La (mala) nota de los alumnos españoles en conocimientos financieros de acuerdo al último informe PISA 2015 de la OCDE presentado a nivel mundial este miércoles ya ha provocado la reacción de las entidades bancarias y la justificación del Gobierno. Uno de cada cuatro estudiantes españoles de 15 años no alcanza en nivel básico en esta disciplina, donde, el país ha obtenido 469 puntos, 15 menos que en la edición de 2012, cuando logró 484 y situándose en la décima posición de los quince países participantes.
Los estudiantes que asisten a escuelas rurales españolas tienen un rendimiento de 29 puntos más en competencia financiera
Este ligero empeoramiento "no ha sorprendido" al Ministerio de Educación, pues justifican que hasta el curso 2015-2016, en el que entró en vigor la Lomce en la ESO, las comunidades autónomas no podían ofertar una materia de 'libre configuración autonómica' sobre educación financiera. "Con la Lomce, permitimos que las comunidades puedan tener asignaturas e libre configuración, como educación o economía financiera, que supone un cambio respeto a la normativa anterior", han defendido.
El que varias administraciones educativas oferten asignaturas vinculadas a las finanzas desde la entrada en vigor de esta ley podría justificar además que los centros educativos rurales hayan salido mejor parados que los urbanos. Mientras que en países como Perú, los estudiantes que asisten a escuelas en las ciudades rinden mejor en competencia financiera que los estudiantes de condición socio-económica similar que asisten a escuelas rurales, lo que se traduce en 46 puntos más, en España ocurre a la inversa. Los estudiantes que asisten a escuelas rurales españolas tienen un rendimiento de 29 puntos más en competencia financiera que los alumnos de escuelas en las ciudades.
Libre configuración
"Posiblemente será debido a la descentralización del sistema educativo y que determinadas administraciones autonómicas han incidido más en la importancia de introducir en sus programas educativos conceptos financieros básicos, que contribuirá en la mejora de la vida de sus alumnos", apunta Andrea Carreras-Candi, directora de Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera en España (EFPA España).
Según Carreras-Candi, España está "a la cola" de los países europeos en Educación Financiera. "Desde mi punto de vista debería ser una asignatura obligatoria en el colegio como ya lo es en la mayoría de países nórdicos. De todas maneras, en España vamos mejorando gracias también a iniciativas privadas", considera. "Es importante adentrar a los alumnos desde edades tempranas al sector financiero y que aprendan desde pequeños los conceptos financieros básicos. Por ejemplo, saber diferenciar una tarjeta de crédito o de débito, saber qué son los tipos de interés, ingresos y gastos, los riesgos asociados a las inversiones, qué es una hipoteca, etc…", añade.
Desde ANPE Castilla y León -comunidad autónoma española que obtuvo los mejores resultados en el Informe PISA 2015 lanzado el pasado diciembre- Pilar Gredilla, explica que ya el curso pasado, cuando se determinaron las materias de libre configuración autonómica, los centros de la región apostaron por implementar la asignatura Iniciación a la actividad emprendedora y empresarial en 3º de ESO, mientras que en 4º de ESO ya se enseña Educación Financiera.
Decisiones cotidianas
Aunque el informe determina que los alumnos españoles son capaces de tomar decisiones sencillas sobre gastos cotidianos y saber para qué sirve una factura, tienen dificultades para interpretarla. Tan sólo el 6% de los estudiantes españoles de 15 años alcanza el nivel máximo de competencia financiera (nivel 5), la mitad que la media de la OCDE. Estos estudiantes, en cambio, pueden analizar productos financieros complejos, resolver problemas más excepcionales de la vida diaria y comprenden de forma amplia en panorama financiero. ¿Un ejemplo? Son capaces de detectar una estafa financiera en un correo electrónico.
"Para muchas personas de 15 años, las finanzas son parte de su viada cotidiana, ya que son consumidores de servicios financieros, como cuentas bancarias, y ganan dinero a través de pequeños empleos informales. Al terminar la educación obligatoria, se enfrentarán a cuestiones complejas, como la de continuar o no estudiando y, en caso de hacerlo, cómo financiar estos estudios", subrayan los autores del informe.
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