¿Hasta cuándo y hasta dónde? Esa es la pregunta que la comunidad internacional se formula ante la ofensiva militar de Israel sobre la franja de Gaza y los ataques continuados de Hamás, en un difícil equilibrio que amenaza con extenderse por toda la región. Una pregunta que Rodica Radian-Gordon, embajadora de Israel en España, no esquiva: "Hamás tiene que desaparecer".
La diplomática atiende a 'Vozpópuli' desde su despacho en la embajada. Reflexiona sobre las relaciones bilaterales con España y de lo que supuso la postura de una parte del Gobierno, con Yolanda Díaz e Ione Belarra a la cabeza, sobre el conflicto que convulsiona oriente medio. También habla de las críticas de una parte de la comunidad internacional sobre la proporcionalidad del ejército israelí en su ofensiva. Y de la propuesta del Ejecutivo español, pronunciada por Pedro Sánchez en su discurso de investidura, de reconocer el Estado palestino y firmar un "alto el fuego" inmediato.
Respuesta:
Por el momento es muy difícil de hablar de un alto el fuego porque nosotros ahora estamos en una operación que, de hecho, está concentrada en las bases más importantes de Hamás para erradicar sus posibilidades de actuación como organización terrorista y su poder de mandar en la franja de Gaza. Estamos en esta operación. También hay detrás negociaciones para rescatar a los secuestrados, que es una de las metas más importantes de Israel. Y, mientras no haya algo en términos de liberar a los secuestrados, no podemos hablar de alto el fuego. Aún así creo que habrá pausas humanitarias para dejar entrar alimentación y agua a la población que está en la parte del sur de la franja. Pero durante todo el tiempo que los secuestrados estén en manos de Hamás no podremos hablar de alto el fuego.
Todo está ligado. Por un lado, continuar con la meta de no dejar a Hamás mandando y destruir toda su infraestructura y, por otro, tener la posibilidad de liberar a los secuestrados. Estas son nuestras metas y no podemos hablar de alto el fuego mientras no se cumplan.
R:
La verdad es que no lo sabemos. La Cruz Roja no ha tenido posibilidad de acercarse a los secuestrados. Tenemos algunas evidencias de que al menos una parte de ellos habían estado retenidos bajo el hospital de Al Rantisi. Es un hospital de niños, de jóvenes. Hace unos días el ejército entró en la parte baja del hospital y mostró a la prensa algunas evidencias. No sabemos desde cuándo estaban allí y hasta cuándo, pero nos imaginamos que al menos algunas semanas durante octubre. Incluso el bebé o algunos bebés. Sabemos que una de las mujeres secuestradas dio a luz durante este tiempo.
También hay una lista de personas que se suponía que estaban secuestradas, como el caso de Iván [Illarramendi], que luego se aclaró que desafortunadamente habían sido asesinados. El ataque ha sido tan bárbaro, con casos de violencia tan extremos, que es muy difícil investigar y saber qué ha pasado con algunos de ellos. Y es posible que con algunos nunca se llegue a saber.
R: Todo esto va mucho más allá de relaciones bilaterales, porque algunas de las ministras en el Gobierno -el anterior, tenemos que decir ahora- han salido con declaraciones que muy claramente son incitación al odio. Y esta incitación luego se transforma en acciones. Y me refiero a las acciones antisemitas que estamos viendo en el último mes. Sé que no es un problema sólo de España. Es una ola muy virulenta de antisemitismo en toda Europa y Estados Unidos. Pero estas declaraciones acusando a Israel de ser un Estado genocida, acusando al primer ministro israelí... Son acusaciones muy graves, por un lado. Pero además son completamente mentira, provocando a gente que no está bien enterada en el conflicto israelí-árabe, y que no distingue entre palestinos y la organización terrorista Hamás u organizaciones terroristas de otra inclinación que también son activas aquí en España. La gente va a manifestaciones y una parte pequeña, pero significativa, comete luego crímenes de antisemitismo. Son cosas muy serias que hay que denunciarlas y ser muy cuidadoso con este discurso que lleva al odio.
R:
En esta fase de la lucha y en esta fase donde todavía no sabemos todo lo que ha pasado en Israel, en la franja de Gaza… Estamos descubriendo la infraestructura masiva que Hamás ha utilizado en la franja, empleando a su propia población no solo como escudos humanos, sino que emplearon parte de la ayuda que llegaba a la población para sus fines. Sólo tenemos que pensar en la cantidad de hormigón que Hamás utilizó para construir esta red de túneles.
Estamos en una etapa donde es prematura hablar de qué pasará en la franja, quién llegará a mandar. Lo claro es que Hamás no puede seguir mandando, Hamás tiene que desaparecer. Lo claro es que hay que tener una involucración mucho más grande de la comunidad internacional y de los propios países árabes para asegurar que eso no pase. Lo cierto es que nosotros nos vamos a quedar como presencia militar hasta que no hayamos terminado la misión de destruir la infraestructura de Hamás.
Hablar ahora de la solución de dos Estados… no habrá con quién hablarlo y habrá que esperar a que se termine esta guerra. Además hay otros retos. Otro gran reto es contener esta guerra para que no se abra otra frontera en el norte de Israel. Estamos todavía luchando y en este momento no podemos empezar a negociar sobre el Estado palestino. Dicho esto, entiendo que la intención de España no es hacerlo de hoy a mañana, no es hacerlo sin los demás países de la Unión Europea o sin negociaciones directas entre Israel y los palestinos. No es el momento oportuno.
Respuesta:
Lamentamos mucho lo que nosotros entendemos muy claramente como una posición muy unilateral de las instituciones internacionales, empezando por la ONU. En la ONU hay una mayoría automática de los países árabes y sus aliados, y es una reacción totalmente desproporcionada. Nosotros estamos convencidos de que lo que ha pasado el 7 de octubre son crímenes de guerra y crímenes en contra de la humanidad que han cometido los terroristas de Hamás. La ONU ni siquiera tiene la honestidad de reconocer eso.
Sé que en Israel ahora se busca construir un dossier muy contundente para mostrar los crímenes de guerra y en contra de la humanidad cometidos en Israel. Además el hecho de que las bases más importantes de Hamás estén bajo hospitales, escuelas o mezquitas de la franja de Gaza es otro crimen muy claro de guerra y contra la humanidad, utilizan a su propia población como escudos humanos. Y aquí nos gustaría ver a la ONU y a sus instituciones jugar un papel mucho más importante.
R:
Sin duda que el ataque no ha sido sin tratar de dañar exactamente estos lazos que hemos forjado con otros países del golfo y con Marruecos dentro de los acuerdos de Abraham. Todo el mundo sabe que en los últimos meses estábamos negociando con Arabia Saudí. Así que claramente una de las metas de Hamás ha sido atacar y no dejar que continuemos con este proceso de acercamiento. Todo lo que ha pasado el 7 de octubre ha sido premeditado y preplaneado al menos un año antes.
Y por lo que sabemos hasta ahora está muy claro que Hamás no estuvo solo en esta planificación, con mucha ayuda y apoyo de parte de Irán y de otros proxies como Hizbula, que ahora están tratando de calentar la frontera del sur con sus misiles, y otras milicias ligadas con Irán en Irak y Siria. Ha sido un ataque concentrado por Irán, por los proxies iraníes, y como acabo de decir, uno de los retos que tenemos ahora es contener la guerra en la franja de Gaza.
R:
Pues es una pregunta muy buena y muy relevante. Yo no tengo la respuesta. Nadie en Israel la tiene. Lo cierto es que tenemos muy claro que tendremos que investigar profundamente lo que ha pasado y cómo ha sido posible que no nos diéramos cuenta. Por mucho tiempo, y especialmente en los últimos años, la concepción de Israel era que había que hacer todo por mejorar la calidad de vida de los gazatíes porque Hamás, el que tiene el mando en la franja, también está interesado en mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos. Por eso dejamos entrar dinero catarí, dejamos entrar en Israel a una cantidad muy, muy grande de trabajadores de la franja de Gaza. También había muchas iniciativas israelíes -especialmente de la gente que vivía muy gente de la franja, la que ha sido atacada- de mejorar las relaciones con los gazatíes, para apoyarles, ayudarles en casos de enfermedades, de llevarles a hospitales en Israel…
Y todo esto ha resultado ser totalmente erróneo. Es precisamente la gente que más abogaba por un entendimiento y acercamiento entre israelíes y palestinos gazatíes la que fue asesinada el 7 de octubre. Este concepto, que ha sido tan profundo en las mentes de los israelíes, nos hizo ignorar las señales de que había otras intenciones detrás de lo que sí habíamos visto, pero con una interpretación diferente. Estoy segura de que cuando se termine esta guerra, dentro de la sociedad israelí, tendremos una introspección muy profunda y clara. Es parte del trauma que estamos viendo.
Respuesta:
Mire, aquí la pregunta es, ¿qué quiere decir la proporcionalidad? Me irrita mucho que se haga la comparación entre el número de muertos de ambos lados. Hablamos de un país, Israel, que ha sido atacado de forma muy brutal, que ha tenido en un día a 1.400 asesinados, muertos, sobre una población de diez millones. Que cada uno haga la comparación con la población de su país. Que hayan sido asesinados de modo muy cruel en sus hogares, en sus casas, en sus lugares más seguros. Que hayan asesinado a niños, mujeres embarazadas, ancianos, gente discapacitada, con tanta brutalidad. Que estén secuestrados casi 240 personas, la mayoría civiles inocentes.
¿Que haría otro país en lugar de Israel? Creo que aquí no hay duda que esta guerra es justificada. ¿Esta guerra es proporcional a lo que ha pasado antes? La respuesta es que sí. Aquí hay que ver la ley internacional bajo esta luz. Nosotros, en términos de la ley internacional y la ley humanitaria, somos muy, muy cuidadosos, y tenemos muchos expertos que se ocupan y explican y subrayan al ejército lo que está dentro de la ley internacional y lo que no.
Incluso en estas últimas acciones que estamos haciendo en los hospitales tenemos las pruebas, no todas son públicas, para decir con certeza que los hospitales habían sido utilizados por Hamás. Esto en sí es un crimen de guerra y va en contra de la ley internacional. El ejército [israelí] entró e hizo operaciones muy precisas, muy enfocadas en las metas por las cuales accedieron, además de hacer todo lo posible para asegurar que los enfermos fueran transferidos a otras salas. Pero el sistema de Hamás es buscar exactamente estos lugares, que son los lugares más cívicos e identificados con una población civil, los hospitales, las escuelas, las mezquitas… todos estos fueron buscados por Hamás porque sabían que no íbamos a atacar estos lugares por la significación que tienen por todos.
R:
Una de las conclusiones que tenemos de lo que está pasando en Gaza es que no podemos dejar a Hizbulá permanecer en la frontera con Israel, como ha ocurrido en los últimos 15 años, a pesar de la resolución del Consejo de Seguridad 1701 que dice muy claramente que Hizbulá no puede bajar más al sur del río Litani. Ahora estamos viendo los ataques que Hizbulá está provocando y el hecho de que Hizbulá dejó a Hamás tener bases en el sur de Líbao y atacar a Israel a través de estas bases. Todos en Israel estamos seguros de que la situación tendrá que cambiar.
Creo que Hizbulá todavía recuerda la segunda guerra del Líbano de 2006. No es la intención de Israel provocar otra guerra. Creo que no es el interés del Líbano y de otros países de la región que haya otra guerra. Hay que hacer todo por disuadir a Irán, que no alimente el fuego y que tampoco consiga sus aspiraciones en términos de poder nuclear.
R:
Lo que estamos viendo es que el Ejército israelí, después de esta horrible sorpresa, relativamente en corto tiempo entendió lo que tenía que hacer. La reacción ha sido relativamente rápida, aunque sabemos muy bien que seis, dos, doce horas es mucho tiempo en el que las atrocidades pudieron ocurrir. Pero estamos viendo ahora una lucha muy bien concentrada, con una comunicación impecable entre el ejército terrestre y la aviación y las fuerzas marítimas de Israel. Estamos viendo una precisión muy grande en los lugares atacados. Es decir, que hay una inteligencia muy clara diciendo cuáles son las bases de Hamás, ahí están los terroristas, ahí están las infraestructuras…
Creo que vamos a tener muchas lecciones en la parte militar de esta lucha. También para Israel es muy importante saber que tenemos el respaldo de muchos de nuestros aliados, en Europa y Estados Unidos por supuesto.
Respuesta:
Pues… otra vez. Es que no estoy de acuerdo con los muchos llamados expertos que no entienden la realidad ni de Israel, ni de Hamás, ni del terreno en el sur de Israel o en la franja de Gaza. Quiero insistir en que lo que está haciendo el ejército israelí sí es quirúrgico, sí que es proporcional y sí que se hace todo para no dañar a la población civil. Por supuesto que no es imposible que no haya daños a la población civil en un lugar que es tan denso. Es una franja muy pequeña con dos millones de personas. Quiero también hacer la siguiente reflexión. Hemos tenido muchas rondas violentas en la franja de gaza en los últimos años. Durante todo este tiempo, no se ha hecho nada para establecer una entidad pre-estatal. No se han ido construyendo instituciones para el bien de la población. Del victimismo no nace una nación y los palestinos creo que también tienen que hacer una reflexión muy seria de lo que quieren, y si están representados por organizaciones terroristas o si quieren otro liderazgo con otros valores y otras ideas.
Hay que mirar el conflicto israelí-palestino en toda su complejidad. Las cosas no son blanco y negro, no son simples, no puede ser que los palestinos sean eternas víctimas y que ellos tengan todo el derecho. Y que un estado democrático y desarrollado tenga la culpa siempre. Hay que salir de esta mentalidad. Hay que pensar de otra manera.
R: Que hay que trabajar para mantener las relaciones bilaterales sanas y abiertas, y sobre todo hay que hacer todo lo necesario para combatir incendios de antisemitismos, para combatir el discurso de odio y acercar a los pueblos y no dañar las relaciones.
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