España

Bal rechaza la tercera vía de Arrimadas: "Es una estrategia para poner a un títere"

Edmundo Bal cree que si "Inés Arrimadas gana las primarias, Ciudadanos se extinguirá". El abogado del Estado seguirá adelante con su campaña para liderar el partido

Edmundo Bal cierra la puerta a la "tercera vía" propuesta por Inés Arrimadas. El ex abogado del Estado considera que el ofrecimiento de la presidenta de Ciudadanos para que sea una tercera persona la que lidere la candidatura de unidad "es una estrategia para poner a su títere". En declaraciones para Vozpópuli, Bal subraya que no está dispuesto a picar el anzuelo de la tercera vía porque supondrá que Arrimadas "siga mandando el partido a través de sus marionetas mientras ella conserva su papel protagonista en el Congreso de los Diputados".

El portavoz adjunto de Cs lo tiene claro: "La tercera vía es un engaño". Bal argumenta que el perfil necesario para esa tercera vía es prácticamente imposible de encontrar. "Para que el líder de Ciudadanos sea un candidato de consenso debe ser independiente, con carisma y que sea lo suficientemente conocido en la calle. Creo que no es posible encontrar a alguien que aúne estas cualidades", manifiesta.

La postura de Edmundo Bal conduce a un inevitable duelo entre a dos bandas en el que se decidirá al futuro líder del partido de centro. Desde hace días vienen sonando nombres para encabezar esa 'tercera vía' imparcial que buscaría reconciliar a quienes otrora fueron uña y carne. Pero lo cierto es que ningún otro nombre, salvo Edmundo Bal, ha dado un paso al frente. El eurodiputado Adrián Vázquez, que suena con insistencia en las quinielas, afirma a este periódico que en estos momentos no tiene la intención de dar ese paso adelante, y que está centrado en sus labores en Bruselas. Queda menos de un mes para que concluya el período para presentar las candidaturas para la Asamblea General de enero y, de momento, solo hay sobre la mesa las de Inés Arrimadas y Edmundo Bal.

¿Tiene sitio Arrimadas en el Cs de Bal?

La palabra "unidad", tantas veces repetida en este período preasambleario, ha resultado ser polisémica. Las candidaturas de unidad de Arrimadas y Bal implican, de facto, la disolución del adversario. Ambos, eso sí, son conscientes de que todos los activos políticos son necesarios en este momento. El partido, que sigue acumulando la pérdida de grandes nombres propios como Luis Garicano, no puede permitirse perder más bagaje político.

Arrimadas ha dejado claro que no quiere que Bal lidere la formación naranja, poniendo como condición para no presentarse a las primarias que quien fuera su mano derecha retire su lista. Bal asegura que si gana las elecciones frente a la actual presidenta de Cs le ofrecerá seguir en su equipo. Eso sí, quiere a Arrimadas fuera de su rol protagonista actual en el Congreso. Su papel quedaría relegado a la portavocía adjunta que regenta ahora Bal, o al de diputado raso.

"Quiero dejarlo muy claro, no quiero cargarme a Inés Arrimadas, como siempre se cuenta. Lo que creo es que ella no puede liderar el partido. Las encuestas son tozudas. La última nos daba un 1,3% de intención directa de votos (0 diputados), y todas apuntan en esa dirección. Parece claro que ella no puede ser la cara visible del proyecto porque no atrae a los votantes, y esto es algo que ya le transmití personalmente hace cinco semanas. Voy a ser claro, si Inés Arrimadas gana las primarias, Ciudadanos se extingue", asevera Bal.

Quiero dejarlo muy claro, no quiero cargarme a Inés ArrimadasEdmundo Bal

Insiste en que el verdadero motivo del enfrentamiento con Arrimadas no es ideológico, ni tuvo que ver con la 'Ley del solo sí es sí', "una norma a la que nadie se opuso". La raíz del cisma se halla en la oposición de Edmundo Bal a que Inés Arrimadas siguiera liderando la política del partido, "como era su intención". Arrimadas quería en primera instancia que en la Asamblea General de enero se votase solo la secretaría general del partido, el cargo que se encarga de los aspectos orgánicos del partido, manteniendo ella el liderazgo político. La presidenta de Cs cedió a los deseos de Bal y la mayoría de diputados naranjas (que apoyan al ex abogado del Estado) permitiendo que se votase en enero al nuevo portavoz político además de al secretario general.

Bal asegura que si pierde su candidatura, no le "pesarán los anillos" y se dedicará a las mismas funciones de diputado raso que ha ofrecido a la presidenta de Cs.

Dos pesos pesados

No habrá paz para Ciudadanos. Al menos, hasta que haya pasado la gran batalla final entre Arrimadas y Bal. Son los dos pesos pesados del partido y ambos gozan con amplios apoyos, por lo que la pelea va a estar igualada. Edmundo Bal cuenta con una amplísima mayoría de apoyos en el grupo parlamentario de Ciudadanos (solo Guillermo Díaz se mantiene fiel a Inés Arrimadas) y afirma sentirse fuerte dentro del partido a nivel nacional. Arrimadas, por su parte, también goza de un apoyo mayoritario entre las filas de los refundadores de Cs (entre los que se encuentra uno de los principales reclamos del partido, Begoña Villacís) y también en Cataluña, Madrid y Andalucía (las regiones con más afiliados naranjas). El diputado en el Parlamento catalán, Carlos Carrizosa, ha sido el último en mostrar públicamente su apoyo a la presidenta de Cs.

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