Bajo el nombre de Ángel Guardián, el Ejército de Tierra se ha instruido junto a otras naciones aliadas en técnicas policiales y de control de masas, en unas ambiciosas maniobras que han dejado imágenes impactantes, al simular situaciones críticas en los que los militares se veían sobrepasados por la muchedumbre. Un adiestramiento que tiene especial relevancia en las misiones internacionales en las que participan las unidades, especialmente en aquellas que se desarrollan cerca de núcleos urbanos.
El Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad ha sido el encargado de difundir a través de sus redes sociales las imágenes de estas maniobras. Con sede principal en Valencia, se trata del organismo del Ejército de Tierra que está a disposición de la OTAN para el despliegue de capacidades militares de forma inmediata en las situaciones de crisis que amenacen los intereses de la Alianza.
Liderado por el Batallón de Policía Militar (BPM I), el Ángel Guardián es un ejercicio recurrente en el que anualmente participan no solo unidades del Ejército de Tierra, también del resto de las Fuerzas Armadas, así como fuerzas de otros países aliados que se instruyen en las mismas capacidades, fomentando así la interoperabilidad entre naciones.
Tal y como apuntó el Ejército de Tierra en ediciones anteriores, estas maniobras representan el "ejercicio multinacional más importante del año referente a misiones de Policía Militar, tanto en el ámbito nacional como de la OTAN".
Las cifras del despliegue atienden a esta descripción. Cerca de 600 efectivos, un centenar de vehículos militares y 15 perros han participado en esta edición del Ángel Guardián, que se ha desarrollado en las bases de Bétera y Marines, de Valencia, entre el 23 y el 28 de junio.
Otros ejércitos participantes
En esta edición han participado fuerzas procedentes del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército del Aire y del Espacio, de la UME, la Guardia Civil del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad y de la Guardia Real.
A nivel internacional se ha contado con la presencia de once naciones, además de España: de forma activa lo han hecho militares procedentes de Bulgaria, Canadá, Estonia, Grecia, Irlanda, Portugal, Rumania y Reino Unido; además se han incorporado observadores de Suiza, Turquía y Egipto.
¿Y cuál es la razón por la que el Ejército de Tierra y las Fuerzas Armadas se instruyen en técnicas policiales y de control de masas? Lejos de estar pensado para una aplicación en territorio nacional, se trata de una capacidad fundamental para el despliegue en zonas de operaciones; especialmente en aquellos escenarios que se desarrollan entre la población civil o cerca de núcleos urbanos, sometidos a la volatilidad inherente a estas misiones.
Es un tipo de ejercicio de despliegue real en diferentes escenarios similares a los que la Policía Militar se encuentra en las diferentes Zonas de Operaciones
"Es un tipo de ejercicio de despliegue real en diferentes escenarios similares a los que la Policía Militar se encuentra en las diferentes Zonas de Operaciones en el exterior para desempeñar funciones tales como seguridad, detención, apoyo a la movilidad y policía de estabilización, dentro de un entorno de apoyo a la fuerza durante una operación de respuesta de crisis", apuntaban desde el Ejército de Tierra en ediciones anteriores del Ángel Guardián.
Por eso los ejercicios liderados por el Batallón de Policía Militar (BPM I) -con experiencia internacional en escenarios como Afganistán, Líbano, Irak, Mali, República Centroafricana o Mauritania- contienen incidencias como control de masas, seguridad de itinerarios, atestados de tráfico con vehículos militares involucrados, desalojo de edificios, detención, cacheos, individuos armados en el interior de instalaciones militares, tirador activo, protección de autoridades o toma de evidencias.
