El exconseller de Cultura Lluís Puig ha reconocido este miércoles que no está seguro de tener "ganas de volver" a Cataluña tras conocer que el Tribunal Supremo haya decidido no aplicarle la ley de amnistía. "No sé si al final tendré ganas de volver o no, encontrarme con lo que hay con 90 años no sé si merecerá la pena", ha confesado el ex de Cultura de la Generalitat.
Así lo ha dicho en declaraciones a RAC1 dos días después de conocer que el juez del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, haya decidido no aplicarle la ley de amnistía, convirtiéndose en otra de las excepciones a la ley.
Puig se suma al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y al exconseller Toni Comín, a la lista de políticos catalanes que no podrán beneficiarse de la amnistía al considerar que la malversación no entra en los supuestos de la ley.
Lluís Puig ha confesado que, con la aprobación de la ley de amnistía, "se veía una luz al final del túnel", esperanza que con la decisión de Llarena ve disiparse: "Ahora no sé si hay ninguna luz al final de ningún túnel. El desengaño, el asumir que quizás no se acabará nunca es algo que tienes que interiorizar dentro tuyo".
"Cómo tengo que volver, si vivo en países libres europeos, democráticos, en los que se respetan mis derechos fundamentales y puedo ir tranquilamente delante de la policía y los tribunales sin miedo a que tengan una sentencia dictada", ha excusado el exconseller.
Pese a su desencanto, Puig presentará un recurso de apelación e intentará presentar un recurso al Tribunal Constitucional en octubre, aunque ha admitido que, de aquí a que resuelva el TC "pueden pasar meses o años y, entre medias, pueden pasar muchas cosas".
El exconseller también ha retado a Llarena y se ha preguntado si el juez del Supremo, emitirá otra orden de detención europea en su contra, al tener la "obligación" de "perseguirlos" si considera que son culpables.
Las promesas de Puigdemont y Comín de volver a España
Toni Comín, exconseller de Salud, es otro de los políticos catalanes fugados que tampoco se beneficiará de la ley de amnistía, y por ende, no podrá volver a España al estar condenado por malversación. Comín, que en marzo de este año auguró que volvería a España este mes de julio, no pudo recoger su acta de eurodiputado el pasado lunes 1 de julio cuando el resto de parlamentarios juraron o prometieron la Constitución. “Después de siete años ya creo que nos toca volver con la cabeza alta, que es como lo haremos gracias a esta ley”, vaticinó el exconseller a los medios en marzo en unas declaraciones desde el Parlamento Europeo.
Por su parte, el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, ya prometió en repetidas ocasiones, desde febrero, que volvería a España. Fue durante la campaña de las elecciones autonómicas catalanas, cuando prometió en los distintos mítines que dio que volvería a España y puso fecha: "volveré el día de la investidura tanto si gano como si no", prometió en una entrevista en RAC1.
Ya en abril cambió su residencia de Waterloo a Vallespir, en el sur de Francia y a tan solo 30 kilómetros de la frontera española. "Mi compromiso, si soy candidato a la investidura, es que dejaré el exilio para siempre", zanjó apuntando que si los jueces "se niegan a cumplir la ley" asistiría de igual forma al Pleno de investidura. De esta manera, Puigdemont prometió a sus votantes, en un mitin en la localidad francesa de Elna, en el sur de Francia, que volvería a Cataluña si fuera candidato a la Generalitat, sin importar cual fuera la situación en España.
Pese a prometer en varias ocasiones, sobre todo por parte del expresidente catalán, su retorno a España, ninguno de los dos fugados se ha decidido por dar el paso y volver a primera línea de la política catalana.
Wagensberg a contracorriente
Rubén Wagensberg, diputado de ERC, y actualmente acusado por terrorismo, sigue un rumbo totalmente diferente a los políticos catalanes fugados. Desde las navidades pasadas, Wagensberg se encuentra fugado en Ginebra, Suiza, ya que vio su nombre en numerosas ocasiones ligado a Tsumani Democràtic, por esta razón decidió coger una baja médica por ansiedad.
La Audiencia Nacional ya apuntaba al político de ERC por su participación en el movimiento que impulsó las protestas contra la sentencia del procés y también se le responsabiliza de la comunicación en la aplicación Tsunami Democràtic gracias a la que se pusieron en marcha los bloqueos de la AP-7 a la altura de frontera con Francia y los del aeropuerto de El Prat; además de varios altercados en los que varios policías nacionales acabaron heridos de gravedad.
Wagensberg, en distintas entrevistas a medios de comunicación, confió en que la causa contra él quedaría archivada y veía ciertas esperanzas en el posicionamiento de la Fiscalía, por lo que no ha descartado en un futuro regresar a España, siempre y cuando la amnistía le sea aplicable.
Alay pide apartar al juez Aguirre y le acusa de ser parcial
Josep Lluís Alay, asesor del expresidente catalán Carles Puigdemont, ha pedido nuevamente, mediante un escrito presentado este miércoles en el juzgado, que se aparte al juez Joaquín Aguirre del caso Volhov, que investiga una supuesta injerencia rusa en el procés. Alay ha defendido que existe una falta de imparcialidad en el magistrado.
El asesor del expresidente de la Generalitat ha vuelto a pedir la recusación del juez a la que ha añadido una supuesta conversación grabada al magistrado que el pasado lunes publicaron varios medios y en la que, además de presumir de tumbar la amnistía dice: "Al Gobierno le quedan dos telediarios alemanes. Y ya está. A tomar por culo".
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