El día de la reforma laboral, los sindicatos optaron por callar. Ni una sola declaración, ni una sola crítica, ni una palabra oficial. Fue un silencio interpretado como alivio. Sí habló la CEOE, que considera la reforma un paso adelante en el proceso de salida de la crisis y recuperación económica” y que la calificó como “amplia y profunda”, exactamente los mismos términos que 48 horas antes había usado Fátima Báñez en su comparecencia parlamentaria para describirla.
La coreografía de las reacciones sugiere un entendimiento entre todas las partes para evitar tensar la situación más: el gobierno –que anunciaba una reforma “muy, muy agresiva”, según De Guindos—ha legislado en solitario, la patronal ha aplaudido el compromiso con el empleo y los sindicatos han evitado el choque de trenes.
Los sindicatos critican el abaratamiento “pero” esperaban algo peor
Pese al silencio de los sindicatos, sus líderes habían anticipado una reforma mucho más dura en las últimas semanas. Los líderes de UGT y CC.OO. habían escenificado que esperaban una reforma más dura.
Su crítica, que pretenden escenificar mañana, se centrará en el abaratamiento del despido como adelantó ayer el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, que aseguró que “todas las reformas laborales se plantean con la idea de que abaratando el despido se va a crear empleo, algo que es completamente absurdo”.
La CEOE la aplaude “pero” la considera insuficiente
La CEOE aplaudió especialmente las bonificaciones para los empresarios en el nuevo contrato a emprendedores y la flexibilidad que introduce “la posibilidad de horas extraordinarias” en los contratos a tiempo parcial.
Paradójicamente, las únicas críticas de la patronal fueron para el contrato de aprendizaje para jóvenes que –según sus palabras—se queda corto para que “sea un verdadero contrato de inserción laboral”.
La legislación sobre mutuas laborales en el aire
La modificación de la Ley de Mutuas es una reforma pendiente desde el gobierno Zapatero. Las Mutuas de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales (asociaciones empresariales que reciben fondos de la Tesorería de la Seguridad Social y que son clave en la financiación de los agentes sociales) sigue pendiente de desarrollo. Pese a que el gobierno adelantó que legislaría en solitario, ha asegurado que lo desarrollará en los próximos meses.