El Informe PISA (Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes) es una herramienta de evaluación que se realiza en el sistema de educación español, y también en otros países, y que tiene como objetivo conocer el rendimiento de los estudiantes a partir de 15 años de edad. Es un informe que realiza cada tres años la OCDE y que en el caso de Cataluña, tal y como informa Convivencia Civil Catalana (CCC), tanto en el año 2009 como en el último informe correspondiente al año 2012, y conocido recientemente, se ha utilizado una muestra de alumnos sesgada.
Concretamente contenía un porcentaje de alumnos repetidores, inmigrantes y escolarizados en centros públicos inferior al que realmente corresponde con la realidad de las aulas catalanas. Es decir, había una infrarrepresentación de aquellos grupos de bajo rendimiento. Sólo el 20,6% de los alumnos de la muestra eran repetidores cuando en realidad en el sistema educativo catalán son el 29,4% y únicamente el 13,9% de los evaluados eran inmigrantes –refiriéndose a los nacidos fuera de España- cuando en Cataluña son el 17,2%. También hubo sesgo en los alumnos que pertenecen a centros privados, en este caso, por el contrario, estaban sobrerrepresentados ya que en el informe figuraba un 40,6% cuando su peso real debía de ser el 38,1%.
¿Cuál sería realmente la media en Cataluña?
Estas diferencias tienen una cierta importancia puesto que en el resultado final del Informe de PISA 2012 de Cataluña se constatan grandes diferencias con la realidad. Tal y como explican desde Convivencia Cívica Catalana a Vozpópuli, “es una obviedad que cuando en una muestra se deja fuera a aquellos que bajan la media lo que sucede es que se eleva la media de los otros (que no se consideran de bajo rendimiento)”. Es decir, al infrarrepresentar a estos grupos se puede observar que los datos que muestra el Gobierno catalán son superiores a las que correspondería utilizando una muestra estadísticamente representativa donde estos grupos estuvieran en su proporción correcta.
De utilizar una muestra estadísticamente representativa, las puntuaciones hubieran sido inferiores. Concretamente, en el caso de matemáticas habría una media de 485,3 en lugar de 492,9, en lectura de 493 en vez de 500,8 y en ciencias de 485,1 en lugar de 491,9.
De utilizar una muestra estadísticamente representativa las puntuaciones medias de Cataluña hubieran sido inferiores
De la misma forma, los porcentajes de alumnos rezagados situados en los peores niveles de rendimiento del informe pasarían a ser superiores. En el caso de matemáticas, por ejemplo, se hubiese pasado de un 20,05% que es lo actual a un 23%. En lectura se obtendría un porcentaje del 17,48% en lugar de 15,07% y en ciencias del 17,73% y no del 15,45% como figura en el resultado actual de PISA 2012.
El Gobierno catalán conocía el sesgo de PISA 2012
El Gobierno, en referencia a la denuncia por el informe de 2012, aún no ha dicho nada, según explican desde Convivencia Cívica Catalana. “Es cierto que en el anterior caso en el que se denunció –en el año 2009- la Generalitat dijo públicamente que analizaría los datos. Pero lo que es obvio es que no extrajeron las conclusiones adecuadas porque en esta ocasión ha vuelto a ocurrir lo mismo”, sostiene Jesús Sanz, responsable de estudios de CCC.
El Gobierno catalán presentó los resultados del informe como una mejora que rozaba la excelencia aunque conocía el sesgo de la muestra
El problema es que el Gobierno catalán hizo públicos los datos del informe y “los presentó como una mejora que casi rozaba la excelencia”. A su juicio, se entiende que la Generalitat quiera utilizar estos datos y mostrarlos como una mejora del alumnado catalán, “pero no se debe hacer cuando sabes que detrás de esos datos la muestra está sesgada". "Es un acto de poca honestidad”, aseguran desde la entidad.
Aun así, Sanz explica a Vozpópuli que “más que atribuir responsabilidades a un Gobierno o a otro, lo que queremos es llamar la atención sobre ese sesgo de la muestra”. Desde la entidad catalana aseguran que “lo que mostramos son datos objetivos, datos que son evidentes y que nadie puede decir que son mentira”. Pese a que la información debería ser pública y "la tendría que haber sacado el Gobierno catalán, parece que aquello que no interesa al poder político, curiosamente, permanece oculto y bajo siete llaves”.
Seriedad y rigor en la gestión de la evaluación PISA
Por tanto, la intención principal de esta denuncia, más que pasar la pelota de un tejado a otro, es conseguir “que en el próximo informe, que tendrá lugar el año 2015 y que ya se está realizando, se corrija esta infrarrepresentación de grupos de bajo rendimiento de Cataluña”. La entidad reclama seriedad y rigor al Gobierno catalán y una buena gestión para la próxima edición del documento.
Tanto en el año 2009 como en el último informe correspondiente al año 2012, se ha utilizado una muestra de alumnos sesgada
“A todos les interesa salir bien en la foto de PISA, pero una cosa es salir bien y otra maquillarse demasiado", zanjan al respecto. Sin maquillaje, el resultado del informe mostraría, por ejemplo, que la puntuación media real en matemáticas (485,3) es la más baja de todas las ediciones anteriores de PISA (2003, 2006, 2009), algo que, sin duda, no gustaría hacer público a ningún Gobierno.
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