Mayores tiempos de espera, supresión del servicio de búhometro, reducción del servicio en domingos y festivos... y ahora eliminación de líneas completas. Los recortes no dan un respiro a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) y, según se comunicó al Comité de Empresa el pasado 11 de junio, las líneas 22, 83, 108, 129, 149, 156 y 401 dejarán de prestar servicio en Madrid los domingos y festivos a partir del próximo día 13 de julio.
La decisión de la Comisión Delegada del Consejo Regional de Transportes de Madrid ha puesto en pie de guerra al Comité de Empresa de la sociedad y la Asamblea General de Trabajadores, que han convocado concentraciones los días 25, 26 y 27 de junio para protestar contra la supresión de las 8 líneas de autobús y exigir la retirada inmediata de esta decisión. La concentración del día 25 tendrá lugar en Cibeles, a las 11 horas, mientras que las de los días 26 y 27 se celebrarán en la sede de la EMT, a las 9 horas.
Para los representantes de los trabajadores, este nuevo tijeretazo supone una nueva merma para el servicio público, cuyas cuentas han entrado en rojo en apenas tres años. "Esta medida supone dejar a algunos barrios prácticamente sin transporte público. Es una burrada", reconoce a Vozpópuli el portavoz de UGT en el Comité de Empresa. Según el sindicato, esto supone "una auténtica bajada de la prestación del servicio".
La eliminación del servicio de estas 8 líneas en domingos y festivos se une a la decisión de liquidar la línea 117 (Aluche-San Ignacio de Loyola) y los ajustes realizados los fines de semana en la línea U, cuyo recorrido llega a la Universidad Complutense. Además, la EMT procedió a partir del 19 de enero de 2014 a ajustar el servicio de buses en domingo y festivo retrasando su inicio a las 7 horas en las cabeceras más periféricas y a las 7.30 horas en el caso de los trayectos que partían del centro. "No les vale con la reducción del horario y pasan a la eliminación total", denuncia.
Además, como ya informó este diario, desde 2010 se han retirado hasta 450 autobuses urbanos, dejando las líneas con un número inferior de coches y reduciendo la frecuencia del servicio. Medida ésta justificada desde el Ayuntamiento de Madrid y el Consorcio de Transportes por la caída de la demanda.
Las protestas, solo el primer paso
El Comité de Empresa avisa: "Estas movilizaciones son solo el principio de lo que puede ser una escalada en los niveles de conflicto de una negociación bloqueada y de unas decisiones políticas que suponen una agresión a ciudadanos y trabajadores". También vuelve a advertir que el Ayuntamiento de Madrid "está desmantelando progresivamente el servicio de transporte público en la ciudad de Madrid".
Por su parte, CCOO de Madrid señaló a Europa Press que el Consorcio Regional de Transportes "continúa empeñado en un círculo vicioso que, con la excusa del ajuste a la demanda, degrada el servicio, lo que supone un nuevo descenso en el número de viajeros y una nueva vuelta a los recortes". Frente a ello, el sindicato apuesta por ajustar las tarifas para atraer a un número cada vez mayor del servicio, lo que a su vez garantiza su viabilidad.
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