Movimientos del 15-M, intelectuales, gente de la universidad, formaciones políticas a la izquierda del PSOE, plataformas cívicas… La izquierda política y social de nuestro país está en plena 'efervescencia', con la mente puesta en las elecciones europeas del año que viene. Si bien ésta nunca ha sido una consulta muy movilizadora, la actual situación económica, las políticas de austeridad a ultranza y la línea de recortes y de cumplimiento del déficit, han hecho aparecer una pléyade de organizaciones, iniciativas y movimientos, que llevan semanas entrecruzándose para presentar batalla donde se toman las decisiones, esto es, en las instituciones europeas.
Uno de los dirigentes políticos que más se está moviendo es el que fuera líder de Izquierda Unida y actual diputado por Asturias, Gaspar Llamazares, quien alerta de la necesidad de que el bloque social, muy activo, “tenga un reflejo electoral y una expresión orgánica”. Él es partidario de atraer al proyecto a distintas personas muy representativas de esa izquierda social como el juez Baltasar Garzón, la escritora Almudena Grandes o la líder de la PAH, Ada Colau, tal y como adelantó Vozpópuli.
IU se presenta como la única fuerza política estatal que puede “poner fin a la política neoliberal de la UE”, en la que inserta al PSOE
Sin embargo, Izquierda Unida no parece tenerlo tan claro, según Llamazares, puesto que “no dan por sentado” su conversión en una especie de agrupación de electores o en abrir su candidatura a independientes. La coalición va a celebrar el sábado 22 una conferencia sobre Europa en cuyo documento para el debate se presentan como la única fuerza política de carácter estatal que puede representar “la necesidad de poner fin a la política neoliberal de la UE y el actual consenso de Bruselas en torno a un programa alternativo a defender en las elecciones europeas de 2014”. “Esto dependerá –prosigue el texto—de nosotros, de la intensidad de nuestra capacidad de movilización, de nuestra capacidad para converger y del grado de apoyo popular a nuestra alternativa para otro proyecto de integración regional alternativo al neoliberal”.
El objetivo de IU, que no descarta sin embargo establecer alguna alianza con otras fuerzas de la izquierda para concurrir juntos a las europeas, como IC, es superar las políticas neoliberales que, a su juicio, no sólo representa el PP sino también el PSOE, con quien acorta cada día más distancia electoral a tenor de los sondeos sobre intención de voto. En todo caso, nada se dice de la confección de las próximas candidaturas, aunque para ello tenga que estar muy atenta a los movimientos que se van produciendo.
Los sondeos vaticinan un fuerte deterioro electoral de los conservadores y socialistas en toda Europa
Para empezar, el próximo mes está previsto que un grupo de intelectuales y gente de la universidad del ámbito de la izquierda presenten un manifiesto muy crítico con la situación política y económica y la necesidad de ofrecer respuestas. Simultáneamente, Democracia Real Ya y Democracia por la base, dos movimientos surgidos de las movilizaciones del 15-M andan debatiendo el papel que jugarán en las próximas europeas. Algo similar al Foro Cívico de Julio Anguita y al resto de fuerzas políticas de la izquierda que, como Iniciativa por Cataluña o la Chunta, además de Izquierda Abierta que lidera Llamazares andan en conversaciones cruzadas.
Sobre el salto a la política de personajes como Garzón, Grandes o Colau, Llamazares asegura que “es pronto para dar algunas puertas por cerradas” a pesar de la negativa que en este sentido ha expresado, por ejemplo, la líder de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca mientras que el exjuez de la Audiencia Nacional parece dispuesto a repetir la experiencia. Llamazares está convencido de que estos nombres surgirán con naturalidad a medida que se avance en las propuestas y en la convergencia de la izquierda.
Lo cierto es que tanto PP como PSOE pueden sufrir un fuerte varapalo en las elecciones europeas. Sondeos internos del PP apuntan a que quedarán muy lejos de los 23 eurodiputados que consiguieron en 2009, y otro tanto el PSOE con 21 actualmente. El descenso electoral podría suponer dejar por el camino entre los dos partidos diez eurodiputados a repartir entre otras fuerzas políticas y eso si el deterioro no es aún mayor. Pero las malas perspectivas para PP y PSOE no son exclusivas de España. La nueva Eurocámara podría ser el primer reflejo de la pérdida de la tradicional supremacía de las fuerzas conservadoras y socialistas en Europa. El bipartidismo sufre un fuerte deterioro con la crisis, lo que augura un Parlamento en Bruselas mucho más complejo y fragmentado.
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