El próximo 23 de marzo se cumplen cinco meses desde que Giorgia Meloni se convirtiese en primera ministra de Italia al escenificar el traspaso de poderes con su predecesor, Mario Draghi, en el Palacio Chigi, sede del Gobierno. Cumplidos los primeros 100 días de mandato no han sido pocas las opiniones de politólogos y periodistas en los medios de comunicación que han señalado que la líder de Fratelli d'Italia había "suavizado" su discurso y su imagen para, en teoría, parecer una socia fiable en Bruselas.
Sin embargo, el naufragio de una barcaza con 250 inmigrantes a bordo frente a las costas de Calabria ha derivado en el primer decretazo de Meloni en materia migratoria y no parece salirse del guion establecido en la campaña electoral. Vox, que mira de reojo al país transalpino, ha sido uno de los primeros partidos europeos en aplaudir las medidas anunciadas por su aliada. "Este es el camino que debe seguir Europa: perseguir a los mafiosos que trafican con seres humanos y que causan tragedias en el Mediterráneo", sostienen desde la formación liderada por Santiago Abascal.
Mayores penas a los 'scafisti'
El nuevo decreto ley de Meloni, que entra en vigor automáticamente pero deberá ser aprobado por el Parlamento en menos de 60 días, endurece las penas a los llamados scafisti -traficantes de seres humanos- en el Mediterráneo. Entre otras novedades, introduce una nueva tipología de delito: el de "muerte y lesiones por el tráfico de inmigrantes clandestinos" y prevé penas de hasta 30 años de cárcel para los traficantes.
En la tragedia de Cutro, en Calabria, murieron al menos 72 personas y se detuvo a tres supuestos traficantes que trabajan para las organizaciones criminales que se lucraban con el viaje. Tal y como explicó la propia Meloni en una rueda de prensa, su nueva ley asumirá este delito como "universal" y será perseguido "incluso si se comete fuera de los confines nacionales". "Tomamos esta decisión para dejar clara nuestra determinación para derrotar la trata de los seres humanos", defendió.
El decreto introduce una nueva tipología de delito: el de "muerte y lesiones por el tráfico de inmigrantes clandestinos" y prevé penas de hasta 30 años de cárcel
Asimismo, el Ejecutivo italiano anunció un endurecimiento de las políticas migratorias. Lo hará, según explicó la agencia Efe, mediante la restricción de la "protección especial", una tutela que el ordenamiento de Italia añade a las disposiciones de las convenciones internacionales en materia migratoria para ofrecer un permiso de residencia por razones humanitarias como, por ejemplo, sufrir discriminación por etnia o religión en su país de origen y que Meloni, aseguró, pretende "abolir" próximamente.
Por otro lado, se alargan el tiempo para algunas categorías de inmigrantes que llegan a Italia con un permiso de trabajo, que aumenta de uno a tres años, pero no se concreta si aumentan las cuotas para ofrecer más plazas. La nueva ley también busca simplificar el proceso de expulsión; mejorar los centros de permanencia para la repatriación y desarrollar instrumentos para intervenir en caso de gestión opaca de los centros de acogida de migrantes.
El karaoke de Meloni y Salvini
"No conviene entrar en Italia ilegalmente, no conviene pagar a los traficantes, no conviene arriesgar la vida", insiste Meloni. Su primer decretazo en materia de inmigración ha nacido en medio de una guerra política con 'La canzone di Marinella' como banda sonora. A la tensión generada estos días por la tardanza de Meloni en acudir personalmente a Cutro tras el desastre se suma ahora el cumpleaños de Salvini.
Un día de después de que el Gobierno italiano diese luz verde a la nueva ley en el Consejo de Ministros, la primera ministra italiana y el ministro de Infraestructuras y Transportes, Matteo Salvini, entonaban Marinella en un karaoke con motivo de los 50 años del líder de la Liga. Escrita por Fabrizio de André a principios de los 60, esta canción está inspirada en la historia de una joven de Calabria que emigró al norte del país y a la que encontraron ahogada en un río tras haberse prostituido.
En paralelo al episodio del cumpleaños, la Guardia Costera ha conseguido rescatar a cerca de 1.400 migrantes que navegaban en tres barcos a la deriva frente a las costas italianas. Este aumento exponencial de llegadas en los últimos meses es interpretado por el Gobierno italiano como un chantaje por parte de las mafias a las que pretenden poner coto. Según publica Il Corriere della Sera, el Ejecutivo de Meloni considera que no se trata de un hecho fortuito, sino de la reacción de las organizaciones criminales a la nueva normativa en materia migratoria.
Vox aplaude sus medidas
En las filas de Vox aplauden las medidas de Italia y varios son los diputados que, precisamente, a raíz de una portada de ABC publicada este fin de semana en la que se dice que Meloni ha moderado su discurso y que camina hacia el centro, han salido en defensa de su aliada política. "Los balbuceos del peperismo conmueven. Llamaron a Meloni ultra, histérica, fascista, mussoliniana. Ahora que gobierna con éxito y el PP (Forza Italia) desaparece disuelta en la derecha nacional, dicen que cambia ella. No. Meloni es de Vox. Y de Abascal en Moncloa dirán lo mismo", resume el eurodiputado de Vox Hermann Tertsch.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación