Jesús P.H., la pareja Juana Canal, realizó este jueves dos confesiones ante los agentes de la Policía Nacional. La presión de los investigadores y las pruebas recogidas en la finca familiar de Navalacruz (Ávila) pusieron contra las cuerdas a este feriante. Primero aseguró que la mató a golpes pero después dijo que la encontró muerta en la casa que compartían en Madrid. En lo que sí coinciden sus versiones es en que trasladó su cadáver para descuartizarlo, según han informado a Vozpópuli fuentes de la investigación.
Jesús fue arrestado el pasado miércoles por la Policía Nacional en su casa en Fuente el Saz y los agentes agotarán las 72 horas que marcan la ley para que este viernes pase a disposición judicial. La detención de este hombre se precipitó gracias a las escuchas telefónicas que autorizó el juzgado el pasado mes de septiembre.
En un primer momento se mostró como un padre y un marido ejemplar lejos de los focos de la investigación. "No soltaba prenda", confiesan estas fuentes policiales. El registro en el domicilio donde vivía con Juana Canal en la calle Boldano de Madrid y la recuperación de más restos óseos y tejidos en Ávila en las últimas semanas fueron un punto de inflexión. Se había puesto nervioso y dio más indicios a los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía Nacional.
"Lo dejé todo muy limpio"
En conversaciones con terceras personas llegó a hacer afirmaciones como "no nos van a pillar" o "lo dejé todo muy limpio" lo que hace sospechar a los investigadores que contó con la ayuda de una tercera persona para trasladar el cuerpo de Juana Canal. Tras los meticulosos registros practicados el miércoles y el jueves en la casa familiar en Navalacruz (Ávila) decidió dar información a los agentes.
En una primera confesión dijo a los agentes que la había matado. Después, cuando llegó su abogado, aseguró que se la encontró muerta la noche del 22 de febrero de 2003 en el número 2 de la Calle Boldano. Sus dos versiones coinciden en el punto de que trasladó su cadáver en coche hasta la finca familiar donde la descuartizó y la enterró en dos maletas en el punto en el que fueron hallados sus primeros restos en 2019. Un camino rural lejos del núcleo urbano.
Localizan más huesos en Ávila
En la casa familiar, los agentes del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil estuvieron buscando las herramientas con las que presuntamente descuartizó el cadáver de Juana. Jesús señaló en un mapa los puntos donde enterró los restos. Es la zona donde un senderista halló el cráneo de la fallecida en 2019.
Los agentes han delimitado la zona en cuadrículas y continuarán su búsqueda de 10 en 10 centímetros. "Hay que ir con cuidado por el estado en el que pueden estar los restos", señalan estas fuentes del caso. Ayer se encontraron más huesos que han sido recogidos por los agentes que tratarán de identificar si pertenecen a la fallecida. Todo hace indicar que así es. Este viernes proseguirán estos trabajos de recuperación.
Investigan si tuvo ayuda para trasladar el cuerpo
Los investigadores barajan que Jesús contó con la ayuda de otra persona para desplazar el cuerpo. Por eso investigan su círculo más próximos ya que se podría detener a otro implicado por el delito de encubrimiento.
El abogado de SOS Desparecidos y letrado de la familia, Juan Manuel Medina, explicó a Vozpópuli que los allegados de Juana Canal tienen la "total y absoluta" confianza en que los investigadores van a esclarecer el crimen y detener a las personas implicadas en él. "Van a pagar sus actos", ha afirmado.
Jesús P.H. recorrió durante los últimos años las fiestas de los pueblos de la Comunidad de Madrid. Después de trabajar como camarero decidió adquirir un camión de perritos calientes con el que se desplazaba a los festejos patronales como feriante. En sus redes sociales no ha recordado la desaparición de Juana Canal ni los avances en la investigación. Es más, contrajo matrimonio seis meses después de su ausencia.
Juana llamó a la Policía la noche de su muerte
Las sospechas de los investigadores siempre habían permanecido en este hombre. La misma noche de su desaparición, Juana Canal llamó a la Policía por un incidente con su pareja. El día siguiente, su hijo encontró una carta escrita por Jesús. "Tu madre y yo hemos tenido una fuerte discusión y ha salido corriendo. He salido en su busca, pero no la he encontrado". Desde ese momento se denunció la desaparición de Juana pero no se encontraron pista.
La desaparición de Juana Canal estuvo aletargada hasta que a finales del 2019 un senderista localizó en Ávila unos restos óseos en una zona rural. En concreto era un fémur y un cráneo que fueron analizados por el Servicio de Criminalista de la Guardia Civil.
Las heridas del detenido en un brazo
Uno de los puntos más complicados del caso es que su novio denunció a Juana Canal dos días de su desaparición por un delito de malos tratos. Ese periodo de tiempo estuvo totalmente ausente y sin participar en la búsqueda de su pareja. Los agentes que revisaron el caso constataron que tenía una herida sangrante en uno de sus brazos por lo que pasó a ser el principal sospechoso, según informan fuentes policiales.
A pesar de esta circunstancia, los años pasaron y el caso no tuvo avances lo que ha sido un auténtico quebradero de cabeza para los agentes de la Unidad Central de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional. Los agentes tenían hasta el mes de febrero para practicar las diligencias ya que la desaparición iba a prescribir.
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