Los 80 militares españoles desplegados en Camp Taji (Irak) han sufrido un nuevo ataque con cohetes contra su base, el segundo en menos de una semana. Fuentes del Ministerio de Defensa detallan que todos los efectivos se encuentran a salvo y que no se han producido daños materiales.
Como informó Vozpópuli, los 80 militares que desempeñan sus funciones en esta base iraquí -dirigida por la Coalición Internacional contra Daesh- se encuentran en máxima alerta tras sufrir hace unos días un ataque con cohetes Katyusha de 107 milímetros, en el que murieron dos soldados estadounidenses y uno británico. Entre otras medias habían restringido algunas actividades al aire libre y repasado los protocolos de actuación en caso de agresión.
El nuevo ataque ha tenido lugar este sábado, detallan las mismas fuentes. De nuevo, con cohetes Katyusha. En la base de Camp Taji hay tres helicópteros Cougar y otros tres helicópteros Chinook del Ejército español, y ninguno de ellos ha sufrido daños.
Las aeronaves participan en labores de apoyo y traslado en el marco de la operación desplegada por la Coalición Internacional contra Daesh; una misión integrada por varios países con el objetivo de reducir la incidencia del terrorismo en la región.
Las dificultades de la misión
Los 80 militares desplegados en Camp Taji forman parte de un total de 550 efectivos españoles enviados a Irak en diferentes misiones de apoyo e instrucción en la lucha contra el terrorismo. En los últimos tiempos, el contingente ha sufrido serias dificultades relacionadas con su propia seguridad.
La creciente tensión que se vivió hace unos meses entre Estados Unidos e Irán desembocó en una situación de inestabilidad en la región que obligó a suspender las actividades de adiestramiento. El compromiso de España con organizaciones internacionales aliadas difumina la posibilidad de cambios en estas misiones. Al menos, en un corto periodo de tiempo.
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