El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha trazado ya las líneas maestras de la que será su principal labor al frente del ministerio: el redibujo del sistema bancario. Según sus planes iniciales, De Guindos espera cerrar la reordenación con un sistema bancario reducido a diez entidades y clasificadas en dos niveles: cinco grandes bancos y cinco pequeños, según han asegurado a Vozpópuli fuentes del gabinete del ministro.
Economía pretende aumentar no sólo la consolidación del sistema financiero sino también la velocidad a la que debe desarrollarse. El ritmo al que se han producido las fusiones y absorciones que ha vivido el sistema financiero se considera “demasiado lento” en el nuevo equipo que confía en cerrar 2012 con la reordenación terminada.
El proceso de concentración significa que las 45 cajas de ahorro que existían en 2008 quedarán reducidas a seis después de la crisis, en una serie de movimientos que Economía no pretende dictar, pero sobre los que sí tiene expectativas de cómo pueden producirse tanto en la parte alta como en la baja del sistema.
Reordenación entre los grandes del sistema bancario
** Al margen de los movimientos que puedan hacer los dos grandes (Santander y BBVA) lo más significativo es que no se descarta una fusión entre las dos grandes cajas del país (Bankia –resultante de la fusión entre Caja Madrid y Bancaja-- y La Caixa) lo que podría convertir a la entidad resultante en la primera entidad del país por volumen de activos. Ese movimiento sería la clave de la reordenación del sector en su “parte alta”. Todo depende de las entidades, aseguran fuentes del nuevo gobierno, pero confiesan que ven con buenos ojos el movimiento. Oficialmente, las entidades no hacen comentarios.
** De igual modo, Economía deja la puerta abierta a otra operación corporativa por parte del Banco Sabadell, después de que ya se haya hecho con la CAM. “El Sabadell todavía tiene capacidad para crecer porque está haciendo una buena digestión”, aseguran fuentes del gabinete de De Guindos. El Banco Sabadell, por su parte, asegura que “será complicado hacer nuevas compras a corto plazo”.
** La parte alta de la reestructuración debería incluir también al Banco Popular sobre cuyo futuro no se pronuncia el Ministerio, aunque los analistas consultados consideran que la entidad podría absorber al Banco de Valencia para terminar el saneamiento de los bancos de una comunidad hundida por el juego inmobiliario y el endeudamiento público.
Reordenación entre los pequeños del sistema bancario
En el otro extremo de los movimientos corporativos, Economía todavía espera mucha más consolidación entre las cajas de ahorro para lograr entidades con mayor volumen de activos y que, por tanto, puedan tener acceso a los mercados de financiación mayorista que ahora están cerrados a los bancos pequeños. Según los responsables del nuevo equipo económico, la clave del ajuste en ese tramo serán las cajas vascas.
** Las cajas vascas podrían absorber CatalunyaCaixa una entidad de gran tamaño y que constituye la asignatura pendiente de la reordenación del sector. Ambas sumarían activos por valor de 160.000 millones de euros, por encima de los 150.000 que constituían el mínimo exigido por el mercado hace apenas dos meses para conceder financiación mayorista.
Aunque Economía no detalla más su hoja de ruta, los analistas consultados consideran que –con esas premisas—la reordenación debería completarse con otros movimientos de segunda fila que –previsiblemente—incluirían la compra de Unimm por Ibercaja. La unión de esas dos entidades (incluso una posible fusión con Banca Cívica) situaría a la entidad en el entorno de los 150.000 millones.
Concentración sin oligopolio
El espíritu del proceso es reducir el fraccionamiento del sistema bancario pero marcando un límite claro: evitar el exceso de concentración que –según los responsables del equipo económico—se aprecia en sistemas como el británico, donde apenas cuatro grandes bancos (Barclays, HSBC, Lloyds Bank y Royal Bank of Scotland) acumulan prácticamente todo el mercado, algo que Economía considera una “excesiva concentración de riesgo y un perjuicio para los consumidores”.