El Día D cambió el rumbo de la Historia: la gran ofensiva aliada se lanzó sobre Normandía para abrir brecha en una Europa dominada con puño hierro por la Alemania nazi. Aquel 6 de junio de 1944 -fecha de la que ahora se cumplen 80 años- cambió el sentido de la Segunda Guerra Mundial. Es, probablemente, uno de los episodios que ha generado más literatura y cinematografía. Sin embargo, el curso de los acontecimientos podía haber sido distinto. Al menos, así lo temía Francisco Franco, tal y como consta en documentación inédita a la que ha tenido acceso Vozpópuli: el dictador español temía que los aliados pusieran Galicia en el punto de mira para una intervención similar a la de Normandía.
Bajo el título de Estudio preliminar sobre posibilidades de actuación de tropas aerotransportadas en la región de Galicia, la Primera Sección del Alto Estado Mayor preparó un informe donde desglosa las principales fortalezas y desafíos ante un hipotético desembarco aliado: "El reciente ejemplo de Normandía con su fantástica acumulación de material muestra bien a las claras cuál sería nuestra suerte en caso de agresión semejante", detalla el documento.
Para entender el alcance de las investigaciones militares cabe destacar que el informe se elaboró entre noviembre y diciembre de 1944, aunque la rúbrica definitiva no se plasmó hasta el 4 de mayo de 1945. Aparte de la participación de la División Azul, Franco mantuvo a España al margen de la Segunda Guerra Mundial -en un contexto de autarquía y serias limitaciones tras la reciente Guerra Civil-, aunque su afinidad con Adolf Hitler era más que evidente, con la entrevista de Hendaya como hito destacado.
Galicia-Normandía
Así las cosas, Franco ordenó el estudio de la defensa de Galicia ante un ataque aliado como el de Normandía. Historiadores habían tenido acceso al documento, que forma parte del Archivo General e Histórico de Defensa; sin embargo, los papeles nunca habían visto la luz. Hasta ahora, con las revelaciones de este diario coincidiendo con la efeméride del Día D.
Bajo la comisión compuesta por el contralmirante Arturo Génova y Torruella, el coronel Enrique Palacios y Ruiz de Almodóvar y el teniente coronel César Mantilla Lautrec -algunos de ellos llegarían a ocupar puestos destacados en el organigrama militar de Franco-, se elaboró un "estudio preliminar" sobre la "posibilidad de actuación de tropas aerotransportadas en la región de Galicia".
El documento destaca que "son posibles operaciones desde el aire con bases en Portugal, en Francia, en Inglaterra o desde el mar", planteando dos hipótesis principales: "Desembarcos aéreos en gran escala en el interior de la región gallega, con el propósito de irradiar después en cualquier dirección" y "acciones de paracaidistas y de tropas aerotransportadas a retaguardia de las posiciones costeras, que cooperen a la acción que se efectúe desde el mar".
"La primera hipótesis requiere una gran cantidad de medios, pero la cada vez mayor cantidad de ellos que se emplea a medida que avanza la actual contienda [en referencia a la Segunda Guerra Mundial], las grandes posibilidades de la aviación y la generalización del empleo de tropas normales, previamente entrenadas y precedidas por especialistas, permiten vislumbrar que en el porvenir pueda ser factible esta clase de desembarcos aéreos puros, sobre todo cuando todavía no se ha logrado una sistematización de la defensa", indican los autores del informe.
A renglón seguido destacan que la proximidad de la frontera de Portugal hace "todavía más probable" esta posibilidad, "bien como actuación independiente, bien simultaneada con una acción terrestre desde la frontera".
Unidades paracaidistas
Sobre la segunda hipótesis, consideran que la acción desde el mar o desde la frontera terrestre con Portugal podrá realizarse mediante acciones de paracaidistas y divisiones aerotransportadas "para facilitar las operaciones de desembarco o de irrupción por la frontera". Una descripción que encaja con los acontecimientos que se vivieron en Normandía el 6 de junio de 1944.
"Las unidades de paracaidistas que actúen aisladamente sobre cualquier clase de terreno sólo podrán llevar a cabo golpes de mano o bien acciones de cooperación con las unidades de tierra, mientras que las unidades aerotransportadas tienen mayores posibilidades para el combate durante varios días, hasta tanto se verifique el enlace con otras unidades en tierra", destaca el Alto Estado Mayor en su informe.
Por eso, los militares que integran la citada comisión autora del informe, realizaron labores de reconocimiento del terreno, con el objetivo de detectar los principales desafíos en la defensa de Galicia. Así, dividieron las áreas de análisis en cuatro regiones específicas: Rías Altas, Rías Bajas, la región de Lugo y la región de la frontera portuguesa.
Bajo su consideración, el terreno en Galicia, "en su aspecto general", es "muy quebrado y cubierto de abundante vegetación y arbolado"; una circunstancia que reducía la posibilidad de encontrar parajes apropiados "para el establecimiento de aeródromos": "Los que reúnen mejores condiciones para su empleo y en los que encontramos mayor cantidad de ellos son los existentes en la región de Lugo, comprendidos los de Guitiriz, Otero de Rey y Sarria: "No existe en la actualidad aeródromo alguno en la región de las rías Altas", añaden.
El lugar más propicio para esta ofensiva con medios aéreos la establecen en "la meseta de Lugo, en donde en el momento actual hay más aeródromos". No obstante, destacan que "aumenta bastante las dificultades para efectuar operaciones de esta clase el sistema de cercados de las propiedades gallegas, a base de muros de piedra, la división de la propiedad y la extensión de sus bosques".
Un aliado inesperado
El análisis también cuenta con un estudio de las comunicaciones, destacando la "densa red de carreteras". En concreto, incide en "el nudo de comunicaciones de Lugo, desde donde irradian las comunicaciones a toda Galicia", y "el de Monforte-Orense, relacionado con el anterior y con la frontera portuguesa": "Compensa esta red de carreteras las escasas vías férreas que, en parte, coincide con la anterior".
Sin embargo, la comisión militar encargada del estudio en Galicia encontró un socio destacado en una hipotética defensa militar: "La acción de las tropas aerotransportadas está limitada por las condiciones meteorológicas que han de ser favorables [...]. La climatología de la Región Gallega, de los menos favorables de España para la actuación del Área Aérea, es un factor que debe tomarse en cuenta como elemento de defensa".
En concreto, indican que el número de días despejados en la zona de las Rías Altas "varía de 3 a 5 días cada mes" entre octubre y abril, mientras que en Rías Bajas sería "de 7 a 9"; "en la frontera portuguesa de 2 a 3". "El resto de los días son nubosos". También informan de que la niebla "hace prohibitivo" el empleo de las tropas aerotransportadas: "Y si estos días de niebla no coinciden con los de cielo cubierto aumenta el tanto por ciento total en los que se dificulta el empleo de las citadas fuerzas".
El informe de la Primera Sección del Alto Estado Mayor incluye otras valoraciones sobre la defensa de Galicia, estableciendo paralelismos con el desembarco de Normandía, que Vozpópuli revelará en próximas entregas, en un serial de reportajes que coincide con el 80º aniversario del Día D.
*Nota al lector: Documentos inéditos revelan cómo Franco blindó Galicia ante un desembarco aliado como el de Normandía es el primer reportaje de un serial elaborado por este diario con motivo del 80º aniversario del Día D, que continuará los próximos días con nuevas revelaciones.
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