La política catalana se mueve en unos parámetros diferentes a los del resto del país. El eje no está entre izquierdas o derechas, pues el Gobierno de Carles Puigdemont se sustenta en una coalición que une partidos de todo el espectro aunque, eso sí, independentistas. A pesar de eso, hay cuestiones en las que las alianzas vuelven a su cauce normal.
Es lo que ha pasado con la educación concertada. El Partido Popular está dispuesto a aliarse con CDC para que se mantenga este régimen de escuela, algo a lo que se opone la izquierda, incluida ERC, que forma parte del Gobierno.
La consejera de Educación, Meritxell Ruiz, fue interpelada por el PP sobre este tema. Los populares abogaron por “fortalecer y garantizar nuestro modelo mixto de educación público y concertado” y destacó su preocupación por “las mochilas y peajes” con que tiene el Gobierno, en alusión al acuerdo con las CUP, según refleja el diario de internet Crónica Global.
La consejera aseguró que los padres de las escuelas concertadas pueden estar “no tranquilos, tranquilísimos”, recordó que la ley catalana reconoce la financiación pública para los concertados y que el departamento que ella dirige tiene en cuenta tanto los colegios públicos como los concertados. Además, reiteró que en el programa electoral de Junts Pel Sí, se mantiene el desarrollo de esa ley y que con la CUP no se ha hablado en ningún momento al respecto.
La CUP y ERC, a pesar de su apoyo al ejecutivo, han puesto en el pasado grandes objeciones a la enseñanza concertada al considerarla elitista. CDC y el PP están de acuerdo en este punto, aunque en cuestiones de educación tienen grandes diferencias relacionadas con cuestiones identitarias e idiomáticas.