Varios encapuchados ha intentado sabotear las nuevas lanchas del Servicio Marítimo de Vigilancia Aduanera rociándola de gasolina, aunque finalmente no pudieron prenderle fuego al ser descubiertos por un vigilante, según han indicado a Europa Press fuentes de la investigación.
Las lanchas se encontraban en el depósito de Vigilancia Aduanera, cuando varios encapuchados irrumpieron en el lugar y consiguieron rociar con gasolina las embarcaciones. No obstante, un vigilante se dio cuenta de la situación, impidiendo que finalmente los saboteadores pudieran prender fuego a las lanchas.
Tras percatarse de que habían sido detectados por el vigilante, los encapuchados huyeron del lugar, por lo que se ha abierto una investigación para su identificación y localización.
Dicha investigación se suma a las ya en marcha tras los episodios vividos en varios pueblos costeros de Cádiz, especialmente La Línea de la Concepción, donde el 6 de febrero otro grupo de encapuchados liberó a un narco del servicio de urgencias al que había sido trasladado tras las heridas causadas en una persecución policial.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se desplazó el 19 de febrero a la zona y prometió que se perseguiría a estos grupos vinculados al narcotráfico. Ese mismo día unos desconocidos maniataron al vigilante de un depósito perteneciente a los juzgados de Conil de la Frontera y se llevaron un camión con una lancha neumática de las usadas por los narcos.
La Policía Nacional informó el 2 de marzo que había detenido a dos hermanos, Ismael y Eduardo M.C., acusados de ser los máximos responsables del asaltado el centro hospitalario de la Línea de la Concepción. La investigación por estos hechos continúa abierta, ya que el narco liberado de urgencias, Samuel C., continúa fugado. Una de las hipótesis que se barajan es que haya encontrado refugio en Marruecos.
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