"Sí, no tiene absolutamente ningún sentido que me fuera a su casa después de lo que me pasó en la habitación", ha reconocido la actriz y presentadora Elisa Mouliaá, "pero es lo que pasó", ha asegurado. Son las palabras con las que la primera denunciante de Íñigo Errejón (Sumar) que ha querido dar su nombre en los medios de comunicación se ha expresado en redes sociales en la mañana de este domingo, aunque después las ha eliminado.
Mouliaá relata que Errejón la había "forzado" hasta llevarla a la habitación en la fiesta en la que ambos coincidieron y que, posteriormente, le "metió boca" en el ascensor. "Y no sé cómo cojones acabé ahí. Me puso las cosas y me llevó al coche", afirma la actriz. "Ni sé cómo fui tan gilipollas", pero "lo importante es que saqué fuerzas y me largué pitando", ha proseguido en su efémera narración.
Elisa Mouliaá ha compartido durante unos minutos una conversación de WhatsApp que ha capturado su interlocutora en su móvil, una amiga de la que no ha trascendido el nombre. En ella, la ahora denunciante muestra un tono muy distinto, casi disculpando una actitud de Errejón que desde el mismo momento que envió estos mensajes parece no aprobar: "Es un crack" y "hemos acabado con una buena conversación" son prácticamente las dos únicas veces que parece decir algo positivo del hasta el jueves portavoz en el congreso de Sumar.
A partir de ahí, las capturas parecen evidenciar el relato hasta ahora defendido por la denunciante: "Me he sentido un poco presionada", confirmaba a su amiga, "pero aún así hemos terminado en su casa y él me ha entrado a saco igual que en tu casa, que me llevó a un cuarto", relata en la conversación.
En cuanto a la reacción de su amiga, la que acogió en su casa la fiesta en la que ambos coincidieron, sorprende un "jaja" que a día de hoy parece por completo fuera de todo lugar como contestación a "hemos terminado en su casa". "Él me ha entrado a saco igual que en tu casa, que me llevó a un cuarto" fue respondido con un escueto "Ah, ¿sí?" por parte de la interlocutora e Mouliaá.
"Me he sentido un poco presionada"
Las capturas que ha subido este domingo a X —antigua Twitter— comienzan con el ya citado "A pesar de que es un crack… es como que me decía todo tan claro lo que quería y cómo lo quería que me he sentido un poco presionada". El mensaje siguiente es un "jaja nooo" que responde a la pregunta de su amiga de si está en la cama con Errejón: "Estamos en la cama, pero no puedo dormir", escribió primero Mouiliaá acompañado de un simpático 'emoji' riendo con lágrimas en los ojos.
"Pero aún así hemos terminado en su casa", continúa, entendiéndose que después de la fiesta, "y él me ha entrado a saco igual que en tu casa, que me llevó a un cuarto, pero pfff".
Después de las ya mencionadas reacciones escuetas de su amiga, Elisa Mouliaá continuó con una declaración que explicaría su forma de entender las relaciones que le gusta tener con los hombres: "Yo es que soy mucho más 'piano, piano' y de calentar el fuego", le cuenta a su interlocutora. "¿Y qué le dijiste?", le pregunta ella. "Pues le he cortado, sí", le afirma, apoyando su relato hasta el momento de que no hubo consentimiento.
"Iba a lo que iba y en ese sentido creo que está muy acostumbrado a ser quien es, pero se pierde mucho", describe la situación con Íñigo Errejón, exportavoz de Sumar.
"Iba a lo que iba y en ese sentido creo que está muy acostumbrado a ser quien es, pero se pierde mucho"
Polémica con la hija enferma
Muchos han optado por centrar gran parte del debate sobre si Mouliaá es o no una buena madre, alejando del meollo de la cuestión lo verdaderamente grave: que Íñigo Errejón haya podido propasarse en sus actitudes sexuales cometiendo un delito. En cuanto a esto, la actriz le cuenta a su amiga que se fue a casa, que su padre la había llamado porque su hija estaba enferma "y me he preocupado", añade, "pero aún así hemos terminado en su casa".
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