La polémica está servida: la Comunidad de Madrid ha prohibido el espectáculo taurino 'Popeye torero con sus enanitos marineros' que iba a celebrarse en Las Ventas el próximo 8 de octubre y que contaba con personas con enanitos entre sus actores. ¿El motivo? Según la Consejería de la comunidad, por cuestiones de logística y operatividad: sólo se han vendido 37 entradas. Otros aseguran que es una excusa para no reconocer que es un espectáculo que vulnera los derechos de las personas y que, "aunque pueda parecer del siglo XIX, sigue estando financiado por las autoridades".
Entre los protagonistas y afectados de la polémica, división. Por un lado, diversas asociaciones de personas con acondroplasia denuncian a Vozpópuli que este tipo de espectáculos son "una aberración democrática y una vergüenza como estado que todavía se promuevan estas representaciones que denigran a las personas, sobre todo si están financiadas por las administraciones", explica Felipe Orviz, presidente de Adee España y asesor jurídico de la Fundación Alpe, que lleva luchando por la prohibición de los toreros cómicos con 'enanos' más de 20 años.
Esta misma opinión comparten desde el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), quienes junto con el ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 solicitaron a la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior que cancelaran el evento. "Mostramos nuestro rechazo absoluto a esa cultura que ridiculiza a seres humanos por su discapacidad. Por eso, prohibiremos este tipo de prácticas en la próxima reforma de la ley de discapacidad".
Trabajar libremente, un derecho de los 'enanitos'
Pero no todos los implicados en el asunto tienen la misma opinión. Los organizadores del evento, Espectáculo Cómico Taurino Musical Popeye Torero, defienden que esta representación es perfectamente moral, ya que los "pequeños son personas normales de baja estatura que lo hacen libremente como personas adultas" y prohibirlo sería quitarles el trabajo, que tanto les ha costado conseguir. "Su trabajo es hacer reír, no por su estatura sino por las gracias que hacen. Eso mismo hago yo al disfrazarme de payaso", explica a este diario Juan Ajenjo, el Popeye Torero que cuenta en su espectáculo con 9 pequeños.
Como argumento utilizan que al igual que participan en despedidas de soltero, teatros y otros espectáculos, tienen derecho a hacerlo también si quieren en un ruedo. "¿Por qué no van a poder participar también en los toros? Toda persona tiene derecho a la libre elección de oficio como pilar fundamental de la dignidad humana. Si prohíben estos espectáculos, les están quitando sus libertades", explican desde el colectivo que defiende la celebración de los espectáculos cómicos taurinos representados por personas con enanismo.
Apoyarles para que encuentren otros empleos
Orviz, comprometido con la causa por todo el tiempo que lleva peleando esta "aberración" y por sufrir acondroplasia, explica a este diario que el problema es que son "unas actuaciones basadas en la mofa, denigración, humillación y risa que provoca la discapacidad de sus componentes". "Y por mucho que digan que lo hacen libremente, que lo pongo en duda, no se puede permitir esta ridiculización", añade.
En cualquier caso, "que se reclame por los colectivos de defensa de los derechos de las personas con enanismo la prohibición de estos espectáculos no implica que estas personas no pueden acceder a ningún empleo", argumenta Orviz como respuesta quienes dicen que es dejarles sin trabajo. "La inmensa mayoría de las personas con enanismo disponen de un trabajo normalizado y digno. Por lo tanto, no encontramos ninguna vulneración a este derecho desde el punto de vista jurídico, dado que no se impide el acceso a un empleo a las personas con enanismo, es decir, no se les imposibilita su derecho a trabajar y acceder a un empleo".
Además, hace poco firmaron un acuerdo con la Fundación ONCE para dar hasta 200.000 euros para que puedan dedicarse a otros "empleos más dignos en los que puedan prosperar" y no se vean en la necesidad de trabajar en estos espectáculos "ridiculizadores".
La Comunidad de Madrid ha explicado en diversas declaraciones que se cancela por asuntos meramente organizativos, porque sólo han vendido 37 entradas. Pero ambas partes critican esta posición.
Desde 'Popeye taurino' denuncian que muy probablemente el 90% de las entradas se iban a vender a lo largo de los próximos días, "pues es cuando íbamos a hacer la promoción fuerte". "En estos espectáculos, la mayoría de billetes se venden el mismo día, así que no nos dan ni la oportunidad de ver si tenemos éxito o no", se queja Jesús de Alba, representante del Popeye taurino.
Desde la Fundación Alpe explican esto mismo de que las entradas se venden a pocos días de que se vaya a producir el evento y denuncian que el número de entradas vendidas es una simple excusa para no reconocer que las administraciones financian espectáculos que van en contra de los derechos humanos.
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