Situada en el puesto 20 del ranking QS Top 50 Under 50, que recoge el medio centenar de mejores universidades del mundo con menos de 50 años de antigüedad, la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) se está viendo salpicada por un escándalo en torno a una de sus divisiones: el Instituto Carlos III-Juan March de Ciencias Sociales (IC3JM).
Financiado de forma mixta por la Fundación Juan March y la propia universidad, el centro está siendo señalado por varios profesores de diferentes departamentos por entender que el instituto se ha convertido en canal de acceso de los "amigos" de la Fundación a las cátedras y plazas convocadas por el Departamento de Ciencias Sociales en un ejercicio de "colonización" que se aleja de lo que deberían ser concursos públicos transparentes con tribunales sin relación con los candidatos que se presentan.
Los docentes críticos con las prácticas del mencionado Departamento explican a Vozpópuli que este cuenta con una Comisión de Contratación de Profesorado que es el órgano encargado de fichar al personal docente. "Este órgano tiene capacidad y competencia para contratar profesorado laboral y gestionar las titularidades y las cátedras. Son varios los miembros de esta Comisión con una vinculación evidente al Instituto Juan March-UC3M al entorno de la Fundación", resaltan.
Conexiones entre miembros
Además, continúan, si revisamos las publicaciones, proyectos y revistas de todos los integrantes, podemos encontrar todo tipo de conexiones entre ellos y algunos candidatos. "Aunque la red es muy extensa, siempre se relacionan con los mismos", denuncian. Las supuestas irregularidades, algunas de ellas recogidas en 2014 por este diario, han vuelto a ponerse de manifiesto en los últimos días debido al malestar de determinados profesores por la salida de algunos catedráticos del Departamento original -antes de la llegada del Instituto-, los despidos e, incluso, a recursos por nombramientos fraudulentos que se estarían estudiando.
Aunque la red de profesores es muy extensa, los miembros de las comisiones siempre se relacionan con los mismos"
Según los afectados, el "cerebro" de la colonización de plazas convocadas por el Departamento de Ciencias Sociales de la UC3M por parte de personas vinculadas a la Fundación Juan March es el profesor de Sociología en la Universidad Carlos III de Madrid y director del propio Instituto, Ignacio Sánchez-Cuenca que, según señalan y adelantó Periodista Digital, forma parte de todas las comisiones.
Para entender la crisis, los docentes se remontan años atrás, cuando se convocó una cátedra de excelencia y en Universidad Carlos III de Madrid existía un Departamento de Ciencias Políticas y Sociología. "En ese Departamento había una candidata acreditada a cátedra y se pensaba que ganaría ella, pero el anterior rector, Daniel Peña, y su vicerrector de profesorado, Juan Romo (actual rector), consideraron más oportuno que la cátedra la ganase Juan Díez Medrano, sociólogo de la Fundación Juan March. Ambos tenían un CV competitivo, pero una contaba con el aval del departamento y el otro con el del rector", cuentan.
Escisión definitiva
"La incorporación al departamento de Díez Medrano provocó la escisión del mismo y un contencioso administrativo", apuntan. Mientras que los profesores del área de Sociología del Departamento que pertenecían a la Fundación March habrían abandonado el mismo para integrarse en el de Historia Económica, aquellos que se quedaron habrían decidido interponer un recurso contencioso administrativo contra la decisión del rector.
"Ambos departamentos continuaron trabajando cada uno por su lado. La universidad celebró elecciones al rectorado y el Departamento de Ciencia Política y Sociología hizo campaña activa a favor del candidato alternativo al rector Peña, pero perdió y, al poco tiempo, el rector decidió que el Departamento sería dividido en dos áreas", dicen.
Así, los sociólogos que interpusieron el contencioso administrativo formarían parte del nuevo Departamento de Análisis Social y, por otro lado, los profesores de ciencia política se integrarían, junto con el área de sociología de la Fundación March y el Departamento de Historia Económica al completo, en el nuevo Departamento de Ciencias Sociales, de acuerdo a los denunciantes.
Convenio y plazas
"Para completar la creación del Departamento de Ciencias Sociales, el rector, mediante convenio con la Fundación March, creó e integró al Instituto Juan March-UC3M, un macrodepartamento que no ha parado de dar problemas desde su fundación, casi todos vinculados a la concesión irregular de plazas", continúan. Y entre esas concesiones destacan un "truco" estrella.
El Instituto no tiene capacidad para convocar cátedras, ni plazas de titulares, esto solo le corresponde a la universidad, pero tienen "trucos"
"Si bien el Instituto no tiene capacidad para convocar cátedras, ni plazas de profesores titulares, ya que, al tratarse de empleo público, esto solo le corresponde a la universidad, este centro sí tiene capacidad para contratar investigadores. Se supone que lo hacen en el ámbito de sus competencias y, lógicamente, eligen y pagan según su criterio", determinan.
Según los estatutos de la UC3M, los institutos tienen que estar adscritos a un Departamento. "Por tanto, son miembros del Instituto Juan March-UC3M porque antes lo son del Departamento de Ciencias Sociales, sin este requisito no podrían serlo porque la universidad le exige a todos sus institutos un número mínimo de profesores de la universidad", aclaran.
Visitantes y financiación
La "clave" está en la comisión de contratación y en el convenio. Esta Comisión, con miembros vinculados al Instituto, es también la encargada de convocar plazas de visitantes, "en un falso concurso internacional de tenure track de seis años por el que los visitantes podrían convertirse en personal fijo si superan la evaluación". "El fraude o situación irregular viene porque la ley sí regula la figura de profesor visitante, que es el tipo de contrato que en realidad hacen ya que es el único contrato laboral que pueden colar", dicen.
"El Instituto no contrata, no puede, pero sí el Departamento, cuyo órgano encargado, la comisión, está controlado por el mismo director del Instituto", insisten. Además, continúan, la financiación mixta de este centro supone que la cantidad dineraria que la Fundación March ingresa para mantenerlo irá en descenso hasta que, en 2019, sea la que asuma los gastos por completo.
"Es decir, investigadores y personal que han sido contratados siguiendo los criterios que ellos hayan fijado van a terminar siendo empleados públicos, pagados con dinero público, sin ningún tipo de control ni convocatoria pública", aventuran los profesores que han preferido mantenerse en el anonimato por "miedo a represalias". "La mayor parte de los profesores e investigadores de la universidad son temporales, por lo el miedo a las represalias se ha extendido hasta el último departamento el campus", reconocen.
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