La hoja de servicios de la exportavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la fiscal progresista Gabriela Bravo Sanestanislao, está a punto de ser correspondida con un cargo de peso en la cúpula del Ministerio Público. El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, propuso este martes su nombramiento para integrar la Secretaría Técnica de su departamento, durante el Pleno del Consejo Fiscal.
La elección de Bravo llega nada más abandonar el órgano de gobierno de los jueces una vez han tomado posesión sus nuevos miembros en base a la reforma de esta institución, de la que fue artífice destacada. Nexo, junto al conservador Fernando de Rosa, de las conversaciones que mantuvieron el ministro de Justicia y el diputado socialista Antonio Camacho, esta exvocal también se puso del lado de Alberto Ruiz-Gallardón en su encendida defensa del expresidente del CGPJ y el Tribunal Supremo Carlos Dívar, hasta que la gravedad de los hechos le hicieron cambiar de parecer.
Tras ejercer como fiscal de menores del Tribunal Superior de Justicia de Valencia y ser desginada presidenta de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) durante el XXII Congreso de la asociación en 2007, Bravo llegó al CGPJ de la mano del exministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo. Como interlocutora en las negociaciones que se saldaron con la reforma de la composición del CGPJ, Bravo ha alabado el texto aprobado por Gallardón. "Mantener la elección parlamentaria es bueno porque el sistema no es un lastre en sí mismo; es positivo que los representantes elegidos por el pueblo sean los que elijan a los miembros del CGPJ", ha destacado.
"Mantener la elección parlamentaria es bueno porque el sistema no es un lastre en sí mismo; es positivo que los representantes elegidos por el pueblo sean los que elijan a los miembros del CGPJ" sostiene Bravo
Asimismo, el Pleno del Consejo Fiscal celebrado este martes acordó por unanimidad la reelección de Antonio Salinas como fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción. Salinas, de 65 años, lleva ya una década en el puesto, para el que fue nombrado en julio de 2003 bajo mandato de José María Aznar, siendo fiscal general del Estado Jesús Cardenal. Con su reelección, Salinas permanecerá al frente de Anticorrupción otros cinco años, con lo que previsiblemente acabará aquí su carrera profesional. Al cargo optaron también otros dos fiscales, Manuel Moix y Manuel Dolz. Respecto a Moix, presentó tal candidatura como segunda opción ya que la primera, aprobada también este martes, ha sido la renovación en la plaza de fiscal superior de la Fiscalía de la Comunidad de Madrid.
En el centro de las sospechas
La continuidad de Salinas ha sido entendida en un sector del PP como otro tanto que se apunta Gallardón, tras la renovación del CGPJ y la próxima aprobación de la ley del aborto. Al ministro de Justicia se dirigieron muchas miradas cuando el fiscal jefe Anticorrupción no evitó la declaración el pasado verano de la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz en el caso de los 'papeles de Bárcenas'. Tras producirse el pronunciamiento favorable de la Fiscalía a esta citación, Gallardón guardó silencio.
La Fiscalía Anticorrupción es la encargada de coordinar todas las investigaciones de casos de cleptocracia y delincuencia organizada que terminan acaparando la actualidad mediática: desde la Gürtel y Bárcenas en Madrid a los ERE fraudulentos de Sevilla, pasando por la trama del Instituto Nóos en Palma y la de las ITV o el Palau en Barcelona.
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