El decreto ley para devolver a los funcionarios una cuarta parte de la paga extraordinaria suprimida en diciembre de 2012, que se convalidará en el Congreso a final de mes, incluye también un crédito extraordinario de 20 millones de euros para adquirir 92 vehículos militares para el Ejército de Tierra, es decir, más de 217.000 euros por unidad.
Así consta en la memoria de ese decreto ley, en la que se explica que la rama terrestre de las Fuerzas Armadas carece actualmente de suficientes vehículos todoterreno de gran tonelaje y medio tonelaje que dispongan de la necesaria protección por blindaje. “La preparación de las unidades del Ejército de Tierra para poder ser empleadas en operaciones internacionales precisa de gran capacidad de movimiento de fuerzas en vehículos apropiados" para determinadas condiciones, según explica el Gobierno.
Según el decreto, "el Ejército de Tierra está utilizando al máximo vehículos de gran antigüedad en un estado operativo excesivamente degradado"
Igualmente, incluye que "el Ejército de Tierra está utilizando al máximo, incluso al límite del fin de ciclo de vida, vehículos de gran antigüedad cuyo desgaste se ha ido incrementando hasta llegar a una situación de escasez en la cantidad de medios disponibles y en un estado operativo y de utilización excesivamente degradado". Por ello, propone habilitar 20 millones de euros para adquirir una remesa de estos carros blindados, un dinero que no puede salir del Fondo de Contingencia por no cumplirse los requisitos, sino que habrá de financiarse con deuda pública.
En concreto, se trata de 92 vehículos, 45 del tipo NMLTT de cuatro toneladas y otros 47 CNLTT de tonelada y media para carga general y diversos fines.
7.000 millones de ahorro
Por su parte, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha manifestado este martes que su departamento ha conseguido reducir en más de 7.000 millones de euros el coste real y potencial de los Programas Especiales de Armamento. La sorpresa ha saltado en los grupos de la oposición, máxime cuando el anuncio se produce semanas después de que el secretario de Estado de Defensa, Pedro Argüelles, ya avisara al Congreso de que el próximo Gobierno deberá destinar más de 1.000 millones de euros en 2016 para abonar pagos pendientes de programas especiales de armamento, una cuantía que no está reflejada en el presupuesto y que, por tanto, deberá salir de un crédito extraordinario.
Defensa contará en 2016 con una dotación presupuestaria de 5.700 millones, un 0,4% más que en 2015
Y es que el presupuesto de Defensa para 2016 incluye, como el año anterior, una dotación de 6,84 millones de euros para este tipo de programas, pero esa cifra se ve aumentada a lo largo del año vía créditos extraordinarios. El último, convalidado antes del verano, ascendió 856 millones de euros con los que se hace frente al pago de, entre otros, el programa del 'caza' Eurofighter (399,7 millones de euros), el Airbus A400M (154,4 millones), el vehículo blindado Pizarro (60 millones), o los helicópteros Tigre (68,9 millones), NH-90 (45,6 millones de euros) y EC-135 (39,2 millones).
Esta fórmula de no reflejar apenas gasto en los Presupuestos para pagar los programas de armamento y hacer frente a estas obligaciones a través de créditos en forma de decretos ley ha sido duramente criticada por la oposición en los últimos años. De hecho, los dos últimos créditos extraordinarios han sido recurridos ante el Tribunal Constitucional, que lo está estudiando.
El Ministerio de Defensa contará en el próximo ejercicio con una dotación presupuestaria de más de 5.700 millones de euros, lo que supone un aumento del 0,4 por ciento respecto de 2015. Morenés ha señalado que la inversión en seguridad y defensa es "irrenunciable" ante este mundo "incierto", una posición que considera que no sólo entienden los grupos parlamentarios, sino que comparte la sociedad española, a tenor de las "lamentables y desgraciadas" imágenes que reflejan la barbarie de los terroristas de Estado Islámico.