La Justicia investigará la denuncia de Luis del Rivero acerca de que fue víctima de un ataque informático a sus ordenadores en pleno caso Villarejo. El juzgado de instrucción número 14 de Madrid ha incoado diligencias al considerar que los hechos denunciados por el expresidente de Sacyr podrían ser constitutivos de delito y ha encargado a la Policía que rastree el hackeo al correo electrónico del empresario.
En un auto que avanza Vozpópuli, el titular de este juzgado de Plaza de Castilla explica que, de los hechos que denunció Del Rivero en octubre, se presume la existencia de una posible infracción penal. Por ese motivo anuncia que se practicarán las diligencias necesarias para esclarecer lo ocurrido. El juez libra oficio a la unidad adscrita en los juzgados de la Policía Nacional para que "averigüe la identidad de los posibles autores".
De esta forma, el instructor se compromete a investigar el hackeo que sufrió el que fuera presidente de Sacyr mientras se preparaba para personarse en una de las piezas del caso Villarejo. Tal y como informó este medio, Del Rivero pidió a la Justicia que indagase los hechos ocurridos a comienzos de 2020 por presunto delito de intrusismo informático y descubrimiento de secretos.
Del Rivero, doble víctima de Villarejo
El empresario murciano explicó que sufrió varios ataques a dos ordenadores, todos ellos de su propiedad, en un momento "clave" del caso Villarejo. En concreto, en paralelo al inicio de la pieza número 21 de esta macrocausa, relativa a un encargo que Repsol y Caixa efectuaron al comisario jubilado (proyecto Wine). El trabajo, que se remonta a 2011, tenía como objetivo frenar el intento de Sacyr, constructora que entonces presidía, de hacerse con un tercio de las acciones de Repsol en una operación conjunta con la mexicana Pemex.
Quien perpetró los hechos estaba interesado en conocer y adelantarse a los movimientos de Del Rivero e incluso obtener información de los familiares
Pero Del Rivero ya litigaba antes de este episodio en el conocido como caso Tándem. Al comienzo de la instrucción se personó en la pieza número 9 relativa a la investigación por los encargos del BBVA a las empresas del policía. El primero de ellos, que se fraguó en el año 2004 y que llevaba por nombre 'proyecto Trampa' implicó seguimientos y obtención de datos confidenciales de empresarios, políticos y banqueros implicados en una acción de Sacyr para asaltar el capital del banco. Del Rivero fue uno de los principales espiados.
Según recoge la denuncia, los dos hackeos se produjeron en un momento relevante de la investigación para Del Rivero. El primero tuvo lugar el 20 de enero de 2020, después de la primera comunicación que mantuvo con su abogado para estudiar su personación como víctima en la Audiencia Nacional. En aquel momento, su letrado le dio traslado del borrador del escrito que se interpuso para poder litigar como perjudicado.
Infección con virus troyanos
El segundo tuvo lugar ya en septiembre de aquel año. Apenas dos meses antes, su abogado había presentado a la causa "el primer escrito de trascendencia y calado" en relación con el espionaje que acometió Villarejo. Para entonces ya habían trascendido más detalles del trabajo, por el que Villarejo pidió un millón de euros a la petrolera y a Caixabank.
"Parece evidente, pues, que quien haya perpetrado los hechos que se denuncian en este escrito estaba interesado en conocer y/o adelantarse a los movimientos procesales del Sr. Del Rivero e incluso obtener información de sus familiares ante la presentación del primer escrito en el que abordaba los hechos de los que había sido víctima y aportaba multitud de datos de interés para la investigación y situar aquellos en su debido contexto", reza su escrito.
El pasado mes de abril, Del Rivero contrató los servicios de un laboratorio experto en sistemas informáticos para que examinara los dos ordenadores hackeados. Con relación al primero de los dispositivos, los peritos localizaron al menos 16 archivos borrados con capacidad de infección. Se trata de troyanos con los que se consiguió enviar la información fuera del equipo.
Uno de ellos entró a través de una de las dos cuentas de correo electrónico que ahora se van a investigar. Su secretaria lo abrió pensando que contenía una factura, ya que así lo recogía el contenido del mensaje. Algo muy similar ocurrió con el segundo dispositivo. En este caso el virus entró a través de otro correo a la cuenta privada de Luis del Rivero.
Operación Wine
Los ataques se produjeron en paralelo al avance de la investigación en la Audiencia Nacional por el proyecto Wine. La investigación policial permitió acreditar que los jefes de seguridad de Repsol y Caixa acudieron a Villarejo para frenar la acción que planeaba Sacyr. El comisario entró en acción y controló las llamadas de Del Rivero, su mujer y de otros afectados como el jefe de Seguridad de la constructora, Rodrigo Álvarez o el que fuera director financiero de Repsol, Fernando Ramírez Mazarredo.
Gracias a los informes elaborados por Villarejo se pudo saber que se accedió a información confidencial de carácter reservado, vulnerando así los derechos de las víctimas. El magistrado, que llegó a imputar en la causa a los dos entes, así como a Isidre Fainé y Antonio Brufau (además de otros exaltos cargos) acabó delegando la responsabilidad en los jefes de seguridad de ambas firmas, por ser los que fraguaron esta contratación. Del Rivero, por su parte, ha permanecido personado en su condición de perjudicado de estos hechos.
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