La dirección de Vox rebaja la tensión en Baleares. La cúpula del partido de Santiago Abascal ha decidido destensar posturas con Idoia Ribas, portavoz de Vox en Baleares y cabecilla de la rebelión contra las injerencias de Madrid. Antes de que la sangre llegue al río, la directiva ha optado por ceder autonomía a los diputados baleares para que tengan más margen de maniobra del que gozaban hasta ahora. Este acuerdo, alcanzado con la visita de Ignacio Garriga a las islas este miércoles, no ha impedido la salida del diputado José Cardona, el que fuera portavoz adjunto hasta ser destituido por Ribas.
El diputado ha decidido dejar el grupo parlamentario Vox (que no el escaño) al no conseguir su reincorporación como portavoz adjunto. Considera que el partido ha pagado su lealtad con "deslealtad". Y es que la salida de Cardona como portavoz adjunto se produce por decisión de Ribas al mantenerse este fiel a la directiva de la cúpula de aprobar el techo de gasto del PP, algo que la mayoría de diputados no compartían al no haber apoyado los populares su PNL sobre la libre elección de lenguas en Infantil y Primaria.
Vox ha restado importancia a la salida de Cardona achacándola a la normalidad en el desarrollo de los partidos. Ante los medios de comunicación, el ya exdiputado de Vox ha asegurado que las instrucciones del partido eran "precisas" en relación con la imposición de la libre elección de lengua de manera progresiva a lo largo de la legislatura balear y la aprobación del techo de gasto y ha asegurado desconocer el motivo del cambio de criterio.
Por su parte, el secretario general del grupo de Vox en el Congreso, José María Figaredo, requerido por esta cuestión a su entrada en unas jornadas contra la amnistía, ha señalado que la salida de Cardona le produce tristeza y, en nombre del partido, ha agradecido sus servicios al partido de Santiago Abascal. La crisis de Vox en Baleares es la primera brecha en la política de mano dura que la dirección quiere implementar en sus comunidades autónomas. La figura clave en este sentido es Montserrat Lluis, vicesecretaria de Acción Política y correa de transmisión de las decisiones políticas de Madrid hacia los territorios.
Lluis puenteó a Idoia Ribas para negociar directamente con la presidenta del Govern, Marga Prohens, la posición del partido sobre el techo de gasto del Ejecutivo popular, lo que hizo saltar por los aires la situación. Ribas entró en cólera ante este feo de Lluis, más habitual de lo que les gustaría a los cargos regionales consultados por este periódico. El grupo parlamentario de Vox en Baleares votó en contra del techo de gasto del PP, oponiéndose a lo dictaminado desde Madrid.
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