España

La fiscal general Dolores Delgado dimite por razones de salud y deja a su mano derecha

El Gobierno ultima el cese de la fiscal general del Estado, la cual será relevada en el cargo por su mano derecha, el jefe de la Secretaría Técnica, Álvaro García.

Dolores Delgado ha renunciado como fiscal general del Estado. El Consejo de Ministros de este martes ha anunciado el cese de la fiscal, a quien le sustituirá su mano derecha, el jefe de la Secretaría Técnica, Álvaro García Ortiz, según confirman fuentes fiscales y gubernamentales a Vozpópuli. La máxima representante del Ministerio Público deja su cargo por motivos de salud y personales.

La Fiscalía informa en una nota de prensa que Delgado, que asumió el cargo a comienzos de 2020, ha remitido una carta a la ministra de Justicia, Pilar Llop, en la que le ha expresado su voluntad de apartarse del cargo por motivos de salud. Delgado se sometió el pasado 20 de abril a una intervención de urgencia de la columna vertebral que le mantuvo de baja hasta hace apenas unas semanas, cuando retomó su agenda convocando de nuevo el Consejo Fiscal.

Sorpresa en la Fiscalía

En su misiva Delgado subraya que ha sido una decisión muy difícil ya que ha tenido que conjugar su "vocación de servicio público" con el sentido de la responsabilidad, lo que le ha llevado a la convicción de que no se encuentra en las condiciones físicas necesarias para seguir ejerciendo el cargo. La nota precisa que el balance en estos dos años y medio de mandato es "satisfactorio" y que se han conseguido "hitos históricos" en la carrera fiscal.

"Se han cumplido los objetivos del proyecto, en el que se han logrado hitos históricos para la carrera fiscal y la justicia española y un cambio de paradigma en la Fiscalía centrado en la transparencia, los valores democráticos, los derechos humanos, la perspectiva de género y la protección de los más vulnerables", reza la nota.

Mano derecha de Delgado

El anuncio de su cese ha pillado por sorpresa a gran parte de la carrera fiscal que no se esperaba el anuncio de Delgado. Ahora, le sucederá Álvaro García, aunque para asumir el cargo tiene que pasar los trámites que marca la Ley, entre ellos lograr el visto bueno del CGPJ. El fiscal jefe de Sala y jefe de la Secretaría Técnica ha sido hasta la fecha mano derecha de la fiscal general. De hecho asumió su cargo en marzo de 2020, tras la llegada de Dolores Delgado a la cúpula del Ministerio Público.

Al igual que Delgado, García Ortiz pertenece a la asociación progresista UPF. Antes de aterrizar en la Fiscalía General ejerció como fiscal delegado de Medio Ambiente en Galicia. García Ortiz, que ha respaldado a la fiscal general en asuntos tan polémicos como el caso Stampa, ingresó en la carrera fiscal en el año 1999. Su primer destino fue Mahón, en Menorca y en el año 2002 recabó e la Fiscalía de Área de Santiago de Compostela.

Críticas a su gestión

La fiscal general renuncia en plena crisis interna en el órgano. Desde que jurara su cargo proveniente del Ministerio de Justicia, muchos miembros de la carrera fiscal han pedido en reiteradas ocasiones su cese alegando falta de imparcialidad. Especialmente críticos con Delgado han sido la mayoritaria Asociación de Fiscales así como la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF).

En este tiempo ha tenido que hacer frente a conflictos internos que han dañado la imagen del Ministerio Público, tales como la salida de Anticorrupción del exfiscal del caso Villarejo, Ignacio Stampa, los nombramientos de fiscales miembros de la UPF, los últimos ceses en la Fiscalía de Menores y de Extranjería o la reforma legal que coló el PSOE en una enmienda de la Ley Concursal en la que pretendió dotar de la máxima categoría a los fiscales generales salientes en el cargo.

La salida de Delgado, que inició su etapa en el Gobierno con Pedro Sánchez como ministra de Justicia, se suma a la de la exvicesecretaria general del PSOE Adriana Lastra, quien renunció este lunes también por motivos personales -un embarazo de alto riesgo-. El líder socialista está emprendiendo un proceso de renovación de los perfiles políticos más desgastados de su etapa.

Por el momento, el socio de la coalición, Unidas Podemos, rehúsa valorar la salida de Delgado, a quien pusieron en el punto de mira por saltar a la Fiscalía directamente desde el Ministerio de Justicia. Eso sí, según fuentes cercanas a la vicepresidenta segunda del Gobierno y líder morada en Moncloa, Yolanda Díaz, el lado de Unidas Podemos conocía la salida de la ya exfiscal general del Estado. El presidente del Gobierno quiere arrancar el nuevo curso político con un Ejecutivo y un partido renovado.

Una crisis en septiembre

Fuentes gubernamentales apuntan a septiembre como momento para emprender una posible crisis de Gobierno. El director adjunto del gabinete de la presidencia del Gobierno, Antonio Hernando, se postula como recambio. La idea es arrancar el curso político tras el parón veraniego marcando la agenda. Pero todas las fuentes reiteran que solo Sánchez sabe lo que terminará haciendo.

Hasta entonces, Hernando, el otrora portavoz del PSOE en el Congreso, se deja querer para ocupar un cargo que siempre anheló. Es más, una fuente que le conoce muy bien explica que siempre le gustó la posibilidad de llevar una cartera ministerial. El propio Sánchez, desde la tranquilidad que da el poder, se encargó de coser a los suyos en la última crisis de Gobierno, el verano pasado, sacando al ex todo poderoso Iván Redondo de su gabinete y llevando a él a su otro gran amigo: Óscar López.

Fuentes gubernamentales socialistas reconocen que los cambios en el Ejecutivo del año pasado, que supusieron el desembarco de la ministra portavoz, Isabel Rodríguez; de la titular de Ciencia, Diana Morant; de la responsable de Educación, Pilar Alegría; de la encargada de Transportes, Raquel Sánchez y del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, no se han rentabilizado

La ministra de Justicia ha explicado en la comparecencia posterior al Consejo de Ministros que el motivo se debe "exclusivamente" a razones médicas y de salud. Llop ha explicado que los médicos le han recomendado tranquilidad y evitar tensiones advirtiéndole de que su salid está en riesgo. Por ello, consciente de que su trabajo requiere "entrega absoluta" ha decidido abandonar sus funciones como fiscal general.

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