"A pesar de la elevada demanda social de la profesión de psicólogo, el volumen de estudiantes y profesionales de la Psicología en España, es claramente superior a las posibilidades de inserción laboral". Ya en 2006 el Libro Blanco del Título de Grado en Psicología advertía sobre una desproporción que no ha hecho más que acentuarse con el paso de los años.
La guía atribuía el desfase, en gran medida, al hecho de que, siendo una titulación demandada y popular, las autoridades educativas habían considerado que no requería grandes inversiones en recursos humanos, docentes y de servicios o en recursos materiales, es decir, la Psicología se había convertido en una titulación política, social y económicamente rentable. "Hemos asistido así a la proliferación de centros con estudios de Psicología en las universidades españolas que, además, han soportado históricamente una fuerte demanda de estudiantes de nuevo ingreso. Ni lo uno ni lo otro ha ocurrido normalmente en el resto de Europa", explica el documento.
"Por tanto, consideramos que ha llegado el momento de poner límite tanto a la creación de nuevos centros como al número global de estudiantes que acceden a los mismos, teniendo en cuenta los recursos disponibles en cada Universidad. En consecuencia, se recomienda disminuir de forma significativa el número de alumnos que acceden a la Titulación de Psicología, en el conjunto de las universidades españolas", recomiendan los autores.
Mercado laboral
Lejos de seguir los consejos, las universidades españolas no han dejado de crear Facultades de Psicología, acogiendo cerca de 60.000 estudiantes en total y propiciando una salida de unos 5.500 titulados al año a un mercado laboral donde ya existen 80.000 profesionales al año. En este contexto, nace el Máster Universitario en Psicología General Sanitaria que da acceso a la profesión sanitaria regulada denominada Psicólogo General Sanitario (PGS), recogida en Ley 33/2011 General de Salud Pública. Aunque en un principio fue abrazado por toda la profesión, actualmente ha suscitado una polémica entre los diferentes perfiles de psicólogos en torno a las funciones que competen a cada uno.
Las universidades españolas no han dejado de crear facultades de Psicología, propiciando una salida de unos 5.500 titulados al año
Desde numerosas asociaciones de psicólogos clínicos (PS), como ANPIR, los especialistas piden modificar la Orden ECD/1070/2013 que establece el programa formativo del Máster para determinar las competencias del PGS como aquellas no exclusivas del PS, es decir, las de llevar a cabo todas las tareas de evaluación, diagnóstico, prevención e intervención terapéutica en personas con algún tipo de afectación mental.
"Para ser especialista se necesitan cuatro años de ejercicio profesional supervisado por profesionales con experiencia, el acceso a estas plazas se realiza a través de un examen objetivo y de la media de la carrera. Anualmente se presentan unas 4.000 personas para 128 vacantes", explica Xacobe Abel Fernández, psicólogo clínico. "El Máster nace de la necesidad de un psicólogo que pueda ejercer en el ámbito sanitario, pero sin características de especialista, pues hay centros sanitarios que necesitaban psicólogos sin un nivel de especialización tan alto", añade.
El origen del Máster
Según Fernández, los PS lo necesitaban porque el Grado en Psicología no habilita por sí mismo para hacer actividades sanitarias. "Asumíamos que el Máster iba a ser la vía de acceso al PIR, pero no lo fue y nos deja en serio peligro, corremos el riesgo de que en el Sistema Nacional de Salud (SNS) nos degrade a nivel de estructura y necesitemos el visto bueno de un médico para todo", advierte. "La Universidad nunca estuvo conforme con que los especialistas se formaran en un sistema ajeno a ella, ya que el sistema de resistencia pertenece al Estado. Es un sistema que ha dado unos resultados buenísimos en todos los campos y que está siendo exportado, pero el ámbito académico veía esto como una pérdida del control de la formación y, por tanto, de su negocio", considera.
"Intentan equiparar el Máster a la especialidad, cuando a nivel legal son incomparables. Es la narrativa de las universidades a los alumnos. Piden cosas como que los PGS trabajen en la sanidad pública, miras el sistema y es algo realmente imposible. Muchos alumnos han caído en la trampa defendiendo esas mismas tesis porque buscan poder trabajar en lo que les prometieron, pero están siendo engañados", señala Fernández. Por otra parte, asegura que el Colegio Oficial de Psicólogos (COP) está defendiendo cosas que si dijera el Decano del Colegio Oficial de Médicos estaría expulsado como que los generalistas trabajen en la sanidad pública con igualdad de competencias", compara.
Para Fernández, tiene una explicación: "Al colegio le interesa porque para ejercer en la rama sanitaria es obligatorio colegiarse y, mientras más colegiados, más poder". "En Psicología no hay respeto entre especialidades, ni entre especialistas y generalistas, como sí lo hay en Medicina. El COP debería ordenar esto, pero se dedican a hacer ruido", apunta. "Estamos en una situación insostenible", alerta Fernández.
Sistema Nacional de Salud
José Ramón Fernández Hermida, vocal de la Junta del Consejo General de la Psicología de España, coincide en que el número de estudiantes de Psicología es "absolutamente exorbitante". Sin embargo, considera "una opinión completamente infundada" que los PGS degraden a los clínicos. "En el ámbito de la Medicina, cuando un médico se licencia de la carrera es generalista y puede montar una consulta privada o, incluso, podría ser contratado por el SNS si se creasen plazas para generalistas. No se crean porque todas son para especialistas, pero si no hubiese especialistas, el sistema contrataría generalistas", señala.
"Si un PGS ha alcanzado el nivel mínimo necesario para poder desarrollar la profesión dentro del ámbito clínico, que trabaje o no trabaje en la sanidad pública lo dice la ley. Para hacer efectivas las prestaciones sanitarias que están en la cartera de servicios comunes dentro de centros públicos o concertados se refiere el título de especialista. Es decir, que para aquellas prestaciones que no están en la cartera de servicios comunes, el SNS podría contratar psicólogos generales sanitarios", afirma.
El Máster es una necesidad impuesta por el Gobierno para garantizar un nivel de calidad de la atención psicológica en el campo sanitario"
Para Fernández Hermida, "la culpa" no es de la Psicología. "Muchas veces los políticos hacen leyes absurdas, pero hacer depender el ejercicio de una profesión de que un servicio esté o no en la cartera de servicios comunes es absurdo, ¿por qué se va a necesitar un especialista para dar una prestación que está en la cartera de servicios comunes sin atender para nada a la complejidad o dificultad o experiencia de ese especialista?", cuestiona.
Para el vocal de la Junta del Consejo General de la Psicología de España, el Máster es una necesidad impuesta por el Gobierno para garantizar un nivel de calidad de la atención psicológica en el campo sanitario. "En España, el Grado con cuatro años no habilita para el ejercicio de la profesión en el campo sanitario ni debería habilitarlo en cualquier otro ámbito porque no es razonable pensar que alguien con cuatro años de formación y con un control de las prácticas cuestionable está habilitado para ejercer en un área que atañe a cuestiones importantes de la salud de las personas", opina.
Cifras "disparatas"
Pese a estar de acuerdo con esta decisión, precisa que "otra cosa es si se necesitan tantos PGS como demandan los graduados en Psicología". "Para dar una mínima calidad en la formación y prácticas clínicas reales a los alumnos, no ficticias, se requieren recursos importantes y no hay para tantísimos psicólogos como los que quieren acceder al Máster", advierte.
Es un problema grave, fuera de control y del que no es culpable la Psicología española, continúa Fernández Hermida. "Es una carrera que genera interés y curiosidad por parte de los alumnos y, en las condiciones actuales, no resulta cara de poner en marcha. Si uno tiene una demanda muy alta para un negocio que cuesta muy poco... en todas las universidades se apuntan rápidamente", dice.
"Es un disparate a medio y largo plazo porque se está frustrando la vida de muchos jóvenes. No hay ninguna posibilidad de ejercer la profesión dignamente con esos volúmenes de alumnos. Tienen que saber que la gran mayoría no van a poder ejercer nunca", lamenta. Aunque matiza que el Máster para "una universidad pública honrada" no es tan "rentable". "También veo masteres a precios escandalosos que ofertan un gran número de plazas sin tener convenios con el SNS para hacer prácticas clínicas que cumplan con los requisitos de calidad", denuncia.
Defensa del COP
"Lo único que ha hecho el COP con el Máster es defender los intereses de los profesionales de la Psicología. Tanto el Gobierno como nosotros consideramos que no vale solo con cuatro años de carerra, creemos que se deben tener como mínimo cinco más unas prácticas considerables para poder ejercer la profesión. Además de eso, uno puede hacer cuatro años más de especialidad", argumenta. "No veo que el COP esté interesado en tener más gente porque las cifras son un disparate, pero no podemos hacer dejación de nuestra función de protección de la profesión"
Mientras la polémica entre los distintos perfiles de psicólogos en España se agudiza, el país amanece cada año con dos facultades nuevas, un absurdo que lleva al despilfarro de recursos públicos y a la frustración de miles de alumnos. "Un 70% de los 5.500 alumnos que salen al año están interesados en ejercer en el ámbito clínico, pero solo hay unas 2.400 plazas. Al menos 1.600 ni siquiera van a poder ejercer legalmente. Tenemos una inflación enorme de parados", sentencia Fernández Hermida.
Apoya TU periodismo independiente y crítico
Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación