El rey Juan Carlos ha acudido este domingo a comer al restaurante del hotel Landa, muy cerca de Burgos. Después, ha pasado a la tienda del mismo para comprar morcillas y a su salida, se ha fotografiado con turistas y empleados, según informa el periódico 'El Mundo'.
"Me ha dado la mano y me ha preguntado de dónde era. Ha sido muy amable. La gente dudaba en acercase o no porque no se podían creer que fuera él", asegura Raúl, el primer decidido en saludar al monarca.
Según recoge 'Diario de Burgos', el monarca, que almorzó en la terraza unos huevos fritos, con guindilla incluida, "no puso ningún impedimiento en retratase hasta con toda una familia, con la que charló y bromeó relajadamente, y con algunos trabajadores del establecimiento".
La última aparición pública de don Juan Carlos fue hace justo una semana cuando acudió a Granada para asistir al debut de la selección española en el Mundial de Baloncesto. Rompía así una ausencia de tres semanas, cuando representó a España en la investidura para un segundo mandato del presidente colombiano Juan Manuel Santos.
Esta espontánea aparición cerca de la capital burgalesa se produce en un momento en el que su posible separación de la reina Sofía cobra más fuerza que nunca. La abdicación de don Juan Carlos precipitó todos los rumores sobre el cacareado divorcio en la Zarzuela. Ya no hay formalidades que respetar ni apariencias que guardar. El vínculo matrimonial se esfumó hace mucho tiempo y la abdicación de don Juan Carlos ha ayudado a clarificar las cosas.
El diario italiano La Repubblica lo alentaba esta semana asegurando que es "un hecho" desde hace tiempo. "Lo que está claro es que los dos reyes no se ven al menos desde la mitad del pasado mes de julio".
La reina, también en Burgos
Doña Sofía también se ha dejado ver por la capital burgalesa estos días pero con motivo del Congreso Mundial de Prehistoria y Protohistoria celebrado en la Facultad de Económicas y en el Hospital del Rey.
La reina reservó la suite del Hotel Azofra "para descansar antes y después de las sesiones". Fue todo "tan de incógnito que nadie en el establecimiento sabía que iban a tener una clienta tan especial hasta que apareció por la puerta. Aunque advirtieron que nada de fotos, finalmente también ella se retrató con algunos trabajadores en la recepción", según relatan los medios locales.
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