La Policía Nacional se ha incautado 2.200 kilos de hachís y cinco armas de fuego en una operación en la que ha detenido a siete personas de una organización asentada en la provincia de Murcia que se hacían pasar por policías para el robo de droga que después distribuían en camiones por Europa.
Los arrestados, de nacionalidad española, marroquí, italiana y británica, utilizaban el método del vuelco para sustraer los estupefacientes a otras organizaciones dedicadas al narcotráfico, informa la Dirección General de la Policía.
El grupo aprovechaba el hecho de que las denuncias por este tipo de robos son inusuales y almacenaba la droga en naves industriales de empresas de transportes y chalets de zonas residenciales para ocultar la actividad delictiva. Al encontrar un comprador, procedían al transporte del hachís, además de marihuana, en compartimentos ocultos en depósitos de combustible de camiones que tenían como destinos principales Italia y Reino Unido.
La organización alcanzó tal maestría en fabricar los escondites que consiguieron pasar controles de combustible sin despertar sospechas.
Operación europea conjunta
Las pesquisas comenzaron en el mes de enero con el apoyo de la Agencia Nacional del Crimen (NCA) británica y la Policía italiana en Alicante y Murcia.
Los agentes detectaron que la organización almacenaba una gran parte del hachís en una nave del polígono industrial del municipio murciano de Molina de Segura.
En cuatro registros en esta localidad se hallaron dos pistolas, dos fusiles, una pistola detonadora modificada, cargadores y cajas de munición, así como tres camiones, cuatro vehículos, dispositivos de geolocalización, máquinas envasadoras, selladores e inhibidores de frecuencia.
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