La diplomacia española en Marruecos está encontrando severos problemas para gestionar algunos de sus trámites administrativos más habituales. Los problemas que da la plataforma para solicitar citas previas y la venta de las solicitudes que se distribuyen en el mercado negro -que se ofrecen por cantidades que rozan los cien euros- merman desde hace meses las capacidades que ofrecen los consulados, según indican diversas fuentes a Vozpópuli. Por el momento no se ha encontrado una solución estable a las demandas de los ciudadanos españoles y sus familiares residentes en el reino alauí, que lamentan la demora en sus gestiones.
España cuenta con siete consulados generales repartidos por diversas localidades de Marruecos: Rabat, Casablanca, Tánger, Tetuán, Nador, Agadir y Larache, a los que habría que sumar los consulados honorarios de Marrakech, Fez y Essauira. Con esta red diplomática se cubren las necesidades de nuestro país en las diversas demarcaciones del reino alauí; principalmente, la atención de cuestiones administrativas de los ciudadanos españoles, una colonia especialmente numerosa (más de 12.000 personas, según el INE) por las vinculaciones geográficas e históricas entre ambas naciones.
Pero los consulados, además, gestionan los trámites relacionados con los familiares de los españoles que tienen nacionalidad marroquí; un trabajo que se multiplica en los consulados próximos a Ceuta y Melilla, debido a las familias compuestas por personas de ambas nacionalidades: si un español residente en cualquiera de las dos comunidades autónomas quiere recibir la visita de un familiar de nacionalidad marroquí y afincado en el reino alauí, necesitará un visado especial que se concede en estas legaciones diplomáticas.
Mercado negro en Marruecos
El problema llega cuando se intenta pedir la cita previa en los consulados. Los ciudadanos españoles se encuentran con un sistema "colapsado" y en el que apenas hay disponibilidad de ventanas. "Es una pesadilla", aseguran algunos de los afectados en conversación con este diario, al mismo tiempo que lamentan los plazos tan dilatados para conseguir una cita en las legaciones españolas: "Y eso si se consigue".
Porque algunos de estos afectados aseguran que las citas se revenden en el mercado negro. Se trata de un problema que ya se ha extendido en diversas ramas de la Administración española -desde citas en Extranjería hasta la renovación del carné de conducir- y que desde hace tiempo está intrincada en los procedimientos que se gestionan en Marruecos.
"Me piden 1.000 dirhams en el mercado negro para conseguir una cita en el Consulado", detalla uno de los afectados a este diario. Al cambio, algo menos de cien euros. Un negocio muy lucrativo, teniendo en cuenta que la solicitud de las citas previas no requiere desembolso ninguno, y que el colapso del sistema obliga a muchos ciudadanos, apremiados por la urgencia, a recurrir a este mercadeo.
Se trata de una práctica "tan extendida" que los interesados no encuentran grandes dificultades en obtener un número de teléfono marroquí al que llamar para solicitar la cita previa. Una voz al otro lado del terminal las ofrece previo pago de la cantidad referida.
Saturación en las citas
Según ha podido saber Vozpópuli, desde algunos de estos consulados se han reconocido ante los ciudadanos españoles los problemas derivados de la "saturación" del sistema de asignación de citas. El Consejo de Ministros prorrogó el pasado mes de marzo el contrato con la empresa BLS para la tramitación de visados del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, en vigor desde 2016. En fechas recientes se han registrado algunos problemas con el sistema implementado, aunque fuentes diplomáticas afirman que ya se está trabajando en la implementación de un nuevo gestor para minimizar los fallos actuales.
Una situación que se traslada de forma directa a los diplomáticos españoles en Marruecos, más aún teniendo en cuenta la permeabilidad de las fronteras entre ambos países. La concesión de los visados es uno de los trámites más recurrentes en los consulados, que lidian con la saturación de sus sistemas de gestión y con los inconvenientes derivados de la venta de las citas previas en el mercado negro.
Las mismas fuentes diplomáticas justifican, en último caso, que la gestión de estos trámites no requiere de una cita previa. Los ciudadanos españoles, no obstante, aseguran que la ventana de atención sin cita está "tan saturada" que resulta "imposible" realizar ningún trámite.
Una batería de problemas que denuncian los afectados y de los que ya se tiene conocimiento en esferas diplomáticas: el desarrollo de un sistema más ágil -afirman los ciudadanos españoles- evitaría la saturación y frustraría la compra-venta en el mercado negro.
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