El coronel Francisco Javier Jambrina Rodríguez, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de A Coruña, ha señalado hoy que el cuerpo de Diana Quer, que fue hallado en una nave de Rianxo, estaba "lastrado" con ladrillos de hormigón y había sido "atado" por la cintura y hombros con dos cuerdas.
En una rueda de prensa en la Delegación del Gobierno en Galicia, ha indicado que, al lado de las mismas, había ladrillos de hormigón con el objeto de que el cadáver no saliese a la superficie de ese profundo depósito de agua potable en funcionamiento cuando en el recinto estaba operativa una fábrica de gaseosas.
El lugar, al que José Enrique Abuín Gey, alias "El Chicle", guió a los investigadores, es un local privado y cerrado, que no había sido inspeccionado con anterioridad, puesto que solamente se podía acceder al mismo con una orden judicial justificada por una fundada sospecha.
Es por eso que se esperó y que, con toda la información, el pasado fin de semana un perro de rastros biológicos marcó que allí había restos y a continuación ya una cámara submarina detectó el cuerpo, que, según ha contado Jambrina, está "bastante bien conservado", al encontrarse en agua limpia, en la que no hay fauna, tampoco corrientes, y la temperatura es baja y estable.
Se recuperó asimismo de esta especie de pozo el bolso y una brida plástica, acerca de la cual la autopsia, ha avanzado el coronel, determinará si se empleó para estrangularla o atar las manos a la víctima.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación