Funcionarios de Estados Unidos y de Europa sospechan que las cartas bomba recibidas en nuestro país fueron enviadas por oficiales de inteligencia militar de Rusia. Según esta información, desvelada por el New York Times, estos ordenaron a un grupo supremacista blanco con sede en el país liderado por Putin que realizaran el envío. Entre los destinatarios, se encontraban figuras tan destacadas como Pedro Sánchez, la ministra Robles o algunos diplomáticos extranjeros.
Los funcionarios estadounidenses afirman que los oficiales rusos que dirigieron la campaña tenían la intención de comprobar si los gobiernos europeos mantenían la guardia baja. Con este método, trataron de comprobar si era posible llegar a los líderes de nuestro continente en caso de que Moscú decida escalar el conflicto que en estos momentos tiene abierto en Ucrania.
Otro de los objetivos, siempre según la información del New York Times, es mostrar que Rusia y sus representantes son capaces de llevar a cabo ataques terroristas en toda Europa, incluidos aquellos países que pertenecen a la OTAN.
Según cuenta el diario norteamericano, fue el Movimiento Imperial Ruso, un grupo radical con miembros repartidos por toda Europa, quienes hicieron los envíos. Se trata de un grupo catalogado como organización terrorista por el Departamento de Estado de Estados Unidos y que mantiene vínculos con las agencias de inteligencia del Kremlin. Además, según desvelan estas informaciones, miembros importantes del grupo han estado en España: la Policía Nacional ha rastreado sus vínculos con algunas organizaciones españolas de extrema derecha.
Según unos funcionarios de Estados Unidos que han filtrado la información al New York Times, tras esta campaña se encuentra la llamada 'Dirección General', conocida como GRU, una de las oficinas de inteligencia más agresivas del Kremlin. Entre sus miembros se encuentran veteranos de guerra de Rusia y según estas mismas fuentes, esta agencia ha estado detrás de otros sucesos: influyeron en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016 -las que dieron la victoria a Trump- además de derribar el avión civil que cayó sobre Ucrania en 2014.
Esta información también desvela que la inteligencia estadounidense sospecha que los oficiales rusos involucrados en el envío de las cartas bomba pertenecen al 161º Centro de Entrenamiento de Especialista de Propósito Especial, cuya sede está en Moscú. También afirma que Estados Unidos y Reino Unido trabajaron con la Policía Nacional en la investigación.
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