adquiría una vez se hacían los trámites establecidos en cada país. Puigdemont no solo se jactó de que no tendría que pisar Madrid para eso, sino que la inmunidad le permitiría regresar sin riesgo a ser detenido. Ahora tiene razones renovadas para creerlo.
El TJUE ha aceptado la postura que en ese sentido ya avanzó el abogado general, quien citaba una sentencia del Tribunal Constitucional español para defender que el hecho de no jurar la Carta Magna “no priva de la condición de diputado o senador para la que no hay otro título que la elección popular”. “Pues bien, si ello es así para los diputado y senadores españoles, no veo que pueda ser de otro modo para los diputados al Parlamento” (europeo), concluye.
El futuro del expresidente
Puigdemont tiene presentadas tres demandas por vulneración de derechos fundamentales ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo. También se ha solicitado suspender la orden de detención dictada de nuevo hace días por el juez instructor del procés, Pablo Llarena. Asimismo, presentaron un recurso de reforma -ante el propio juez- contra el auto dictado hace días en el que motivaba su petición de detención y entrega.
Los abogados del expresidente catalán pidieron esta semana un aplazamiento del proceso que se sigue en la justicia belga sobre la tercera euroorden cursada por España contra él. Según recoge el Reglamento del Parlamento Europeo, al tener inmunidad, el Tribunal Supremo tendría que pedir el suplicatorio a la Eurocámara. Serían los eurodiputados los que tendrían que votar y decidir si se le otorga o no a España el permiso para proceder contra el dirigente independentista. Solo este proceso dura alrededor de seis meses. Al menos durante ese tiempo nada impediría a Puigdemont regresar a España sin la posibilidad de ser arrestado.
Fuentes jurídicas advierten de que en caso de que la Justicia española recibiese la negativa de la mayoría de la Eurocámara a proceder contra Puigdemont, el expresidente catalán sería inmune durante los cinco años que dura el mandato de un eurodiputado. Podría incluso presentarse sine die a las elecciones europeas y no perder nunca ese privilegio en caso de salir siempre elegido.
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