Una mujer de 81 años ha sido detenida en el aeropuerto internacional José María Córdova, en el departamento colombiano de Antioquia, cuando intentaba viajar a España con tres kilos de cocaína escondidos en su silla de ruedas.
La detenida, que ha sido imputada por tráfico y posesión de estupefacientes, tenía intención de coger un vuelo con destino a Madrid. Sin embargo, ha sido interceptada por varios agentes de la Policía Antinarcóticos, que detectaron la droga.
"Todo indica que la señora viajaba sola, y que en Europa se reuniría con sus familiares", ha explicado el coronel Giovanny Buitrago Beltrán, comandante de la Policía de Antioquia, según ha informado el diario local 'El Tiempo'.
El agente ha indicado que la pericia de los agentes Antinarcóticos los llevó a perfilar a la señora e hizo que encontraran "en los hierros que conforman la estructura de su silla de ruedas la cocaína".
"Es un trabajo muy dispendioso, desarmar una silla de ruedas para cargarla con la droga, muy seguramente detrás del envío está una red criminal muy bien estructurada", ha manifestado el coronel Buitrago.
La silla presentaba una pintura de color negro reciente y accesorios que no eran acordes a la misma
Los agentes Antinarcóticos, en los controles, observaron que la silla presentaba una pintura de color negro reciente y accesorios que no eran acordes a la misma.
"Se realizó un orificio a una de las varillas con el taladro, encontrando en esta una sustancia pulverulenta de color blanco que cubría las varillas completamente, con un olor fuerte de características similares a sustancia estupefaciente", ha indicado la Policía en un comunicado.
"No se dejen engañar"
En este sentido, el texto recoge que "de inmediato se procede a realizar prueba de narco test, la cual arroja como resultado preliminar positivo para cocaína, esta silla tiene un peso total de 17 kilogramos".
El comandante de la Policía en Antioquia señaló que este es el tercer caso este año en el que las redes de narcotraficantes instrumentalizan señores mayores para el tráfico de estupefacientes.
"Ven a las personas de la tercera edad como presas fáciles, y las convencen sobre la base de que la ley tiene algunas prorrogativas por tratarse de personas mayores. Por eso hacemos un llamado a que no se dejen engañar", asegura Buitrago.