España

La filtración a EEUU, los pactos con Junts y la imputación de su exdirectora sacuden el CNI: "Es nuestra gran crisis"

La noticia de la filtración ha caído en un momento delicado para el CNI, en el ojo del huracán por otros episodios que coinciden en las últimas semanas

La filtración de información reservada por parte de dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) a Estados Unidos ha caído como una bomba en los servicios de inteligencia españoles. No sólo por la gravedad que supone la brecha de seguridad; también por el momento en que ha tenido lugar la revelación, con un Centro en el ojo del huracán por la imputación de su exdirectora, Paz Esteban, y por los pactos entre el PSOE y Junts, que incluyen la apertura de una comisión de investigación en el Congreso en torno al espionaje con Pegasus de líderes separatistas. "Estamos ante una gran crisis", admiten fuentes internas que, no obstante, manifiestan su plena confianza en el funcionamiento de la institución.

Prueba de esa confianza radica en que han sido los propios protocolos internos del CNI los que han detectado la filtración, por la que fueron detenidos dos agentes del centro, uno de ellos aún en prisión provisional y el otro, en libertad condicional con medidas cautelares. Fue en uno de los controles rutinarios cuando se averiguó que informes con el máximo nivel de clasificación habían ido a parar a manos de una potencia extranjera.

La sorpresa llegó al comprobar que se trataba de Estados Unidos, una nación aliada, con la que ya se comparte ingente información por canales habilitados. La parte positiva del episodio, explican fuentes de seguridad a este diario, fue que los protocolos internos funcionaron y sirvieron para detectar la filtración. También que la periodicidad de los controles impide que la brecha se haya prolongado en el tiempo. Los protocolos internos obligan al CNI a realizar una profunda auditoría.

La exdirectora del CNI

Lo cierto es que el golpe ha alcanzado al CNI en un momento crítico, cuando diversas polémicas alcanzan a la institución. Una de ellas llega desde los tribunales. La exdirectora Paz Esteban tendrá que comparecer como investigada por la supuesta infección con el software Pegasus en terminales de líderes independentistas de Cataluña.

La base de la imputación se sostiene en un estudio de Citizen Lab y en un informe pericial elaborado por un experto con vínculos con la Generalitat de Cataluña. Fuentes internas del CNI no se manifiestan sobre este episodio, si bien resaltan que cualquier investigación cuenta con el aval judicial necesario. Paz Esteban está llamada a declarar el próximo 13 de diciembre en el Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona.

El supuesto espionaje a líderes independentistas coincidió con el escándalo por la infección con Pegasus de varios miembros del Gobierno, incluido el presidente Pedro Sánchez y los ministros de Interior y Defensa, Fernando Grande-Marlaska y Margarita Robles. La crisis desembocó en un duro enfrentamiento entre las carteras de Presidencia y Defensa en relación con las competencias sobre la seguridad de los terminales de los ministros.

El tsunami condujo a la destitución de Paz Esteban al frente del Centro. Esperanza Casteleiro, entonces secretaria de Estado de Defensa y mano derecha de Margarita Robles, asumió el reto de liderar los servicios de inteligencia españoles en un momento particularmente convulso, del que había sido miembro durante más de dos décadas.

Pactos con Junts

Esta cadena de episodios abruptos detonó la discreción bajo la que le gusta operar al CNI. Pero además habría que sumar una última bala. En este caso, desde el Congreso de los Diputados. Los acuerdos de Gobierno de PSOE con Junts, en negociación directa con Carles Puigdemont, incluyen la puesta en marcha de una comisión de investigación en el Congreso de los Diputados sobre el supuesto espionaje con Pegasus a los líderes independentistas catalanes y sobre una hipotética implicación de los servicios de inteligencia en los atentado de Barcelona y Cambrils de 2017.

El acuerdo no sentó bien en el CNI. Como contó Vozpópuli, desde la institución consideran que el mero hecho de constituir una comisión de investigación "alimenta" falsas teorías: "El independentismo logra lo que quiere, que es dar alas a teorías de la conspiración en torno al 17-A", apuntaron entonces fuentes internas a este diario.

Los tres episodios conforman un cóctel difícil de digerir para los servicios de inteligencia españoles, que mantienen la confianza en la integridad de sus actuaciones pero temen que, de un modo u otro, queden empañadas o salpicadas por los acontecimientos vividos en un periodo de tiempo de tiempo.

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