España

Las dos caras de la inteligencia artificial: creará empleo a cambio de destruir el 9,8% de los puestos de trabajo

La inteligencia artificial impactará en el 40% de los puestos de trabajo a nivel global y en el 60% en el caso de los países avanzados

El 2023 ha sido el año de la inteligencia artificial. Es innegable que ChatGPT es la herramienta más utilizada por la sociedad. Y no es para menos. La irrupción de la IA ha esbozado un nuevo horizonte y un paradigma digno de los libros de ficción de Isaac Asimov que, por una parte, pone los pelos de punta a los españoles que ven como peligran sus puestos de trabajo y saca una sonrisa a los expertos sobre el tema que ven todo un multiverso que explorar.

Una realidad que las propias entidades avalan. La inteligencia artificial impactará en el 40% de los puestos de trabajo a nivel global y en el 60% en el caso de los países avanzados, según pronosticaba recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI). Es más, las cinco profesiones más demandadas en 2024 van a ser la de científico de datos, desarrollador de modelos de lenguaje a gran escala, ‘reskiller’ o reformador de habilidades, ingeniero de prompts y entrenador de inteligencia artificial.

Un universo donde las nuevas tecnologías dominan el mercado laboral y dejan en fuera de juego a un sinfín de empleos que tendrán que 'reinventarse' para justificar su trabajo. ¿Es realmente tan preocupante la llegada de la inteligencia artificial? ¿Sustituirá y destruirá millones de empleos? Un estudio desarrollado por la empresa de recursos humanos Randstad ha dejado en jaque a la economía española, en especial a los trabajadores que sostienen el sistema.

La inteligencia artificial destruirá cerca de 2 millones de empleos

El impacto de la inteligencia artificial en los ambientes laborales es inminente. Es más, tras un año analizando potenciales beneficios y peligros de la inteligencia artificial generativa, muchas grandes empresas españolas han pasado de la teoría a la práctica y han integrado herramientas de IA en su día a día para mejorar la productividad. Un paso que deja entrever la tendencia de las empresas en España durante la próxima década: más IA, menos empleados.

Así lo ha recalcado Randstad en su último estudio. La inteligencia artificial creará 1,61 millones de puestos de trabajo en España en la próxima década, pero destruirá 2 millones, lo que supondrá una pérdida de casi 400.000 empleos. En el mismo análisis, se evalúa el impacto directo y el potencial de la IA en el mercado laboral español, siendo este un cálculo que se basa en los posibles efectos de otras variables económicas y regulatorias.

De acuerdo con el estudio, el 9,8 % de los empleos actuales, unos dos millones, está en riesgo de ser automatizado, mientras que un 15,9 % ganará productividad gracias a la inteligencia artificial y el resto no se verá afectado. El impacto variará entre sectores, ya que mientras el comercio y las actividades administrativas reducirán su ocupación, esta crecerá en las áreas de programación y consultoría, telecomunicaciones, medios y publicaciones y actividades profesionales, científicas y técnicas.

Unas medidas duras para controlar a la IA

Desde las autoridades locales y europeas se ha abogado por la IA siempre y cuando se controle su impacto y que no exceda las libertades individuales. Ya son varios los casos, como el de The New York Times, donde empresas han denunciado a OpenAI por utilizar sus artículos o bases de datos para entrenar a sus IA. Es por ello que, como si se tratase de un reto gubernamental, el Gobierno de Pedro Sánchez aboga por "garantizar una Inteligencia Artificial con valores democráticos".

Por otro lado, la Unión Europea ya ha puesto cartas en el asunto para regular el vacío legal que había generado la inteligencia artificial, confeccionando una normativa que gire en torno a los límites y campos de actuación que tienen estas nuevas tecnologías. La ley de IA tiene como objetivo proporcionar a los desarrolladores, implementadores y usuarios de IA requisitos y obligaciones claros con respecto a los usos específicos de la IA. Al mismo tiempo, el Reglamento pretende reducir las cargas administrativas y financieras para las empresas, en particular las pequeñas y medianas empresas (PYME).

Creación de empleo, a la par que destrucción. Todo indica que la inteligencia artificial creará nuevas oportunidades laborales y una nueva generación que, al igual que los millennials, impondrán a golpe de martillo una forma de trabajar jamás vista. Por el momento, solo queda ver como la ola de la IA llega a la orilla y cruzar los dedos para que el impacto del mismo sea más positivo que negativo, o que por lo menos ayude a los trabajadores en vez de sustituirlos.

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