España

Divorcio en la sanidad privada: los hospitales se hartan de las bajas primas de los seguros

Los médicos de la privada llevan 30 años sin que se actualicen sus baremos por intervenciones sanitarias, mientras que los seguros siguen aumentando su facturación y cartera de clientes año tras año. Los hospitales privados apoyan a los médicos en este pulso porque se están quedando sin profesionales

Madrid no es el único punto candente de la sanidad en nuestro país. A lo largo y ancho del territorio nacional se libra otra batalla en la palestra sanitaria entre David y Goliat. Los médicos que ejercen su actividad en la sanidad privada se han cansado de lo poco que cobran por sus intervenciones (entre 7 y 15 euros por una consulta ambulatoria) mientras que las grandes aseguradoras del sector (SegurCaixa Adeslas, Asisa, DKV, etc.) no dejan de ganar dinero y clientes. Los médicos cuentan como aliados a los propios hospitales privados, a los que no les beneficia nada esta situación.

Los médicos de la sanidad privada llevan 30 años con los baremos congelados. Es decir, tres décadas cobrando lo mismo por sus consultas pese a los cambios en el IPC o los cuantiosos beneficios del sector asegurador. La Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras (Unespa) así lo muestra en sus propios informes. Este año, el porcentaje de españoles con seguro de salud privado asciende al 24%, un 3% más que hace un año. En la primera mitad de 2022, los seguros de salud privados han supuesto unos ingresos de 5.287 millones de euros para las aseguradoras, un 7,26% más que en el mismo período del pasado año.

Esta buena salud económica de la que gozan las compañías de este sector no se ha visto trasladada a los emolumentos de los profesionales médicos, como lleva tiempo denunciando la Unión Profesional de Médicos de Ejercicio Libre (Unipromel). "La sanidad pública está mal pagada, pero es que la privada está peor pagada", comentaba en este periódico hace poco el doctor Ignacio Guerrero, presidente de Unipromel. Esta situación molesta, y mucho, a los hospitales privados, que se encuentran con cada vez más dificultades para encontrar a profesionales dispuestos a trabajar en el sector. Prefieren irse a la pública o a otro país donde la actividad esté mejor remunerada.

La patronal de la sanidad privada (ASPE) ha tratado en diversas ocasiones de contactar con Unespa para alcanzar algún tipo de acuerdo, aunque fuera mediante un pacto sobre buenas prácticas. Desde Unespa, en cambio, han cerrado la puerta a la conversación argumentando que carecen "de competencias" para llegar a acuerdos. Los precios que cobra cada médico se negocian individualmente al tratarse de una relación mercantil, lo que deja al sanitario en una condición de inferioridad sublime frente a la aseguradora.

Pólizas low cost

El presidente de ASPE, Carlos Rus, lamenta en declaraciones a Vozpópuli que "las aseguradoras no pueden proponer una subida del 2%, como han hecho, tal y como está la inflación. Además, si analizas las cuentas del sector asegurador, es evidente que les están yendo muy bien las cosas".

Rus explica que en los contratos con los médicos una parte va para la aseguradora, otra para el hospital que pone las instalaciones y el porcentaje restante para el profesional. "Estamos viendo pólizas low cost en las que por 30 euros se te garantiza atención sanitaria ilimitada para toda la familia. Esto es económicamente insostenible. Lo que está ocurriendo es que profesionales se están cansando del sector y optando por irse, como es lógico, lo que ahonda en la escasez de personal". 

No podemos tratar el sector salud como uno de reparación de cochesCarlos Rus, presidente de ASPE

El presidente de ASPE cree que las compañías de seguros cometen un error cuando equiparan el sector salud con el del automóvil: "No podemos tratar el sector salud como uno de reparación de coches. En las negociaciones de los baremos están en superioridad de condiciones, porque el 65% de la facturación de los grupos hospitalarios viene de los seguros. La negociación es uno a uno y nosotros, como patronal, no podemos intermediar. Además, hay poca receptividad por parte del sector asegurador".

La escasez de profesionales es un problema que afecta tanto a la sanidad pública, como a la privada. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reconocía públicamente que no era posible reforzar las plantillas de Atención Primaria porque no había profesionales suficientes en el mercado laboral. "Médico que esté en paro, médico que contrato esta tarde en la Comunidad de Madrid", manifestaba recientemente.

Desde el sector privado han solicitado una serie de medidas a nivel nacional para evitar quedarse sin médicos, como que se incluyan hospitales privados en el circuito MIR o que no se prohíba la compatibilidad laboral entre el sector público y privado de los médicos (como ocurre en varios territorios).

Toque de corneta para las listas de espera

Las elecciones autonómicas y municipales están a la vuelta de la esquina, y las listas de espera récord en sanidad son un equipaje demasiado pesado. Por ello, la mayoría de las comunidades autónomas han anunciado planes de choque para reducir estas listas que pasan por firmar convenios de colaboración con la sanidad privada. Históricas CCAA contra la colaboración público-privada han dado marcha atrás en su discurso habitual, como es el caso de Baleares y Comunidad Valenciana.

Mientras las comunidades avanzan en este sentido, el Gobierno central lo hace justo en dirección contraria. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, sigue empeñada en sacar adelante su 'Ley de Equidad, Universalidad y Cohesión del SNS', una norma que pondrá freno a las colaboraciones público-privadas en sanidad, y que es una promesa adquirida por el PSOE en su pacto de gobierno con Podemos.

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