Los Mossos d’Esquadra, la Policía Nacional y la Policía Portuguesa han detenido a 54 personas en una operación conjunta en la que han desmantelado una red criminal acusada de estafar más de 2,5 millones de euros a 84 ancianos a través de llamadas telefónicas en Cataluña, Andalucía y Portugal.
Durante el operativo policial se han detectado un amplio número de víctimas de engaños a través del método del 'vishing', por el que una persona les llamaba haciéndose pasar por un trabajador de su entidad bancaria y les alertaba de que habían detectado una operativa sospechosa en su cuenta, que probablemente era de criminales que querían robarles su dinero y objetos de valor.
Una vez conseguían convencer a la víctima, pasaban a la segunda parte del engaño, en el que un supuesto técnico visitaba el domicilio particular haciéndose pasar por trabajador del banco o policía y convencía a la víctima de que le diese su tarjeta bancaria y sus joyas para llevarlas a un sitio seguro.
La organización criminal estaba deslocalizada para dificultar la investigación policial, de forma que los jefes del entramado realizaban las llamadas telefónicas desde Portugal, mientras que los ejecutores del fraude actuaban en Andalucía y Cataluña.
Una estructura firme y jerarquizada
Según han explicado en una rueda de prensa conjunta los representantes de los tres cuerpos policiales que han participado en este dispositivo, la organización criminal tenía una estructura firme y jerarquizada con perfiles muy profesionales con experiencia y antecedentes por hechos similares.
Una vez obtenido el dinero, el capital en efectivo lo llevaban escondido en vehículos hacia Portugal o lo enviaban a través de agencias especializadas, mientras que las trasferencias las recibían 'mulas' que hacían de intermediarios y reenviaban el dinero a la cúpula de la organización en Portugal. Además, para blanquear los beneficios, los criminales también compraban y vendían productos de alta gama o incluso lingotes de oro, que les permitía un transporte fácil.
Todas las detenciones se efectuaron el pasado 4 de junio en un operativo con 19 entradas y registros, una en Tarragona, cuatro en Sevilla y 14 en Faro (Portugal), en las que los investigadores encontraron joyas, equipos informáticos, más de 20.000 euros y documentación que relacionaba a los sospechosos con los hechos.
En total, fueron detenidas 54 personas, de las cuales siete ya han entrado en prisión, entre los que se encuentran los tres principales dirigentes de la organización que fueron localizados en Portugal. A los integrantes de la organización se les atribuyen delitos de pertenencia a grupo criminal, estafa, blanqueo de capitales y robos con violencia e intimidación, puesto que en algunas de las visitas los autores ejercieron violencia para intimidar y coaccionar a la víctima.
Aunque la policía da por desmantelada completamente la organización, el dispositivo continúa abierto a la espera de realizar más detenciones.
Víctimas muy vulnerables
El subinspector de Mossos d’Esquadra José Ángel Merino, jefe también del área central de Delitos Económicos de la División de Investigación Criminal (DIC), ha explicado que más del 80% de las víctimas se concentraban básicamente en Barcelona y su área de influencia y todas eran personas "muy vulnerables", de avanzada edad y que vivían solas.
Asimismo, ha señalado que una de las evidencias de este proceso es que los autores buscaban a personas con nombres asociados a víctimas de edad avanzada para localizar perfiles de entre 70 y 90 años y una vez entablaban conversación con ellos hacían un primer filtro para determinar si eran víctimas potenciales para avanzar a la siguiente fase con la visita al domicilio.
Para encontrar a las víctimas, los autores realizaban llamadas masivas a teléfonos fijos de una misma localidad. La policía ha destacado la “enorme capacidad de persuasión y manipulación” del entramado criminal y su habilidad para “exprimir a sus víctimas” y han puesto el ejemplo de una mujer de 74 años que vivía sola a la que estafaron hasta 40.000 euros en un periodo de 8 días.
Los Mossos d’Esquadra han alertado de que el 'vishing' ya es la tercera modalidad de fraude, con más de 3.000 denuncias por hechos relacionadas con este tipo de estafas. Además, han advertido de que este tipo de engaños tienen muchas modalidades en las que el autor llama a la víctima y se hace pasar por un operador externo que puede ser de una entidad bancaria, como en este caso, o de empresas de transporte, suministro de energía, correos u otras compañías para captar datos personales o bancarios.
El subinspector José Ángel Merino ha dicho que los cuerpos policiales también están atentos a nuevas modalidades de fraude, como el Deep Fake, en el que los criminales utilizan la Inteligencia Artificial (IA) para simular la voz de otra persona, que puede suponer una amenaza en aumento.
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