Educación

"Si se repitieran los exámenes de COU, el número de aprobados sería menor"

Cuando de exámenes se trata, cualquiera tiempo pasado, fue peor. Peor en cuanto a facilidades. Al menos esa es la sensación de algunos profesores, padres y otros miembros de la

Cuando de exámenes se trata, cualquiera tiempo pasado, fue peor. Peor en cuanto a facilidades. Al menos esa es la sensación de algunos profesores, padres y otros miembros de la comunidad educativa al comparar los requerimientos de las pruebas de la EvAU que se están celebrando actualmente en comunidades como Cataluña -en otras como Madrid, Extremadura o Valencia ya están a la espera de los resultados- con los de los ejercicios que daban paso a la universidad en las décadas de los 50, 60, 70 y 80.

Las pruebas han de adecuarse a la enseñanza que los alumnos reciben, lo contrario sería un desastre"

Sin embargo, algunos docentes reconocen que cada examen es "hijo" de los tiempos que le ha tocado vivir y que si se recortan las horas y contenidos de Bachillerato, es de esperar que las pruebas finales sucumban a esos tijeretazos. No obstante, no habría ocurrido lo mismo en todas las disciplinas. Si bien el nivel de exigencia se habría visto mermado en las asignaturas de Ciencias a lo largo de los últimos años, los alumnos de Preu y de COU las habrían pasado canutas al enfrentarse a los actuales exámenes de idiomas.

Gerardo Rodríguez, miembro de la comisión que organiza las pruebas de acceso a la universidad de la Universidad de Salamanca considera que "no se puede pretender examinar de lo mismo" que hace 30 años porque "la manera de dar clase y los contenidos que se dan son diferentes": "Han de adecuarse a la enseñanza que los alumnos reciben, lo contrario sería un desastre".

Examen de madurez

No obstante, el docente reconoce que si se comparan los pruebas actuales con lo que se exigía a los alumnos españoles en los años 60 cuando, al terminar el curso preuniversitario, tenían que enfrentarse a una posterior prueba de madurez para acceder a la Enseñanza Superior, "los exámenes de ahora son mas sencillos". "Casi todos los que nos dedicamos a esto tenemos la sensación de que si se repitieran los exámenes que salieron hace 30 años, posiblemente el número de suspensos sería mayor", opina.

Las asignaturas de la rama de Ciencias se han dulcificado bastante. Los problemas de Matemáticas de COU no se podrían poner ahora"

Sin embargo, Rodríguez cree que es difícil comparar los distintos sistemas y que, en todo, caso, no sucede lo mismo en todas asignaturas. "Las pruebas de Idiomas son manifiestamente más exigentes que las de hace tres décadas, pero, por ejemplo, el tipo de problemas que se ponían en COU en Matemáticas ahora no se podrían poner porque el nivel sería demasiado alto", determina.

Y añade que, en general, todas las asignaturas de la rama de Ciencias, como Física, Química o Biología, se han dulcificado bastante. Otras, como Ciencias de la Tierra, han desaparecido. Y otras, como Filosofía, han tenido cierta continuidad a lo largo de los años, aunque !quizá han bajado un poco el nivel" porque el número de autores a estudiar se ha reducido. "Si entra Platón, pero no entra Marx, los alumnos solo se estudian al primero", dice. 

Continuidad con la EvAU

Asignaturas como Historia de España, continúa, "siempre es complicada por su enormidad". "Entra todo y los alumnos se quejan, pero pero  no hace falta ser un experto para sacar una buena nota porque las temáticas se suelen repetir", afirma. Con respecto a la EvAU planteada en la LOMCE, el profesor de la Universidad de Salamanca asegura que existe una continuidad con la PAU después de que se pusiese freno a las reválidas. "La Selectividad ha ido variando a lo largo de los años en función de las reformas que se han ido haciendo en el sistema educativo. "Creo que las pruebas actuales suponen una continuidad", señala.

Para Julio Serrano, secretario de Universidades de la Federación de la Enseñanza de CCOOla "reválida" de la LOMCE ha terminado pareciéndose mucho a la PAU y advierte que "todos estos cambios se suponen provisionales hasta llegar al ansiado Pacto Educativo. "Quizá la EvAU ha provocado que los estudiantes tengan menos capacidad de elección respecto a algunas asignaturas, pero desde luego ha terminado siendo muy distinta a lo que se planteaba en un principio con las reválidas, donde te jugabas el título de Bachillerato si suspendías y no te titulabas", considera.

No se exigía más antes, no creo que cualquier tiempo pasado fuese mejor"

Pero no está de acuerdo con el sentir generalizado de "cualquier tiempo pasado fue mejor". Según Serrano, "no se exigía más antes". "Con la llegada de la PAU, se incluyeron más posibilidades de subir nota a través de asignaturas optativas que te permiten llegar hasta los 14 puntos, pero esto no garantiza el acceso a una plaza", recuerda. "Aunque seas un alumno brillante, si en Medicina solo hay un número determinado de plazas en una universidad y hay otros alumnos más brillantes que tú, posiblemente te quedes fuera", dice. "Antes no había númerus clausus para ordenar a los alumnos y podías encontrarte con 400 matriculados en Primero de Medicina", destaca.

La llegada de los 70

El profesor de la Universidad de Granada Ceferino Ruiz Garrido lleva casi una década organizando los exámenes de acceso a la universidad y cree que en esos diez años "los niveles de exigencia han sido muy estables" aunque considera que los cambios en el sistema educativo han derivado en que haya muchas materias para examinarse. El docente, que cursó "Preu" y realizó el temido examen de madurez, cree que el acceso a la universidad antes era "muy selectivo". "Cuando hice la mili a principios de los 70, más de un 50% eran analfabetos porque la Ley General de Educación impulsada por Villar Palasí acababa de aprobarse", recuerda.

"A las personas que nos hemos presentado a esos exámenes por libre, con la única reparación de algunos maestros del pueblo, lo de la reválida nos suena a chiste", reconoce. "De una generación, llegábamos a Bachillerato solo un 40%, luego había una reválida y, si no se superaba, no seguías. Así que, al final, pasábamos a la universidad un 10 o 15%. Éramos niños con muchos recursos económicos o sin recursos,  pero con muchas capacidades. Eran pruebas muy exigentes y era normal que te echasen por hablar con el de al lado o por hablar mal en el examen oral de francés", detalla.

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