Correos envió un informe a la Junta Electoral Central el pasado día 16 para comunicar que los gallegos y vascos residentes en Cuba y en Venezuela no pudieron ejercer su derecho al sufragio por los problemas en los servicios postales de ambos países, derivados de la pandemia del coronavirus.
El informe, al que ha accedido Efe este martes, lo remite el presidente de la Sociedad Estatal de Correos, Juan Manuel Serrano, a la Junta Electoral y es una descripción de las "dificultades" encontradas para tramitar el voto de los gallegos y vascos residentes en el exterior en plena expansión de la COVID-19.
Explica la entidad que, pese a los problemas, ha podido exportar 13.750 envíos a electores en países extranjeros, de acuerdo con la documentación que le aportó la Oficina del Censo Electoral. Correos indica en el informe que 13.668 llegaron a sus destinatarios.
Pero, como añade la entidad en el informe, "en no pocos casos" ha tenido que recurrir a operadores privados, "aun cuando ello implicase un relevante incremento del coste económico y de gestión".
Sin embargo, en Cuba y en Venezuela no pudo completar ningún envío, por lo que ni los gallegos ni los vascos residentes en ambos países han podido ejercer su derecho al sufragio.
Miles de vascos y gallegos en Cuba y Venezuela
Según los datos de la Oficina del Censo Electoral, más de 460.000 gallegos residen en el extranjero. 41.772 viven en Cuba y 28.898, en Venezuela.
En lo que respecta a Euskadi, el total de votantes en el exterior se acerca a las 76.000 personas, de las que 1.041 residen en Cuba y 4.026, en Venezuela.
Sin embargo, los porcentajes de quienes pidieron votar fueron escasos.
En Cuba, según señala Correos en su documentación, "las dificultades derivadas de la ausencia de transportes y de la falta de distribución en destino", así como "las trabas continuas expresadas por el correo postal cubano y sus exigencias de comunicación por vías diplomáticas", han hecho imposible el trámite.
La Sociedad sopesó recurrir a terceros países, pero se descartó tal extremo, y habló "al más alto nivel" con operadores privados, si bien confirmaron "la imposibilidad de hacer la distribución".
El 2 de julio, en La Habana, aterrizó un avión con 13 recipientes y 1.962 envíos y Correos conversó con sus contactos cubanos para asegurar dicha distribución.
Sin embargo, "la insistencia" de los interlocutores por que hubiera mediación diplomática obstaculizó el proceso, por lo que intervino la Embajada de España en La Habana.
"A pesar de los esfuerzos realizados a todos los niveles", Correos recibió una comunicación el 10 de julio de Correos Cuba para informar que devolverá la documentación electoral "sin haber intentado su entrega a los destinatarios".
En Venezuela el problema retrocede al 19 de marzo, cuando se cierra la admisión de paquetería y correspondencia.
Dada la "confusa" gestión de los servicios postales venezolanos y la inoperatividad de los agentes privados, Correos buscó recurrir a terceros países e incluso usar "vuelos humanitarios" entre La Habana y Caracas, opción que terminó aparcando.
Como en el caso cubano, las autoridades venezolanas exigieron que mediara la diplomacia española y transmitieron que no podrían hacer nada mientras no contaran con "un permiso gubernamental".
Sin embargo, "nunca se llegó a recibir de Venezuela autorización alguna", y por esta razón, los envíos ni siquiera salieron del aeropuerto de Madrid-Barajas.
El informe lo envió Correos a la Junta Electoral debido a una petición de la Xunta de Galicia para ampliar el plazo de recepción y el plazo del escrutinio del voto exterior. La JEC lo analizó en la reunión del pasado día 17.
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