España

El Ejército hará pruebas médicas a unos militares a los que se les ordenó manipular material con posible amianto

El Ejército de Tierra también investigará si se cometieron negligencias en la retirada de elementos que podrían ser de fibrocemento en el acuartelamiento de Aizoáin (Navarra)

El Ejército de Tierra ha decidido efectuar pruebas médicas a un grupo de militares destinados en el cuartel de Aizoáin (Navarra) a los que se les ordenó manipular una serie de tuberías que podrían ser de fibrocemento, con el consecuente riesgo para la salud que supondría por la presencia de amianto. También ha abierto una investigación interna para determinar si hubo "presuntas negligencias" en las actuaciones llevadas a cabo.

El polémico episodio, que ha llegado hasta el Ministerio de Defensa, tuvo lugar en agosto de 2021. La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) denuncia que el personal militar de este cuartel del Ejército retiró unas tuberías que "podrían proceder de un antiguo gimnasio", para después meterlas en una alcantarilla que se precintó con cemento. Esta alcantarilla se ubica cerca de un viejo vestuario, actualmente en desuso.

Esta asociación afirma que la retirada de estos tubos, presumiblemente de fibrocemento, se llevó a cabo "sin ningún tipo de formación especializada ni material de protección". Así consta en un escrito remitido al Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (COPERFAS), órgano que rige las relaciones entre el Ministerio de Defensa y las asociaciones profesionales de miembros de las Fuerzas Armadas, donde se dirimen asuntos relacionados con el personal.

"ATME no puede sino poner en conocimiento del ministerio de Defensa la información recibida, ya que pudiera afectar no solamente a la salud del personal que manipuló las tuberías de presunto fibrocemento, sino a la salud del personal destinado", señalan desde la asociación en su escrito remitido a Defensa.

En dicho oficio se incorporan las imágenes con las tuberías sospechosas de estar hechas con fibrocemento, algunas de ellas partidas o dañadas con agujeros. También de la alcantarilla en la que fueron arrojadas y que se cerró con cemento.

La asociación militar pide que se investigue si estas tuberías contienen verdaderamente fibrocemento y urge a Defensa a facilitar información relacionada con las actuaciones, como si hubo exposición al amianto, si se tomaron las medidas de precaución necesarias, si se informó al personal implicado en las labores de los riesgos que podría suponer y quién dio la orden de retirar y precintar el material.

"La retirada de estas tuberías debe realizarse por empresas especializadas que no solamente deben retirar las tuberías, sino que las deberán empaquetar para que no se emitan fibras de amianto durante su transporte, limpiando la zona donde estuvieran para que no quede ningún resto de amianto", apuntan desde ATME.

La respuesta del Ejército

Según ha podido saber Vozpópuli, el Ministerio de Defensa remitió a la asociación profesional militar un escrito con información facilitada por el Mando de Personal del Ejército de Tierra. Desde la institución indican que "el personal que introdujo en la arqueta los tubos objeto de la información y sus mandos directos desconocían la posibilidad de que dicho material contuviera fibrocemento, creyendo que se trataba de cemento". Y añaden: "En ningún caso hubo una orden o instrucciones para vulnerar normativa de prevención de riesgos laborables".

A renglón seguido, el Ejército señala que por el momento "se desconoce con certeza" la procedencia del material, el momento en que fue desmantelado de su instalación y ubicado en los depósitos de escombros: "La presencia de este material en la alcantarilla no supondría en sí misma un riesgo para la salud, en ausencia de manipulación, pero se considera adecuada y necesaria su retirada por una empresa especializada y registrada".

El Ejército admite que en el acuartelamiento de Aizoáin hay unas cubiertas de fibrocemento "no friable", una composición que evita su desmenuzamiento, "y su mera presencia no supone riesgos para la salud si no es manipulado". También que puede haber unos tubos de fibrocemento "no friable" en una arqueta ya inutilizada y rellenada con escombros.

Tras la denuncia de la asociación, el Ejército ha solicitado un reconocimiento médico específico para el personal que participó en los trabajos de almacenamiento de este material en las alcantarillas, así como realizar mediciones en los edificios con material de fibrocemento y la retirada de estos compuestos en las arquetas y alcantarillas identificadas.

"Por otra parte -detalla el oficio de respuesta-, se ha ordenado la realización de un Expediente de Información Previa a cargo de un oficial instructor ajeno a la cadena de mando de la Unidad de Servicios del Acuartelamiento y cuyas conclusiones deberán permitir un mayor esclarecimiento de los hechos y, en su caso, la posible determinación de presuntas negligencias en las actuaciones llevadas a cabo".

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