El Ministerio de Defensa pondrá en marcha un llamativo plan para evitar la propagación del coronavirus en sus instalaciones: habilitar luces ultravioleta en los ascensores del propio ministerio y en una serie de dependencias periféricas, como la residencia militar El Alcázar o en el arzobispado militar, entre otros. El departamento dirigido por Margarita Robles ya ha designado un presupuesto que roza los 60.000 euros para el suministro del sistema, instalación y su correspondiente puesta en marcha.
La Subdirección General de Servicios Económicos y Pagadurías, dependiente de la subsecretaría de Estado de Defensa, ha puesto en marcha el procedimiento de contratación, que aún debe resolverse mediante concurso y adjudicación. El objetivo: eliminar cualquier rastro del coronavirus en las superficies de los ascensores del ministerio y en otras dependencias periféricas.
En concreto, se prevé instalar luces ultravioleta en 15 ascensores o montacargas del edificio donde se erigen las dependencias ministeriales, en el céntrico paseo de la Castellana de Madrid. La licitación contempla un presupuesto máximo de 18.358,73 euros, IVA incluido. El pliego de prescripciones técnicas detalla que, a día de hoy, "no existe ningún elemento": "Toda la instalación es de nueva factura en su totalidad".
En una segunda licitación se contempla la instalación de este sistema en los ascensores de once dependencias periféricas del Ministerio de Defensa, todas ellas en Madrid. El pliego recoge espacios como la residencia militar El Alcázar -en la calle Diego de León-, el arzobispado militar, la residencia militar El Quijote -en la calle Federico y Gali-, las Reales y Militares Órdenes, o el complejo de oficinas que Defensa tiene en Isaac Peral, entre otras. Para todas ellas ha designado unos fondos por importe de 41.613,11 euros, IVA incluido.
Así es el sistema
Los pliegos ofrecen los requisitos que deben cumplir las instalaciones de luces ultravioleta en estas instalaciones. "El sistema de control obtiene las señales del ascensor y enciende y apaga la lámpara de desinfección UV de manera inmediata cuando un usuario entra en cabina". Y añade: "Cuando se recibe la señal de ascensor en modo stand-by, la lámpara se conecta durante 30 minutos. Cuando la señal de operación del ascensor o el sensor de presencia detecta movimiento biológico (personas y animales), la lámpara se apaga de manera inmediata".
La empresa instaladora, además, deberá brindar un sistema de almacenamiento de estadísticas que alerte al personal del Ministerio de Defensa cuando sea necesario reemplazar una luz ultravioleta. También un sistema de conexión por bluetooth que evite tocar manualmente el sistema de control. “Totalmente instalado, probado y funcionado”, advierten los pliegos. La Subdirección General de Servicios Económicos y Pagadurías también pide una garantía de funcionamiento de, al menos, dos años.
Las pruebas con luces ultravioleta
Como contó Vozpópuli, el Ejército de Tierra puso en marcha el pasado mes de mayo un programa conocido bajo el nombre de Proyecto Atila. Bajo esta denominación se recoge la adaptación de un robot Teodor, habitualmente empleado para la desactivación de explosivos, a un nuevo sistema de lucha contra el coronavirus mediante luces ultravioleta.
"Habrá que esperar resultados", afirmaban por entonces fuentes del Ministerio de Defensa. Cinco meses después, la misma técnica se instalará en los ascensores de este departamento atendiendo las opiniones de la comunidad científica, que sostiene que las luces ultravioleta pueden desinfectar las superficies y dejarlas libres de virus.
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