La investigación que se sigue contra Tsunami Democràtic en la Audiencia Nacional ha destapado los vínculos de la plataforma con Carles Puigdemont ya en 2017. Esta causa, que nació en 2019, ha podido acreditar actuaciones de los cabecillas de Tsunami antes incluso de que naciera el movimiento que les vinculan a operaciones con criptomonedas y al uso de empresas pantalla para financiar la rama independentista huida a Waterloo.
Así se desprende de las actuaciones de la causa contra Tsunami a las que ha tenido acceso Vozpópuli. La investigación, en el marco de la cual el magistrado acaba de imputar a Carles Puigdemont por terrorismo, nació con el foco puesto en las movilizaciones radicales de la plataforma, tales como los cortes de la AP-7 en la frontera con Francia o el colapso del aeropuerto de El Prat.
Sin embargo, el procedimiento rápidamente estableció una conexión con el 'caso Voloh'. Se trata de unas diligencias que se han investigado bajo la batuta del titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona y que indagan el vínculo del independentismo catalán con espías rusos. En ese contexto, el avance de la causa en la Audiencia Nacional puso de manifiesto que algunos de los cabecillas de Tsunami habían aparecido, a su vez, en el caso Voloh por sus vínculos directos con Puigdemont.
"Puigdemont me explicó lo de las criptomonedas"
Así consta en uno de los informes policiales incorporados al caso contra Tsunami y que desvela que ya en 2017, tras la fuga de Puigdemont a Bélgica, se habría impulsado todo un entramado opaco para financiar las actividades del expresidente catalán. Los hechos se han investigado en una pieza secreta que se abrió para analizar todo el material incautado a Josep Campmajó, uno de los empresarios vinculados al líder del Junts.
Entre lo analizado aparecen conversaciones telefónicas que aluden al empleo de criptomonedas con fondos "de los que no se descarta su procedencia pública". Al respecto recuerdan su vínculo con Xavier Vinyals, el excónsul de Letonia que llenó de esteladas el Camp Nou en 2015. Los agentes sospechan que Vinyals empleó la plataforma Proseleccions Esportives Catalanes para desviar dinero a terceras personas.
Entre los receptores se encontraban Xavier Vendrell y el contable de Puigdemont, Jaume Cabaní. Ambos son caras visibles de Tsunami a quien el juez acaba de imputar en las diligencias. Los agentes llegaron a esta conclusión a tenor de unas escuchas interceptadas al exjefe de relaciones internacionales de Convergència, Víctor Terradellas, y el que fuera mano derecha de Artur Mas, David Madí.
"No… si… eso. ..me lo explicó el Puigdemont cuando estuve en Waterloo… la última vez… me estuvo explicando… todo lo que estaban haciendo en base a criptomoneda…. que había aquel chico… que ahora no me acuerdo nunca como se llama", trasladó Terradellas a Madí. Éste le respondió que el líder de Junts le había hablado "mucho" del uso de esta moneda digital.
Los hackers y el independentismo
Llama la atención que la conversación se produjo el 14 de mayo de 2018; esto es, apenas meses después de que Puigdemont se fugara de España en el maletero de un coche. Al respecto los investigadores destacan que Jaume Cabaní emitió una factura de 10.559 euros a la plataforma de Xavier Vinyals en agosto de 2017. Los agentes sospechan que el independentismo empleó esta entidad para justificar parte de la actividad subvencionada del ejercicio de 2017 de 1,3 millones de euros.
Según el informe, Cabaní -a quien se le atribuyen cuentas en Suiza para financiar Tsunami- creó en Estonia la sociedad Catalitza Ou. Los implicados en estos hechos conversaron a través de Wire, una plataforma de comunicación que permite borrar las conversaciones en cinco minutos. No obstante, la Guardia Civil rescató las imágenes que acreditan que emplearon la sociedad Catalitza para facturar algunos gastos como la compra de unos billetes.
Cabaní, que utilizaba el alias de 'Kanabo', les dio instrucciones para utilizar una tarjeta prepago que aceptaba criptomonedas a la par que ordenó que se pusiera el concepto de consultoría para el pago de los billetes. "Por todo ello no se descarta que se trate de algún servicio de alguien que se tenga que desplazar (avión) para determinar la existencia de aparatos de vigilancia encubiertos y que, dado que Cabaní se encuentra al servicio de Puigdemont, ese servicio se preste en la casa que ocupa en Waterloo", destacaron los agentes.
Otro aspecto que demuestra el poder que tenía Cabaní en este entramado reside en su intención por recurrir a hackers. "Llegados a este punto creo que no podemos continuar sin coordinarnos con los hackers que tendrán que proteger todo esto. Necesito una persona muy técnica de confianza que sepa cómo está hecha la moneda. Yo no tengo el nivel técnico para avanzar", expuso en uno de los mensajes rescatados.
Tsunami en Suiza
Uno de sus interlocutores responde que estaban tomando decisiones "equivocadas" y que mirarían de hacerle llegar al "presi" que así no iban bien. Una nueva alusión al expresidente catalán que probaría su implicación en una presunta financiación opaca de los secesionistas en Waterloo.
Los hechos, que se remontan a 2017, se prolongaron a los años siguientes, en el marco de los cuáles se diseñaron las acciones más radicales de Tsunami Democràtic. Al hilo los informes del caso destacan que para el boicot de la AP-7 instalaron un escenario cuyo montaje encargaron a la sociedad Shop Vendenig Nijmerg.
Se trata de una mercantil con domicilio social en Campello (Alicante) y que era propietaria de los vehículos que transportaron el material para realizar los cortes. El administrador figura con domicilio en Francia mientras que en el domicilio social de la mercantil no existe actividad comercial alguna. Además, no presenta cuentas desde el año 2007.
Estas pesquisas incorporadas al caso Tsunami se suman a las conclusiones finales de la Guardia Civil aportadas a la causa en las que se estrecha el cerco a Puigdemont por sus conversaciones sobre los disturbios con Campmajó y también se identifica que un banquero suizo hizo aportaciones a Tsunami a través de una cuenta bancaria que controlaba Cabaní en Suiza.
Tal y como avanzó este medio, la Audiencia Nacional ha puesto el foco precisamente en el país helvético a tenor de estas nuevas pesquisas y tratará de conseguir que Ginebra dé pistas sobre el asunto. Precisamente el juzgado ya se dirigió a Suiza para obtener información de la financiación y el país respondió a la comisión rogatoria de manera negativa apuntando que se trataba de delitos políticos.
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