Los representantes de las fuerzas de izquierda que han participado en el debate organizado por la Corporación de Radio Televisión de Galicia (CRTVG) han evidenciado su disposición a unirse en un gobierno progresista si los gallegos les dan su aval en las urnas el próximo 12 de julio en las elecciones de Galicia; mientras que el presidente de la Xunta y candidato del PPdeG a la reelección, Alberto Núñez Feijóo, ha insistido en una de sus máximas de campaña: será él o un "multipartito".
"Yo propongo un Gobierno unido. Todos quieren ser presidentes y resulta que Galicia necesita un Gobierno unido, un presidente no secuestrado. Lo que quiere Galicia es experiencia, no experimentos. Lo que necesitamos es unirnos para que no se fracture la sociedad y ese es mi objetivo y lo volveré a intentar: si me dan la fuerza suficiente para gobernar, gobernaré para todos. Estaré a disposición de Galicia los próximos cuatro años", ha sentenciado Feijóo.
El presidente gallego ha buscado distanciarse de Ciudadanos, cuya candidata, Beatriz Pino, le ha tendido la mano, al tiempo que ha lanzado críticas muy duras al PSdeG, al que ha instado a "leerse el programa" de sus futuros "socios". Feijóo le ha dado las gracias, pero ha advertido de que los sufragios a Ciudadanos son "votos perdidos" que solo contribuirían a un "multipartito" de "diez partidos", cuyas siglas había enumerado previamente.
Mientras los candidatos de las fuerzas de izquierda, con especial intensidad el socialista Gonzalo Caballero, ha buscado evidenciar que Feijóo pactará con Vox si lo necesita tras el 12J, el candidato popular ha buscado distanciarse del partido de Santiago Abascal. "Me llaman rojo, nacionalista. ¿Me quieren hacer presidente? No. A mí no me vigila Vox, me vigilan los gallegos", ha advertido.
La izquierda gallega, dispuesta a unirse
Por su parte, tanto el candidato socialista, Gonzalo Caballero, como el representante de Galicia en Común-Anova Mareas, Antón Gómez-Reino, han insistido en que si hay movilización puede haber un Gobierno "progresista" tras el 12-J. Caballero ha insistido en que el PSdeG debe liderar esa mayoría progresista, como también ha reivindicado Ana Pontón (BNG). Pontón, en todo caso, ha ido un paso más allá y ha reivindicado al BNG como fuerza clave para al frente para combatir el "modelo que representa el PP y las fuerzas subordinadas a Madrid".
"Aspiramos a superar el actual estatuto con un nuevo marco. Galicia no puede reducirse a un eslógan electoral. Para defender a Galicia hay que tener las manos libres. Un diputado del BNG hizo más en Galicia en un mes que el PP en 11 años", ha ejemplificado la dirigente nacionalista, quien ha convertido en recurrente la coletilla "si yo soy presidenta".
Por su parte, Pancho Casal (Marea Galeguista) ha dado por hecho que apoyará cualquier proyecto progresista, al tiempo que ha avanzado que a su formación no le interesa estar en ningún gobierno y que lo relevante es que en el Parlamento haya representantes de un partido "sin ataduras" desde Madrid.
VOX TRATA DE LLEVAR EL DEBATE A SU TERRENO
Por su parte, Ricardo Morado (Vox) ha tratado de llevar a su terreno el debate y ha instado a todos los participantes en el debate a explicitar su rechazo a los "actos violentos" de los que, ha afirmado, han sido objeto durante la campaña.
Los candidatos han condenado la violencia en términos generales, mientras que, con especial intensidad Caballero y Pontón, han instado a Vox a condenar la "violencia". "La violencia es violencia, no tiene género", ha replicado, en una contestación a Caballero, quien ha indicado que, solo con esa afirmación, se estaba retratando.
En todo caso, la mayor parte de partidos han esquivado las alusiones directas a Vox, a excepción del candidato socialista, quien ha incidido reiteradamente en vincular al PPdeG con el partido de Abascal.
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