La consejera murciana de Transparencia, Beatriz Ballesteros, ha presentado este jueves su dimisión "irrevocable" tras sentir que había perdido la confianza de Ciudadanos y, en concreto, de su nueva líder, Ana Martínez Vidal, que ostenta los cargos de portavoz y consejera de Empresa en el Gobierno de Fernando López Miras.
Según fuentes consultadas por Europa Press, Ballesteros ha tomado la decisión ya que no se sentía respaldada por Ciudadanos Murcia. Esa pérdida de confianza la ha hecho estar en una postura incómoda ya que no podía comprometer proyectos ni inversiones de su departamento.
La hasta ahora consejera de Transparencia no militaba en Ciudadanos, sino que era independiente de afiliación política. De esta manera, la ya exconsejera volverá a su plaza al juzgado de los mercantil de la Audiencia Provincial de Valencia.
Ciudadanos Murcia ha señalado que "en breve" se designará a la persona que sustituirá a Ballesteros al frente de la Consejería. Una decisión que recaerá en Martínez y, por extensión, en la dirección nacional que dirige Arrimadas.
Debilidad de la vicepresidenta
Con ello, se debilita el equipo de Isabel Franco dentro del Ejecutivo murciano. La vicepresidenta ve como, poco a poco, se la margina. Hace dos meses, los dos hombres fuertes de Arrimadas en la Ejecutiva de Cs, Carlos Cuadrado y José María Espejo, se reunieron con ella en Murcia para pedirle que renunciase a su cargo, que se quedase únicamente con el área de Política Social y así dejar a Martínez que ocupase el puesto de vicepresidenta. Pero Franco se negó a ello.
Cuadrado y Espejo explicaron a Franco que la persona que coordina al partido en la región tiene que ser la vicepresidenta autonómica, pero la aludida replicó que justo eso es lo que ha pedido en los últimos meses sin que la dirección nacional le hiciese caso. El resultado de ello fue que Arrimadas colocó a finales de septiembre a Martínez Vidal de nueva coordinadora regional.
Franco insistió a los emisarios de Arrimadas que su gestión política ha sido buena, sobre todo durante la pandemia, y que no tenía motivos de fondo que la obligasen a dimitir. Fuentes próximas a la vicepresidenta murciana recordaron a Vozpópuli en diciembre que Cs ya le exigió "lealtad" ante las sospechas de pucherazo en las primarias internas de 2019, en las que Franco resultó vencedora entre acusaciones de fraude de su rival Leonardo Pérez.
En este sentido, hicieron hincapié en que la deriva judicial había provocado el "aislamiento y degradación" de Franco dentro del partido, en un intento de que ella misma tirase la toalla. Así que la dimisión de este jueves de la titular de Transparencia se enmarca dentro de esta batalla de Martínez contra Franco para que esta última siga el mismo camino.