Agentes de la Policía Nacional han detenido en Sevilla a un estudiante que, presuntamente, actuaba como líder e instructor de otros pedófilos extranjeros en foros de intercambio de pornografía infantil, según ha informado la Policía Nacional.
El detenido mantenía contacto con numerosas personas a través de distintas aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales, almacenaba gran cantidad de material pornográfico de menores de edad y era administrador de grupos muy cerrados y valorados por otros pedófilos, a los que exigía condiciones extremas para su acceso como el envío de imágenes de incestos reales.
La detención se produjo en el marco de una operación contra la pornografía infantil en la que han sido detenidas otras siete personas más en Barcelona (2), A Coruña (1), Comunidad Valenciana (2) y Madrid (2). Además, otras tres han sido imputadas y un menor de edad puesto bajo protección, ya que el material sexual que compartía era protagonizado por sí mismo.
Uno de los detenidos en la provincia de Madrid, además de descargar pornografía infantil por diversos medios, la exhibía públicamente a cientos de personas a través de una conocida red social "para ganar más likes y prestigio".
Colaboración internacional
La operación se inició gracias a la colaboración existente entre distintos países en la lucha contra el cibercrimen. Agentes de la Policía Nacional recibieron diversa información, procedente del cuerpo policial de los Estados Unidos de América HSI (Homeland Security Investigations), acerca de que diferentes personas en España estarían compartiendo pornografía infantil a través de Internet.
Durante la investigación, los policías consiguieron averiguar que tres personas estaban compartiendo pornografía infantil a través de Internet desde Barcelona. Así, tras varias pesquisas destinadas a su identificación, dos hombres fueron detenidos y un menor imputado por distribuir pornografía infantil a través de Internet.
En el caso de uno de los detenidos, para evitar ser identificado, utilizaba en las redes sociales únicamente los datos personales que compartía con su progenitor, lo que arrojaba dudas acerca de cuál de los dos era el que compartía el material pedófilo.
A medida que avanzaba la investigación, los agentes detectaron que un estudiante, de 28 de edad y residente en Sevilla, era el más activo de todos los investigados. El joven mantenía contacto con numerosas personas con las que intercambiaba pornografía infantil a través de todas las aplicaciones de mensajería instantánea y redes sociales que tenía instaladas en su teléfono móvil, en el que almacenaba un enorme volumen de archivos enviados.
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