El Ejército de Tierra mejora sus capacidades de control y vigilancia sobre el Estrecho, las aguas que separan España de Marruecos, tras la compra de un nuevo sistema tecnológico. Se trata de un área estratégica en la seguridad nacional, tanto por las continuas reivindicaciones de soberanía del reino alauí de las islas y peñones españoles ubicados ante sus costas como por la densidad de tráfico marítimo, al constituir un acceso principal al Mediterráneo.
La adquisición de los nuevos medios figura en una licitación publicada en la Plataforma de Contratación, en la que se detalla la compra de una “cámara coral para vigilancia marítima del Estrecho”. La adjudicación ha recaído en la empresa Blanch Internacional & Asociados. S.L., en un contrato negociado sin publicidad con un valor de 569.002,50 euros, IVA incluido.
Fuentes militares consultadas por Vozpópuli detallan que el sistema adquirido hace referencia a “una familia de cámaras térmicas ampliamente extendidas en el Ejército de Tierra para múltiples usos”. Una tecnología que ahora se aplicará en el Estrecho para redoblar el control en un área que España considera de máxima prioridad.
Cabe recordar que en las aguas que separan España de Marruecos se registra una gran densidad de tráfico marítimo. No sólo por los navíos que transitan hacia el Mediterráneo -entre los que figuran buques de guerra, de naciones aliadas o con las que hay menor afinidad diplomática-; también las que se dedican a toda clase de actividades ilícitas o criminales: desde el tráfico de seres humanos hasta el de estupefacientes, entre otros.
Enclaves de soberanía nacional
Pero además confluyen otras circunstancias. En el Estrecho se encuentran varios peñones, islas e islotes de soberanía nacional que Marruecos reclama para sí. La mayor tensión diplomática a partir de estos enclaves tuvo lugar hace veinte años, en julio de 2002, cuando fuerzas marroquíes ocuparon la isla de Perejil. Las Fuerzas Armadas españolas, bajo el Gobierno de José María Aznar, desplegaron una fuerza de élite que terminó deteniendo a los efectivos del reino alauí, restituyendo la situación previa a la invasión.
En la actualidad, las Fuerzas Armadas mantienen diversos operativos con el objetivo de mantener la seguridad en la región
En la actualidad, las Fuerzas Armadas mantienen diversos operativos con el objetivo de mantener la seguridad en la región. Por su parte, el Ejército del Aire y del Espacio lo hace en el espacio aéreo. Los buques de la Armada, bajo la coordinación del Mando de Operaciones, participan en operaciones permanentes de “vigilancia y disuasión”; actualmente se encuentra el patrullero Serviola desempeñando esta misión. Además, un puñado de efectivos de la Armada protegen la isla de Alborán. Y el Ejército de Tierra tiene presencia constante en los peñones de Alhucemas, Vélez de la Gomera -en realidad unido por un istmo a Marruecos- e Islas Chafarinas.
No es la primera vez que el Ejército de Tierra pide más medios para reforzar la seguridad en la región. Como contó este diario, justo tras estallar la crisis de Ceuta -con la entrada de miles de personas por vías irregulares en plena ruptura diplomática entre Madrid y Rabat-, el Ejército pidió una serie de mástiles para colocar antenas en Alhucemas, Vélez de la Gomera e Islas Chafarinas.
“Una mala comunicación en esta zona supone poner en peligro la soberanía de dichos territorios”, detallaba la información adjunta a la licitación, que a su vez incidía en que la cobertura de la zona es “difícil de controlar” por su “naturaleza geográfica”. Así, era “necesario” instalar torres con antenas en estos tres puntos para garantizar “una buena comunicación”.
Ahora el Ejército adquiere nuevos medios. En este caso se trata de cámaras térmicas de alta tecnología que permitirán tener un control más estrecho en este punto que España considera de máximo interés para la seguridad nacional.
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