Son las 12.30 horas de la mañana de un viernes y por el ajetreo del Cementerio de la Paz, en el norte de Madrid, se intuye que se aproxima una fecha especial: el Día de Todos los Santos. La pandemia de covid-19 y el miedo a los contagios han cambiado el modo de honrar a los difuntos y muchos han decidido adelantar en el calendario las visitas a los cementerios para evitar las aglomeraciones.
"Vengo hoy (viernes) porque no quiero coincidir con mucha gente el domingo", reconoce a Vozpópuli Ana a las puertas del Cementerio de la Paz. Llega cargada de flores acompañada de su hija. Además, explica, ha decidido traer el agua de casa en garrafas para no usar las fuentes distribuidas por el camposanto, cumpliendo así una de las recomendaciones emitidas por las administraciones.
Según nos indica un trabajador de este cementerio, estos días previos al festivo se nota mayor afluencia de gente si se compara con años anteriores. "Mejor así, si no el domingo puede ser una locura", apunta.
Aforo al 50% y grupos de seis personas
Con el mismo objetivo que Ana, el de esquivar el gentío y por ende los contagios, las diferentes administraciones han decretado medidas especiales de seguridad para el Día de Todos los Santos. El uso de mascarilla y el distanciamiento social son dos de las principales, pero el aforo reducido a la mitad y el límite de un máximo de seis personas por grupo también se aplica en los cementerios.
En el caso de Madrid, para garantizar el cumplimiento de las normas la Policía Municipal llevará a cabo controles en las entradas y salidas de los camposantos durante el puente. En concreto, se desplegarán entre 275 y 300 agentes cada día por los cementerios municipales, un 20% más que el año pasado. El dispositivo de este año también cuenta con la participación de la Sección de Apoyo Aéreo que dispondrá de tres drones equipados con cámara de vídeo y sistema de altavoces.
Además de esto, la disposición de gel hidroalcohólico y carteles colocados en diferentes puntos de los cementerios se encargan de recordar a los visitantes el obligado cumplimiento de las medidas. Para mayor tranquilidad, en algunos incluso se encargan de tomar la temperatura a los transeúntes.
Algunas comunidades autónomas como Galicia, además de la obligatoriedad del uso de mascarilla, han limitado el tiempo de estancia en los camposantos a 30 minutos y no permiten grupos de más de cuatro personas.
"Todas estas diferencias con homenajes anteriores a los difuntos marcan un 1 de noviembre en el que, sin duda, se recordará a las miles de víctimas de la pandemia
Cataluña
Más complicado lo tienen en Cataluña. Allí, aunque se han ampliado los horarios de los cementerios para tratar de escalonar las visitas, el confinamiento perimetral dificulta un poco más la celebración del Día de Todos los Santos: únicamente se permiten las visitas a los camposantos ubicados en el lugar de residencia.
Este año el Ayuntamiento de Barcelona también ha optado por no celebrar actividades con público habituales durante este puente como misas, conciertos de música clásica o talleres para niños y familias. Todas estas diferencias con homenajes anteriores a los difuntos marcan un 1 de noviembre en el que, sin duda, se recordará a las miles de víctimas que la pandemia ha dejado en España.
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