El ex presidente de CEOE Gerardo Díaz Ferrán, ex propietario del Grupo Marsans, sigue generando polémica a raudales y contaminando todo lo que le rodea. Una fotografía aparecida hoy en lacelosía.com, la web de Gonzalo Gartéiz, está levantando una auténtica polvareda en las redes sociales. En ella se puede ver al polémico empresario en compañía del ex presidente balear Juame Matas, el presidente de la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) y a la vez vicepresidente de CEOE, Arturo Fernández, y... Su Majestad el Rey de España, tan aficionado él a las cacerías como a las malas compañías.
La instantánea fue tomada siendo Díaz Ferrán presidente de la gran patronal y tuvo por escenario la finca de 'El Alamín', 1.600 hectáreas de caza en Santa Cruz de Retamar, provincia de Toledo, donde a la sazón se había organizado una batida de perdices a la que fue invitado el Rey. El historial judicial de los retratados es de sobra conocido: el entonces presidente de Baleares, Jaume Matas, fue condenado cuando llegó su hora por malversación, cohecho y prevaricación; de Díaz Ferrán supimos hace escasas fecha que el juez le imputa los delitos indiciarios de alzamiento de bienes, insolvencia punible por la ocultación patrimonial, estafa procesal concursal, falsedad documental y blanqueo de capitales; por su parte, el presidente de CEIM, Arturo Fernández, está imputado por el escándalo Bankia.
En cuanto al Rey, capítulo aparte, se recupera trabajosamente de los achaques provocados en su salud y su prestigio por la ya célebre cacería de elefantes en Botswana. Parece que después de cazar perdices hasta las cinco de la tarde, los invitados –entre los que se encontraban también dos cuñados de Díaz Ferrán y otros empresarios- disfrutaron de una agradable cena seguida de charla y copas hasta la media noche.
La finca de 'El Alamín', propiedad que fue del antaño rumboso Díaz Ferrán, está ahora en manos de un grupo de inversores venezolanos que se la adjudicaron en subasta por la módica suma de 24 millones de euros. La finca había sido hipotecada por Banif, la división de banca privada del Banco Santander que el grupo de Emilio Botín acaba de absorber junto con Banesto, a cuenta de las deudas contraídas por el insolvente Ferrán.
Las relaciones del Rey con Arturo Fernández son proverbiales y rebasan con mucho lo estrictamente cinegético. El propietario del Grupo Cantoblanco de restauración mantiene, en efecto, una relación muy estrecha con don Juan Carlos, tan estrecha que suele ser el comprador habitual de los coches de alta gama que con frecuencia regalan al Rey de España. Fernández, por su parte, se comporta como audaz defensor de la figura del Monarca en todo aquel evento o sarao donde la conducta real pueda ser puesta en solfa.
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