El líder de Ciudadanos (C's), Albert Rivera, no contempla la nueva cita con las urnas como una repetición de las elecciones generales del 20-D ni como una segunda vuelta, sino como una "situación excepcional después de un bloqueo institucional". De ello, responsabiliza a PP y Podemos, en tanto votaron en contra del acuerdo de El Abrazo sellado por socialistas y naranjas el 24 de febrero. Es por ello por lo que Rivera apuesta por desplegar un discurso consistente, por un lado, en poner en valor que su partido ha sido "el único que ha intentado llegar a acuerdos”, y por otro, en remarcar que dispone del plan económico más viable y creíble para afrontar la nueva etapa política. En esta estrategia es donde el responsable de Economía, Industria y Conocimiento de C's, Luis Garicano, adquiere un protagonismo clave.
Según fuentes internas del partido centrista, Rivera quiere que el profesor de la London School of Economics tenga ahora un papel más visible que el desempeñado en la antesala de las pasadas generales. Ya el pasado fin de semana, Garicano y la portavoz de C’s en el Parlamento catalán, Inés Arrimadas, fueron los ponentes estrella del acto 'Financiación' (de las comunidades autonómicas) celebrado en Barcelona.
El economista abandonó el pasado abril el consejo de administración de Liberbank debido a que la asunción de compromisos y obligaciones en otros ámbitos no le permitía seguir dedicando el tiempo y atención necesaria para el cumplimiento de sus responsabilidades en la entidad bancaria, según informó la misma. Su relación con esta entidad bancaria llevó a los candidatos de PSOE y Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, respectivamente, a cargar contra Rivera en un debate electoral por elegir como coordinador de su programa económico al consejero de un banco rescatado. El líder centrista replicó que confió en Garicano con posterioridad a ese rescate.
Rivera cree que Podemos se centrará en el mensaje de "echar al PP de las instituciones" y en ganar al PSOE la hegemonía de la izquierda
Más allá de apariciones puntuales en tertulias de televisión y radio, Garicano apenas se dejó ver en la campaña oficial del 20-D. Sus grandes apariciones se redujeron a la presentación del programa de I+D de Ciudadanos junto a Rivera y la exministra socialista Cristina Garmendia (el 14 de diciembre) y a su participación en un debate de los economistas de los partidos emitido por El Objetivo (La Sexta) el 6-D. Este coloquio, donde intervinieron también Pablo Casado (PP), Pedro Saura (PSOE), Nacho Álvarez (Podemos) y Alberto Garzón (IU), tuvo un share del 7,2%, muy inferior al que este mismo espacio logró en sus dos ediciones anteriores (9,1 y 10,3%, respectivamente), y, por supuesto, a la media de la temporada. En caso de que vuelva a organizarse un debate de los responsables económicos en la antesala del 16-J, Rivera prevé que será Garicano quien repita por Ciudadanos.
No obstante, los encargos que el líder emergente tiene para su gurú económico no se limitan a la esfera pública. De puertas hacia dentro, Rivera le ha pedido que pilote la elaboración de un ambicioso plan para hacer frente al "agujero de déficit", incumplido en casi un punto (unos 10.000 millones de euros), que han arrojado las cuentas del Gobierno de Mariano Rajoy, corregidas por Bruselas. La intención del presidente de C's pasa por convertir la nueva propuesta anti-déficit de su partido, explicándola al electorado por tierra, mar y aire, en una de sus banderas de la próxima campaña electoral. Será uno de los platos fuerte de su argumentario político. La formación naranja pondrá aquí el foco y tratará de identificar sus siglas con una política económica solvente, frente a los "proyectos fallidos de PP y PSOE" en este años de crisis y el desenfreno populista de Podemos en el gasto público.
El programa electoral de Ciudadanos será actualizado con dicho plan y también incorporará como novedad una memoria económica, cuya redacción ha sido encomendada igualmente al equipo de Garicano, integrado entre otros por los diputados Toni Roldán y Francisco de la Torre.
Pronto para calibrar el efecto de la alianza Podemos-IU
En relación a la alianza electoral de Podemos e IU, Rivera cree, según las fuentes citadas, que los efectos a nivel electoral de esta confluencia no se podrán medir en los sondeos de intención de voto hasta la confección de las listas. No obstante, en lo referente a la dialéctica política, la dirección naranja cree que el acuerdo entre Podemos e IU le va bien para poder reivindicarse como la única fuerza emergente y transversal que apuesta por la regeneración democrática, pues la formación de Pablo Iglesias ya no puede presumir de ello, entienden, al ir de la mano de los comunistas, representantes de la "vieja política".
Además, tales fuentes sostienen que el equipo de Rivera no teme la suma IU-Podemos en tanto esta alianza aliados centrarán su estrategia, por un lado, en afianzar el mensaje de "echar al PP de las instituciones" y, por otro, en alcanzar la hegemonía de la izquierda, terreno en el que peleará duramente con el PSOE.