A finales del año pasado, el Ministerio de Cultura de Miquel Iceta trató de poner en marcha un proceso de descolonización en los museos españoles. Este consistía, básicamente, en revisar todas las colecciones y el arte relacionado con el Descubrimiento de América que hubiera en las galerías nacionales. De entre todas las sospechosas de albergar arte colonialista, destaca el Museo de América. Epicentro de todo rastro de cultura traído desde América.
La idea no la hizo pública Miquel Iceta, de hecho, la puso en boca del gran público Fernando Sáez de Lara, director del Museo Nacional de Antropología, quien comentó que desde el Ministerio de Cultura "hemos conseguido poner en marcha un grupo de trabajo de descolonización de colecciones. Todavía no se ha formado, pero ya tenemos el encargo de desarrollar su filosofía y su plan de trabajo", advirtió Sáez en noviembre de 2022 en el VII Encuentro Cultura y Ciudadanía que se celebró en Sevilla.
Pese a lo descabellado que suena para cualquier persona con un mínimo de conocimiento en historia, este giro de 180 grados responde al complejo que la sociedad española ha generado en los últimos años. Ese continuo pedir perdón por decisiones que acometieron nuestros antepasados hace más de 500 años.
En la línea de lo expuesto, Sáez de Lara perfiló sus declaraciones añadiendo que "no podemos mirar para otro sitio o meter la cabeza en el agujero. Tenemos que abordar este reto. Las posturas más radicales piden cerrar los museos. A nosotros nos toca tratar de hacer algo nuevo: descolonizar los museos. Estamos sometiendo a una visión crítica toda esa historia", finalizó.
Una descolonización fallida
El Ministerio de Cultura ha tratado en estos últimos meses, sin éxito, de formar un plan de respuesta ante posibles peticiones para devolver piezas de arte que puedan reclamar algunas naciones de América del Sur. El cóctel de culpabilidad, falta de cultura e ideario ha derivado en este movimiento de descolonización de los museos españoles. Agenda 2030 way of life.
Desde el Gobierno pone en valor las acciones que están llevando a cabo naciones como Francia o Alemania en este apartado. Incluso contamos en Vozpópuli como en Reino Unido hay cada vez voces más críticas con el patrimonio del Museo Británico. Alemania formó una comisión de expertos para atender las peticiones de repatriación de las 50.000 piezas que poseen de su época colonial, mientras que Francia ha dado pasos de cara a la galería con países como Senegal, pero renuncia a desprenderse de su enorme colección africana.
Uno de los principales focos de la polémica está en el Tesoro de los Quimbaya, que actualmente se encuentra en el Museo de América. Este fue un regalo del presidente colombiano, Carlos Holguín, a la Reina Regente María Cristina de Habsburgo en 1892, en agradecimiento por la labor de mediación en el conflicto que mantuvo Colombia con Venezuela, el cual terminó con Guajira formando parte del territorio colombiano. Pese a que, inicialmente, se exhibía en el Museo Arqueológico Nacional, terminó en el Museo de América, donde hoy descansa.
Los museos que corrían peligro eran el citado Museo de América, el Museo Nacional de Antropología y el Museo Nacional de Escultura. Según ha podido saber este diario, ninguno de ellos ha recibido comunicación alguna al respecto de este proceso de descolonización que anunció en su día Sáez de Lara.
El propio Iceta negó las palabras de Sáez de Lara, al que no tildó de mentiroso por razones obvias, pero dejó claro que el Ministerio de Cultura no iba a entrar en algo tan farragoso como revisar e iniciar el proceso de descolonización de museos de tanta importancia a nivel nacional como los mencionados arriba.
Sin embargo, lo que sí está sucediendo es que se está formando a los nuevos conservadores en materia de descolonización. Tanto es así, que en el temario de la convocatoria de oferta de empleo público de las promociones de 2018 y 2019 se añadió. Además, la Subdirección General de Museos Estatales incluyó en las prácticas de funcionarios "relecturas de las colecciones desde una perspectiva postcolonial".
El cuento de nunca acabar con este Gobierno. Por delante, Iceta negando la mayor. Por detrás, el Ministerio poniendo en marcha esta transformación ideológica de los profesionales a cargo de los museos, con la firme intención de sostener su teoría de la descolonización.
En definitiva, y como ejemplo clarificador de la inacción de esta legislatura, el resultado de esta descolonización es absolutamente nefasto. Ni tan siquiera se ha llevado a cabo traslado de obras concretas o acciones con naciones americanas, todo ha quedado en un discurso de cara a la galería. El adelanto electoral de los comicios generales al 23 de julio pondrá fin, si sale elegido un gobierno de corte conservador, a esta voladura artística y cultural que Miquel Iceta y el Ministerio de Cultura nos han intentado vender como revisionismo histórico.
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